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Preguntas y respuestas sobre el acuerdo entre Israel, Emiratos, Baréin y EEUU (y sus consecuencias)

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; el presidente de EEUU, Donald J. Trump; el ministro de Exteriores de Baréin, Khalid Bin Ahmed Al-Khalifa; y el ministro de exteriores emiratí, Abdullah bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, durante la firma del acuerdo.

Javier Biosca Azcoiti

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El presidente estadounidense, Donald Trump, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y los ministros de exteriores de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin han escenificado en la Casa Blanca la firma de los acuerdos para normalizar las relaciones entre los dos Estados árabes e Israel. La mediación e insistencia de Estados Unidos han sido clave. El acto representa una victoria para Trump, que pretende encarar la campaña como el único candidato que puede traer la paz a Oriente Medio tras décadas de conflicto.

Estas son las claves del proceso:

¿Por qué es “histórico”?

La última celebración de este tipo tuvo lugar en 1994, cuando el presidente Bill Clinton se sentó en Washington entre el primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, y el rey Hussein de Jordania para firmar una declaración que serviría para la normalización de relaciones entre ambos. 15 años antes, en 1979, había ocurrido algo similar: en el centro, el presidente Jimmy Carter agarraba de la espalda con los brazos abiertos al presidente egipcio, Anwar Sadat, y al primer ministro israelí, Menachem Begin, mientras estos se estrechaban la mano.

Hasta ahora, Egipto y Jordania eran los únicos países árabes con relaciones oficiales con el Estado de Israel. En tan solo un mes, Trump ha conseguido que Emiratos y Baréin se sumen al club. De paso, él es el tercer presidente de la historia de EEUU que consigue una foto de este tipo.

¿Cuál es el plan de EEUU?

Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump no ha escondido su afinidad con Netanyahu en el marco del conflicto árabe-israelí. Aun así, el Gobierno de EEUU está dedicando un gran esfuerzo a lo que Trump llama “el acuerdo del siglo” para lograr la paz entre Israel y los Estados árabes, tradicionalmente enfrentados por la cuestión palestina.

El objetivo de Washington es atraer a más Estados árabes hacia la normalización de relaciones con Israel. “Hay cinco o seis países que se unirán muy rápido”, ha afirmado Trump durante la ceremonia sin especificar nombres. “Están cansados de luchar y quieren paz. Habrá más anuncios”. Por su parte, Jared Kushner, uno de los artífices de esta política y asesor del presidente, ha señalado: “Creo que lo que van a ver hoy es el inicio del final del conflicto árabe-israelí”.

El presidente Trump cree que su estrategia finalmente forzará a los palestinos a sumarse al plan diseñado en Washington. “Cuando empecemos a sumar al resto de países, [los palestinos] se sentarán en la mesa, 100%. De hecho están llegando a un punto en el que quieren llegar a un acuerdo. No lo dirán abiertamente. Quieren llegar a un acuerdo, si no, serán dejados ahí fuera en el frío”, ha dicho este martes.

¿Qué opina Palestina?

Ambos acuerdos se han anunciado como un gran paso para la paz en la región y para la resolución del conflicto con Palestina. De hecho, EAU y EEUU presumen de haber frenado la anexión israelí de parte de Cisjordania debido al acuerdo. Esta anexión era una promesa de Netanyahu que, sin embargo, se niega a descartar por completo. Fuentes diplomáticas palestinas declararon a elDiario.es que el acuerdo con EAU es “una puñalada a la historia y al legado de sacrificio por la liberación”.

“Ojalá no viva nunca la agonía de ver cómo le roban su país; ojalá no sienta nunca el dolor de vivir en cautiverio bajo una ocupación; ojalá no sea testigo nunca de la demolición de su casa o el asesinato de sus seres queridos. Ojalá no le vendan nunca sus 'amigos'”, escribió Hanan Ashrawi, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), al príncipe heredero de EAU, Mohamed bin Zayed .

Mohamed Shtayeh, primer ministro palestino, ha llamado al boicot de la firma de los acuerdos, que ha calificado como “un golpe mortal” para la solidaridad entre países árabes. El paso dado por los dos Estados árabes “asesta el golpe de gracia” a la Iniciativa de Paz Árabe de 2002“, dice Shtayeh.

¿Qué es la Iniciativa de Paz Árabe?

La Iniciativa de Paz Árabe era una breve propuesta del mundo árabe para llegar a un acuerdo de paz en el que los países árabes se comprometían a dar por finalizado el conflicto y a normalizar relaciones con Israel a cambio, entre otras cosas, del establecimiento de un Estado palestino y la vuelta de Israel a las fronteras de 1967.

