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Macron se reúne con Putin en Rusia, confiado en “soluciones históricas” para la crisis con Ucrania

El presidente ruso Vladimir Putin y el francés Emmanuel Macron en una conversación en junio de 2020.

EFE

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El presidente francés, Emmanuel Macron, se reúne este lunes en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión con más expectativas que los anteriores intentos diplomáticos. Macron, ha dicho que buscará de su interlocutor “al menos un signo de desescalada” que evite un conflicto bélico en Ucrania, e incluso ha hablado de la posibilidad de encontrar “soluciones históricas” más allá de esta crisis en una entrevista con Le Journal de Dimanche (JDD).

“Siempre he tenido un diálogo profundo con el presidente Putin. Nuestra responsabilidad es construir soluciones históricas. Creo que el presidente Putin está dispuesto”, dice Macron en la entrevista.

El presidente francés lleva días con una frenética agenda diplomática, que le ha llevado a entrevistarse por teléfono con el primer ministro británico, Boris Johnson; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; y con Krisjanis Karins, el primer ministro de Letonia, antigua república soviética fronteriza con Rusia.

“Mientras los europeos deleguemos el diálogo (...) no podremos resolver ningún conflicto, porque si dejamos a los otros hablar por nosotros, no podremos contribuir a nuestra seguridad colectiva”, ha señalado el mandatario francés a JDD.

Macron, quien ejercerá también como una suerte de representante europeo, pues su país preside la Unión Europea este semestre, se encontrará personalmente con Putin en suelo ruso casi cuatro años después de la última vez, en mayo de 2018, en las proximidades de San Petersburgo.

Mano a mano

Según fuentes del Elíseo, la reunión se prevé que comience en torno al mediodía hora local. Contará apenas con ambos mandatarios, quienes estarán acompañados por respectivos traductores y quizá asistentes que tomen apenas notas. No habrá ni ministros ni asesores presentes.

Esta conversación “tete à tete” tiene como meta aprovechar la brecha de “flexibilidad” mostrada a Putin y generar un ambiente propicio para “evitar una degradación de la actual situación”. Actualmente, ya están desplegados en torno a 130.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania.

El Elíseo asume, no obstante, que esta visita no resolverá por sÍ sola el conflicto, aunque cree que puede ser un excelente punto de partida.

Macron y Putin han hablado por teléfono al menos cuatro veces desde el recrudecimiento del conflicto en la frontera ruso-ucraniana hace dos meses. La semana pasada, el dirigente galo había preparado el terreno enviando a su emisario especial para Rusia, Pierre Vimont.

La Presidencia francesa es consciente de que uno de los desencadenantes de esta crisis es el posible ingreso de Ucrania en la OTAN, la alianza militar que engloba a Estados Unidos, Canadá y a una buena parte de los Estados europeos. Rusia no quiere ver ese escenario ni en pintura, como tampoco una futura adhesión de Ucrania a la UE.

“Ucrania solo tiene ojos para la UE”

Macron anhela traer signos esperanzadores al jefe de Estado ucraniano, Volodímir Zelenski, con quien se reunirá en Kiev este martes. Será la primera visita del presidente galo en su quinto año de mandato.

La eurodiputada francesa Nathalie Loiseau, presidenta de la subcomisión europea de Seguridad y Defensa, ha felicitado las maniobras diplomáticas del líder francés, ella que acaba de regresar de una visita a Kiev.

“Encontrará un país (Ucrania) que solo tiene ojos para la UE”, ha indicado Loiseau, en una tribuna también publicada en JDD.

La intensa agenda internacional de Macron esta semana puede culminar con una entrevista con el canciller alemán, Olaf Scholz, y con un encuentro con el jefe de Estado polaco, Andrzej Duda.

“Polonia tiene una sensibilidad especial, que hay que respetarla y tener en cuenta el recelo en relación a los tiempos soviéticos”, apuntan las fuentes del Elíseo.

La presidencia gala ha descartado que Estados Unidos entre en el llamado cuarteto de Normandía, un grupo creado en 2014 para abordar la crisis en el Donbás y que agrupa a Rusia, Ucrania, Francia y Alemania.

“No tenemos un problema a priori para que entre Estados Unidos, pero a Rusia no le debe de agradar la presencia de Washington en ese grupo”, constata el Elíseo. Mientras, los estadounidenses han decidido incrementar en 3.000 hombres su presencia militar en el flanco oriental de la OTAN.

El presidente francés también ha vuelto a hablar con Biden este domingo sobre los “esfuerzos diplomáticos y de disuasión” con Moscú ante la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania y los crecientes temores a una invasión rusa.

“Los líderes discutieron los esfuerzos diplomáticos y de disuasión en marcha en respuesta a la continuada escalada militar rusa en la frontera con Ucrania”, ha señalado la Casa Blanca en un breve comunicado.

Biden y Macron han reafirmado, asimismo, el “respaldo por la soberanía e integridad de Ucrania”. Por último, los dos líderes han recalcado que “se mantendrán en contacto y continuarán sus consultas con los aliados y socios, incluida Ucrania”.

Scholz en Washington

Este lunes será el canciller alemán, Olaf Scholz, quien se reúna con Biden en Washington. En vísperas de este encuentro, Scholz ha asegurado que sus esfuerzos diplomáticos con respecto a la crisis de Ucrania van dirigidos a “evitar una guerra en Europa”.

El propósito del encuentro, según ha dicho el canciller en una entrevista con la cadena pública ARD, es “concretar” detalles de una doble estrategia que pasa por hacer que una agresión militar por parte de Rusia tenga “un alto coste” y al mismo tiempo promover “que se vuelva a hablar”, algo que según dijo “ha funcionado”.

Se trata ahora de “impulsar” las negociaciones en los diversos formatos “hasta que salgan de ellas resultados concretos”, ha afirmado, y ha admitido que hasta ahora “están marcadas todavía por los reproches mutuos”.

Preguntado por las críticas a la supuesta complacencia alemana con respecto a Moscú, el canciller ha afirmado que ésta es “una percepción falsa que no domina en Washington” y ha defendido su política de no suministrar armas a zonas en conflicto.

“La mayoría de los alemanes lo ve igual que yo, que el Gobierno y también mi predecesora,” ha dicho, en referencia a la excanciller Angela Merkel, y ha agregado que es su “responsabilidad” actuar “en interés del pueblo alemán”.

En cuanto a las posibles sanciones contra Rusia, el canciller ha rehusado una vez más hacer referencia explícita a una posible suspensión de los permisos del gasoducto Nord Stream 2, ahora paralizados, aunque ha destacado que el potencial castigo sería “de amplio alcance y muy duro”.

“Hemos estudiado cada una de las medidas por separado y no hay nada que esté excluido. Está claro que Rusia sabe, que puede imaginar de qué se podría tratar, pero que posiblemente sea mucho más que eso,” ha afirmado.

La “fortaleza” de la respuesta occidental es que se coordina a través de la OTAN, de la Unión Europea y en bilateral con Washington, ha asegurado, en lugar de “hacer cada uno una cosa, a brochazos, por querer presentar algo en su Parlamento”.

Scholz se ha defendido también de las críticas de la oposición, que le acusa de haber estado poco presente y de falta de liderazgo en tiempos de crisis. “No se trata de decir algo cada día, sino de hacer cada día algo para poder asegurar la paz en Europa”, ha dicho.

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