Palma prohibirá las galeras de caballos en 2024

El Ajuntament de Palma prohibirá en 2024 las galeras de caballos tras el acuerdo alcanzado este jueves en el pleno, a iniciativa de Ciudadanos, para avanzar progresivamente hacia la instalación de calesas eléctricas en la ciudad -una propuesta por la que ya había apostado anteriormente la formación naranja- y que en 2024 no haya equinos tirando de ellas.

La iniciativa ha salido adelante con los votos del equipo de gobierno municipal (PSIB, Més y Unides Podem) y Ciudadanos, la abstención del PP y el voto en contra de Vox. Desde Cs han celebrado que, “por primera vez”, un partido político haya llevado al Consistorio una propuesta “para que en un futuro muy cercano existan calesas eléctricas y los caballos no tengan que seguir tirando de las galeras con las inclemencias del tiempo”.

El acuerdo alcanzado este jueves, al que ha tenido acceso elDiario.es, estipula que el Ajuntament “realizará las acciones y los cambios oportunos para el cambio progresivo de todas las galeras de la ciudad hacia modalidades eléctricas y no de tracción animal” y que “establecerá una línea de subvenciones para facilitar el proceso de sustitución de todos los vehículos de galeras por modalidades eléctricas, fijando como límite el 2024”.

Caballos en malas condiciones

La problemática con las galeras viene de lejos: los caballos, en muchas ocasiones en malas condiciones (desde la desnutrición a la falta de agua o a los problemas físicos), suelen transportar a los turistas por las calles más céntricas de la capital balear, incluso en plena ola de calor. En las redes sociales circuló la semana pasada un vídeo en el que podía verse a un caballo desplomado por las altas temperaturas.

“Los caballos están en malas condiciones, muy delgados. Hay animales que no podían caminar más. Los hemos podido ver y lo hemos denunciado, pero después nunca se encuentra al caballo”, comentó a elDiario.es Guillermo Amengual, el presidente de Progrés en Verd. Este grupo animalista ha pedido en repetidas ocasiones al Ajuntament que rescate a los animales, pero hasta la fecha no se ha hecho con ninguno.

Uno de los problemas con los que se encuentra el Ajuntament es que las licencias que existen –hoy 28– son vitalicias y se pueden transmitir de padres a hijos. Además, es complicado llegar a acuerdos con los galeristas para rescatarlas por su elevado precio, que ronda unos 100.000 euros, aproximadamente, cada una. Y en el futuro podría haber peligro de que se especulase con este precio.

Pero los animalistas insisten en que las licencias, con las infracciones que se están dando, ya se podrían retirar. El regidor de Mobilitat del Ajuntament de Palma, Francesc Dalmau, explicó a elDiario.es que durante la pasada legislatura también se intentó eliminar la transmisión de las licencias intrafamiliares, pero un informe del Consell Consultiu confirmó que se debían mantener.

“No se pueden ir recuperando por parte del Ajuntament, a no ser que haya una voluntad de la persona que la cede”, un hecho que no se ha dado hasta la fecha. “Es la base de la cuestión”, reiteró Dalmau sobre el rescate de la licencia cuando su poseedor fallezca, ya que daba posibilidades de recuperarlas sin ningún tipo de inversión económica. “Es una lástima”, insistió el concejal.

Para evitar accidentes y para asegurar el bienestar de los animales, uno de los principales objetivos que perseguían tanto los animalistas como el Ajuntament de Palma era precisamente sustituir la tracción animal por unas galeras eléctricas, en la línea del acuerdo alcanzado este jueves.

Cs: “Combina el bienestar animal y los puestos de trabajo”

La portavoz de Ciudadanos en el Ajuntament, Eva Pomar, asegura en declaraciones a elDiario.es que su grupo municipal está “muy contento y satisfecho” con esta iniciativa y que “es el resultado del trabajo de muchos años”. “La situación se estaba poniendo muy complicada con el aumento de las temperaturas. Es la primera propuesta del Consistorio que combina el bienestar animal y la conservación de puestos de trabajo”, afirma.

La regidora asegura que el año 2024 es una fecha “realista” y espera que el futuro gobierno que salga de las elecciones de 2023 respete el compromiso: “Esperamos que haya un cambio de Gobierno, pero si está Ciudadanos vamos a garantizar que esto sea una realidad, no papel mojado. Nos duele que otros partidos [en referencia a Vox y PP] no hayan votado a favor. Estamos en el siglo XXI y no podemos seguir viendo las imágenes de caballos que se caen o se desmayan”. “Pedimos a los caleseros que no vayan a Barcelona a comprar más caballos”, añade.

Pomar explica que las ayudas son “a fondo perdido” y que permitirán a los caleseros subvencionar gran parte de la calesa eléctrica. Además, añade que las calesas eléctricas les permitirán trabajar más días al año y que era una petición dentro del propio sector. Respecto al futuro de los caballos, “no está claro”, dice Pomar, quien apunta que hay varias posibilidades sobre la mesa (que se queden con los caleseros, que vayan a parar a un refugio o que sean destinados a la Policía Local).