El texto establece lo siguiente:

“Retirada completa de los territorios árabes ocupados, incluidos los Altos del Golan, a la línea del 4 de junio de 1967; llegar a una solución justa al problema de los refugiados palestinos de acuerdo con la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU; aceptar el establecimiento de un Estado palestino independiente y soberano en los territorios palestinos ocupados desde el 4 de junio de 1967 en Cisjordania y la Franja de Gaza con Jerusalén Este como capital. A cambio, los países árabes harán lo siguiente: considerar terminado el conflicto árabe israelí; firmar un acuerdo de paz con Israel; y establecer relaciones normales con Israel en el marco de una paz completa”.

El plan está basado en la resolución 242 del Consejo de Seguridad aprobada poco después de la Guerra de los Seis Días de 1967. La resolución enfatiza “la inadmisibilidad de la adquisición de territorio a través de la guerra” y solicita “la retirada de las fuerzas armadas de Israel de los territorios ocupados en el reciente conflicto”. El texto también pide “el cese de todos los estados de beligerancia y el respeto y reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los Estados en la zona”.

La Iniciativa de Paz Árabe supuso un cambio de doctrina para los Estados Árabes, que justo después de la guerra de 1967 habían establecido la política de 'los tres noes': “No a la paz con Israel, no al reconocimiento de Israel y no a las negociaciones”.

¿Han contado los firmantes con la Autoridad Palestina?

No. Palestina no ha participado en la elaboración del acuerdo como tampoco ha participado en las negociaciones para la normalización de relaciones entre EAU, Baréin e Israel. Palestina es protagonista ausente de todo este proceso y no considera a los EEUU de Trump como un mediador legítimo tras cuatro años de agravios.

En diciembre de 2017, el presidente reconoció Jerusalén como la capital indivisible de Israel y unos meses más tarde trasladó allí la embajada. La cuestión de la capitalidad es una de las más relevantes del conflicto. Poco después, Trump ordenó el cierre de la oficina de la Organización Para la Liberación de Palestina en Washington, que en términos prácticos ejercía de embajada de Palestina en EEUU. Ese mismo día, la Administración Trump también amenazó a la Corte Penal Internacional, que está investigando posibles crímenes de guerra cometidos por Israel: “No permitiremos a la Corte Penal Internacional ni a ninguna otra organización limitar el derecho de Israel a defenderse”, afirmó el entonces asesor de seguridad nacional, John Bolton.

En marzo de 2019, Estados Unidos reconoció los Altos del Golán ocupados a Siria como parte de Israel. El mismo año, Trump revirtió años de política exterior estadounidense y afirmó que los asentamientos en territorio ocupado no violan el derecho internacional (a pesar de la opinión de la ONU). Trump también ha sacado a EEUU de la UNESCO por su supuesto “sesgo contra Israel” y ha cortado la financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA). “Cuando yo llegué, EEUU pagaba a Palestina 750 millones de dólares y yo pregunté: ¿por qué se les paga tanto si no nos tratan con respeto? Como saben yo corté los pagos”, ha afirmado este martes el presidente.

¿Es una sorpresa el paso de EAU y Baréin? ¿Quién será el próximo?

EAU y Baréin ya tenían algún tipo de relación con Israel antes de la firma de este acuerdo de normalización. De hecho, Baréin envió en 2017 una delegación a Israel y el año pasado celebró en su capital –a pesar de las objeciones palestinas– una de las conferencias sobre la que se sostiene el acuerdo. Respecto a EAU, altos cargos emiratíes han mantenido varias conversaciones y encuentros con Netanyahu desde 2012. Los tres países tienen un enemigo común: Irán.

En la ceremonia de este martes también estaba presente, aunque únicamente en calidad de invitado, el embajador de Omán en EEUU. Omán, que oficialmente no tiene relaciones con Israel, ha dado la bienvenida a los tratados de normalización y es un firme candidato a sumarse al club. En 2018 Netanyahu se reunió con el sultán Qaboos bin Said al Said y el ministro de Exteriores del país afirmó que “quizá es el momento de tratar a Israel igual que al resto y que tenga las mismas obligaciones. Es un Estado presente en la región y todos lo entendemos”. Trump asegura que pronto se unirán al club de países árabes con relaciones con Israel otros “cinco o seis Estados”.

¿Qué opina la Liga Árabe de todo esto?

A pesar de haber ratificado en varias ocasiones su apoyo a la Iniciativa de Paz Árabe, la Liga Árabe no fue capaz de consensuar el pasado miércoles una declaración conjunta para rechazar la decisión de EAU de normalizar relaciones con Israel, pese a la petición de los palestinos. La propuesta se topó con la negativa de Emiratos, Jordania, Omán y Baréin.

“La Liga Árabe se ha convertido en símbolo de la inacción árabe”, denunció el lunes el primer ministro palestino, que ha afirmado que presentará al presidente Mahmoud Abbas una recomendación para reconsiderar sus relaciones con la organización.

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