Más de 80 vuelos cancelados en Balears por la huelga de controladores franceses en pleno inicio de vacaciones
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La segunda jornada de huelga del colectivo de controladores aéreos en Francia ha tenido un fuerte impacto en la operativa aérea de Balears, con un total de 85 vuelos cancelados este viernes y retrasos generalizados en los aeropuertos del archipiélago. El paro, convocado por el sindicato Unsa-Icna, coincide con el inicio del primer gran fin de semana de vacaciones de verano, lo que ha agravado aún más las consecuencias para miles de pasajeros.
Según datos de Aena consultados por Europa Press, el aeropuerto de Palma ha sido el más afectado, con 69 cancelaciones. En el caso de Eivissa, se han suprimido una decena de vuelos, mientras que en Menorca han sido seis. Hasta las 13.00 horas, las conexiones previstas con aeropuertos franceses ya reflejaban un notable impacto: de los 50 vuelos programados entre Palma y ciudades francesas, 20 han sido cancelados; en Menorca, se han anulado 8 de los 12 vuelos previstos; y Eivissa ha perdido 2 de los 9 vuelos con el país galo.
Esta jornada de huelga coincide con un fin de semana especialmente importante para el turismo balear. Entre este viernes y el domingo, los aeropuertos del archipiélago tienen previsto operar 4.895 vuelos. Esta cifra, pese a ser alta, supone un descenso del 3,4% respecto al mismo fin de semana de 2024, cuando se registraron 5.061 movimientos.
En total, hasta las 17 horas de este jueves, se habían cancelado en España 71 vuelos con origen o destino a Francia, lo que supone un 32% de la operativa prevista entre ambos países —216 movimientos hasta esa hora—. Para la jornada de este viernes, estaban programados 339 vuelos entre España y Francia, una cifra igualmente vulnerable al desarrollo del conflicto.
Impacto en toda Europa
La huelga, convocada para este jueves y viernes, afecta no solo a los aeropuertos franceses, sino también a aquellos vuelos que sobrevuelan el espacio aéreo del país, como es el caso de muchas rutas que enlazan España con el resto de Europa. En el caso de los tres aeropuertos principales de París —Charles de Gaulle, Orly y Beauvais—, se ha cancelado el 40% de los vuelos, mientras que en Niza la reducción ha alcanzado el 50%. Otros aeródromos como Lyon, Marsella, Montpellier, Ajaccio, Bastia, Calvi y Figari han experimentado un recorte del 30% de sus operaciones.
La asociación Airlines for Europe (A4E) ha condenado enérgicamente el paro y ha cifrado en más de 1.500 los vuelos cancelados en Europa durante los dos días de huelga, afectando a cerca de 300.000 pasajeros. En un comunicado, la patronal advirtió que el control aéreo francés “ha demostrado ser uno de los puntos débiles del sistema europeo”, con algunos de los peores índices de retrasos del continente.
Entre las aerolíneas más afectadas se encuentra Ryanair, que ha tenido que cancelar 400 vuelos y dejar en tierra a más de 70.000 pasajeros. La compañía ha denunciado que estas cancelaciones coinciden “una vez más” con el arranque de las vacaciones de verano, uno de los periodos de mayor afluencia de viajeros en Europa. También ha criticado duramente que los sobrevuelos “sigan sin estar protegidos” durante las huelgas nacionales del sector del control aéreo francés.
Una huelga con fondo estructural
El paro ha sido secundado por unos 270 controladores franceses, alrededor del 20% del total del colectivo, compuesto por unos 1.400 profesionales, según datos recogidos por la agencia AFP. El origen de la protesta se encuentra en el profundo malestar que los sindicatos mantienen con la DGAC.
Tras dos reuniones sin acuerdo, Unsa-Icna mantuvo la convocatoria, a la que se sumó Usac-CGT, el tercer sindicato del sector, que denunció un “contexto social gravemente deteriorado”. Ambos critican lo que consideran una gestión “tóxica” y “autoritaria” por parte de la administración, así como la falta de modernización de las herramientas necesarias para garantizar la eficacia del servicio. En un comunicado, Unsa-Icna apuntó directamente a “la insuficiencia estructural de personal” como la principal causa de los retrasos y del bajo rendimiento del sistema de navegación aérea francés.
Desde la DGAC, sin embargo, lamentaron el momento elegido para el paro, al coincidir con los días de mayor tránsito aéreo del año. El ministro de Transportes, Philippe Tabarot, descartó atender las demandas de los sindicatos, que calificó de “minoritarios” y “inaceptables”, al tiempo que criticó la decisión de convocar la huelga en plena operación salida del verano.
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