Coches en llamas y macetas movidas: un policía desmiente una “persecución” al juez que investigó al magnate Cursach
Uno de los dos policías nacionales que durante los últimos años ha sacado a la luz las presuntas irregularidades que se habrían cometido tras las cortinas del caso Cursach ha desmentido la supuesta “persecución” a la que el exjuez de la causa, Manuel Penalva, aseguró haber sido sometido mientras investigaba un presunto entramado mafioso en torno al magnate Bartolomé Cursach.
Se trata del mismo comisario que, junto a su compañero, durante el macrojuicio celebrado el año pasado contra Cursach y otros 16 acusados, manifestó que Penalva, el exfiscal Miguel Ángel Subirán y cuatro policías nacionales del Grupo de Blanqueo conformaron una “unidad de actuación” con determinados testigos a los que habrían utilizado como “misiles teledirigidos” para apuntalar sus tesis incriminatorias y acusar en falso al empresario de la noche así como a otros investigados que acabaron en prisión fruto de estas inculpaciones. “Sembraron el terror entre sus víctimas”, llegaron a aseverar los dos policías.
El comisario ha declarado este miércoles en el marco del juicio que, en esta ocasión, sienta en el banquillo a los antiguos investigadores del caso Cursach por presuntos delitos de detención ilegal, obstrucción a la justicia por presuntamente presionar e intentar ablandar a varios investigados, prevaricación judicial y revelación de secretos al filtrar información a la prensa mientras el caso Cursach se encontraba bajo secreto sumarial. La Fiscalía Anticorrupción reclama 118 años de cárcel para Penalva y 121 para Subirán.
Durante su declaración como acusado, Penalva aseguró que se vio sometido a episodios de amenazas e intimidación, además de apuntar que, según le manifestó una fuente “fidedigna pero que ya no está viva”, el empresario mallorquín “vigilaba” e “investigaba” sus cuentas y sus movimientos. “Esa persona me dijo que tuviera cuidado, que Cursach me estaba vigilando”, incidió al ser preguntado por el chat de WhatsApp que, bajo el nombre de 'Sancus', mantenían abierto el exjuez, Subirán y los cuatro policías nacionales en paralelo a la instrucción del caso Cursach y cuyo contenido ponía en entredicho su actuación al frente de la causa. “Si nosotros hablábamos por WhatsApp es porque éramos conocedores de que estábamos sometidos a vigilancias por el señor Cursach”, comentó.
Frente a tales acusaciones, el comisario que ha declarado este miércoles ha aseverado que “no son ciertas las persecuciones y las amenazas denunciadas por Penalva, y me pueden preguntar por cada una”. Entre ellas, se ha referido al incendio de un coche que, ha señalado, no era del exjuez. “Se hizo una investigación concienzuda. El grupo de Atracos investigó y comprobó que el vehículo no era suyo”, ha explicado.
No en vano, en el chat de WhatsApp que los antiguos investigadores mantenían abierto, Penalva llega a manifestar: “Como hice la mili en el servicio secreto militar y de ahí mis dotes incontestables de brillante e ingenioso investigador, pienso que no tiene sentido que fueran a por mi coche porque lo normal en ese caso es que al autor en cuestión le dieran matricula y modelo y no la plaza de aparcamiento donde además puede aparcar fácilmente cualquiera que no sea el objetivo. ¿No?”.
“Tiene sentido. Yo creo que es pura casualidad, pero ya verán qué averiguan”, tercia la subinspectora del Grupo de Blanqueo participante en el grupo, la cual también está siendo investigada junto a Penalva. En otro momento de la conversación, se lee al exjuez manifestar: “Como se nota que soy un Sherlock Holmes y vosotros unos simples Anacletos”.
En otra ocasión, ha relatado el comisario, “decían que habían movido una maceta en su casa y podría haber sido un robo”, ha recordado, aludiendo a la vivienda de Penalva. “Se mandó al grupo de Robos y comprobaron que la había movido una mujer que limpiaba en su casa”, ha relatado. También ha aludido al robo de la motocicleta del exfiscal Subirán y al hecho de que éste lo interpretase como una amenaza. “En lo que va de año se han robado 361”, ha espetado el comisario. En un momento dado, en el chat de WhatsApp, Subirán manifiesta: “Yo no sé cuántas veces más voy aguantar que me entren en casa, me jodan el coche, me roben la moto, hablen de mí como lo hacen y cuántas veces me tienen que advertir qué mezcla están preparando”.
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