Galaxy Gear abre fuego en la próxima gran guerra tecnológica (la que se librará en tu muñeca)
Si en los últimos meses hemos visto cómo las pantallas de los teléfonos no dejaban de sumar pulgadas acercándose al tamaño de las tabletas, ahora la tendencia es a la inversa. La escalada dejará paso a la tendencia contraria, con dispositivos de apenas dos pulgadas que, además, no viajarán en nuestras mochilas, nuestros bolsos o nuestros bolsillos, sino en nuestras muñecas.
Con los usuarios hambrientos de nuevas creaciones, el mundo de la tecnología ha puesto al ‘wearable computing’ en su punto de mira. Puntuales a su cita, ninguno de los gigantes tecnológicos ha dejado pasar la oportunidad de anunciar (o filtrar) que ya trabaja en sus nuevos relojes inteligentes. Pero, si hasta hace realmente poco no había nada concreto y todo eran rumores y más rumores, ahora las empresas líderes han dado un paso al frente. Siguiendo la estela de Sony, que ha presentado la segunda generación de su SmartWatch, y Toshiba, que dio a conocer un prototipo de su nuevo reloj inteligente, la surcoreana Samsung se ha tirado a la piscina con su Galaxy Gear.
Sobre la mesa está, no obstante, la polémica cuestión de si un reloj es el accesorio por el que las marcas deberían apostar en estos momentos. Después de los 'smartphones' y las tabletas, ¿de veras creen que acertarán con un dispositivo con una pantalla de apenas 1,5 pulgadas? Realmente puede ser de utilidad para saber al instante que tenemos una nueva notificación en Facebook, que un email acaba de llegar o que alguien nos ha mencionado en Twitter, pero debido a lo minúsculo del dispositivo será complicado responder a estos mensajes, al menos que incorporen reconocimiento de voz.
Pero, al margen de si realmente puede resultar de utilidad o no para el usuario, lo cierto es que las compañías están abriendo un nuevo frente en el que cualquier error podría costarles un disgusto. Tal y como confesaba el vicepresidente del área de dispositivos personales de Dell al diario The Guardian, más allá de los elevados costes que conlleva el desarrollo de un 'smartwatch', lo cierto es que las compañías no pueden perder el ritmo respecto a sus competidores que ya han comenzado a trabajar en la que será la nueva joya de la 'wearable computing’.
Fruto de esta teoría, firmas como Acer, BlackBerry y LG han puesto en marcha toda su maquinaria para tratar de demostrar que están a la altura. La primera de ellas, muy consciente del principal reto que plantean los relojes inteligentes a los fabricantes, ha asegurado que lo complicado no será desarrollar técnicamente este nuevo artilugio, sino encontrar y conseguir satisfacer las necesidades que los usuarios puedan demandar.
Quien sí lo tendrá algo más difícil será la compañía canadiense BlackBerry. Pionera en su apuesta por el reloj inteligente, jugó mal sus cartas cuando en 2009 decidió externalizar la fabricación de este dispositivo. Por aquel entonces, el inPulse Smartwatch pasó completamente desapercibido para el público, pero Allerta, la empresa a la que encomendó su producción, se apoderó de los conocimientos para crear Peeble, el 'smartwatch' que más éxito está teniendo en el mercado actual.
Samsung, el primer contendiente en abrir fuego
El titán surcoreano ha dejado claro a sus rivales que no va a concederles tregua alguna. A principios del mes de julio, el vicepresidente de la rama de dispositivos móviles, Lee Young, ya hizo público que los suyos se encontraban inmersos en el desarrollo de nuevos productos de futuro y que el reloj, sin duda, era uno de ellos. Dos meses después, en la feria IFA de Berlín, Samsung ha presentado el nuevo Galaxy Gear, el reloj inteligente con el que la que firma surcorena ha logrado, al menos de momento, conquistar la mejores posiciones de lo que probablemente será una guerra sin cuartel.
Sony, sin demoras
Mientras compañías de primera línea como Samsung o Microsoft, que en teoría partía con ventaja tras presentar hace más de una década un dispositivo muy similar, dan sus primeros pasos, hay quien ya lleva mucho andado y hace tiempo pasó del dicho al hecho.
Este es el caso de la firma Sony que, tras presentar su primer 'smartwatch' en marzo de 2012, se ha dado el lujo de mejorar esa primera versión para lanzar su SmartWatch 2, al que el CEO de la compañía, Kazuo Hirai, definió como “una segunda pantalla para el Xperia Z1”. La segunda versión de este dispositivo de la multinacional nipona incluye una pantalla de mayor resolución y con mejor visibilidad bajo la luz del sol, una batería con más autonomía y una interfaz mejorada.
¿Llegarán a su hora?
Mientras tanto, los gigantes del mundo de la tecnología aún van rezagados. Con el fichaje de Paul Deneve, hasta entonces CEO de la firma Yves Sant Laurent, Apple ha dejado claras cuáles son sus intenciones. Con el propósito de impulsar el diseño de toda su área de ‘accesorios inteligentes’, los de Tim Cook han demostrado que entre sus planes a corto plazo se encuentra presentar el añorado iWatch, del cual existen rumores que datan del año 2009.
La empresa de la manzana mordida quiere aprovechar este nuevo escenario que se abre en el mundo de la tecnología para así combatir la desaceleración en el crecimiento de otras áreas de su negocio como el iPhone o el iPod. Pese a que no quieren perder posiciones en una industria como la de los relojes inteligentes, que se estima puede generar 60 mil millones de dólares en ventas en el 2013, los de Cupertino, según las últimas filtraciones, podrían haber otorgado más prioridad a otros productos como la nueva versión de la Apple TV.
Así, aunque la compañía del difunto Steve Jobs puso en práctica su habitual 'modus operandi' y durante el mes de junio registró la marca ‘iWatch’ en al menos cuatro países, existen pocas posibilidades de que presente su 'smartwatch' en el evento del próximo 10 de septiembre. Su eterno rival, Google, también ha movido ficha en las patentes y, lo que resulta aún más interesente, ha adquirido WIMM Labs, una empresa especializada en el desarrollo de relojes inteligentes.
Según las últimas informaciones, los de Mountain View barajan diseñar un reloj en el que usuario podrá interactuar con la interfaz a partir de dos pequeños touchpad situados a ambos lados de la pantalla, de tal forma que en ningún momento perderá contacto visual con aquello que le muestra el 'smartwatch'. No obstante, como casi todo en materia de relojes inteligentes, son solo rumores.
Eso sí, de entre todos ellos quizá haya que rescatar el hecho de que, con las Google Glass en pleno desarrollo, la compañía de Sergey Brin y Larry Page ha dejado al margen al XLab, donde desarrolla sus proyectos más experimentales y con vistas al futuro, y ha encargado el diseño de su reloj al área de desarrollo de teléfonos inteligentes. Un dato relevante que hace pensar que el buscador se ha marcado el lanzamiento de su reloj inteligente como una estrategia a corto plazo.
¿Serán capaces de sobreponerse Apple y Google a la ventaja que han tomado los gigantes asiáticos en esta guerra por las muñecas?