El PP sustituye a su responsable de Turismo en Mallorca por un histórico de la antigua Unió Mallorquina

Tras dos años y medio como conseller insular de Turismo en Mallorca, Marcial Rodríguez ha renunciado como titular de este departamento y será sustituido por Guillem Ginard, actual director general de Cultura e histórico dirigente de la antigua Unió Mallorquina (UM). Según la institución insular, el nombramiento de Ginard responde a la “apuesta decidida” por potenciar el “binomio cultura y turismo” como una estrategia “clave” en esta legislatura.

Durante este tiempo, la labor de Rodríguez se ha centrado en reforzar la capacidad de inspección y en gestionar uno de los principales retos de la política pública insular: la ordenación y contención de la oferta turística. Sin embargo, su liderazgo se ha visto empañado en el último año por episodios como el que tuvo lugar a principios de 2025, cuando un grupo de funcionarios lo acusó de maltrato psicológico, amenazas y un supuesto intento de agresión contra el jefe del servicio de Inspección, unos hechos que Rodríguez siempre ha negado de forma tajante. La denuncia fue finalmente archivada por falta de indicios y el propio Consell aprobó una moción en apoyo a Rodríguez, instando a los grupos de la oposición a disculparse.

Asimismo, determinados fallos en la concesión de plazas turísticas, duramente criticada por los grupos de izquierdas, obligó a anular dos procedimientos para poner a disposición nuevas licencias en edificios declarados bien de interés cultural o protegidos de la isla, un factor que ha acabado erosionando la continuidad del conseller.

Con todo, Rodríguez apostó por reforzar la transparencia en la gestión de plazas turísticas y por acelerar procesos administrativos, además de defender una política de inspección más activa frente al alquiler turístico ilegal, uno de los principales desafíos que enfrenta Mallorca en medio de la creciente saturación turística que atraviesa la isla. El ya exconseller también se dirigió en varias ocasiones a la opinión pública para explicar las decisiones de su departamento y subrayar la importancia de una administración “proactiva, eficaz y transparente”.

Tal como ha recordado el Consell en un comunicado, Rodríguez deja una serie de hitos conseguidos como el mayor presupuesto por el departamento de Turismo -32,4 millones de euros para 2026-, el refuerzo de la plantilla con 23 nuevos profesionales -15 de ellos destinados exclusivamente a tareas de inspección y sanción de la oferta ilegal-, y el Método Bitácora Mallorca, un modelo operativo basado en la inteligencia de datos y monitorización constante. En su nota, la institución precisa que el nombramiento de Ginard se produce después de que Rodríguez haya presentado este martes su renuncia como conseller de Turismo para volver a la actividad privada en aras a preparar su jubilación, prevista para los próximos meses.

Sobre su gestión, el presidente de la Administración supramunicipal, Llorenç Galmés (PP), ha destacado “la gran tarea” llevada a cabo por Rodríguez a la hora de “reestructurar y modernizar” el departamento de Turismo, ordenar la oferta turística y luchar contra el intrusismo.

Guillem Ginard: el nuevo conseller

Por su parte, su sustituto, Guillem Ginard, llega con una amplia trayectoria en la política y la gestión pública mallorquina. Histórico dirigente de UM en la época en que éste influyó fuertemente en la política insular, Ginard fue alcalde de la localidad de Campos entre 2007 y 2010, etapa en la que lideró decisiones relevantes sobre la gobernanza local y pactos de gobierno en un contexto político fragmentado.

Tras su etapa municipal, y tras abandonar la formación regionalista, Ginard desarrolló su carrera también en el sector privado y mantuvo vínculos con el ámbito cultural. En julio de 2023 regresó al Consell de Mallorca como director insular de Cultura, puesto desde el que ha coordinado proyectos culturales, patrimoniales y de promoción artística en toda la isla.

El nombramiento de Ginard se produce en un momento en el que Mallorca enfrenta presiones crecientes relacionadas con la saturación turística, demandas de mayor regulación del alquiler vacacional y la exigencia por parte de residentes y colectivos sociales de impulsar políticas más sostenibles.