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“La solución no está en el euro ni en el dracma, está en derribar el capitalismo”

El eurodiputado del Partido Comunista Griego (KKE) Kostas Papadakis, en la sede del partido en Atenas.

Andrés Gil

El KKE (Partido Comunista Griego) se mantiene inalterable. “El problema no es euro o dracma, sino derribar el capitalismo y socializar los medios de producción”, explica el eurodiputado del KKE, Kostas Papadakis (Atenas, 1975). Por eso, no participarán en ningún gobierno “que suponga la administración del capitalismo”, y afirman que Alexis Tsipras, y su partido, Syriza, han sido un “Gobierno contra el pueblo”.

Grecia afronta las segundas elecciones en nueve meses, ¿qué pueden resolver?

Existe un principio político común entre los partidos que han apoyado el memorándum: que no hay margen y no hay alternativa. Nosotros decimos que el memorándum está aquí y hay que rechazar a los partidos que están con este memorándum, que es una continuación de los previos, que siguen vigentes. Nueva Democracia, Potami, Pasok, Anel y Syriza  votaron estas medidas. Además, no se trata sólo de quién votó el memorándum, es que todos los partidos que participan en la campaña, excepto el KKE, están al servicio de la economía capitalista. Sus propuestas políticas tienen una base común: para salir de esta crisis tenemos que reforzar el capitalismo, la economía de mercado, para conseguir cierto alivio después de años de desarrollo capitalista. Este camino ya lo hemos probado y ya hemos visto cuáles son los frutos: no hay futuro para el pueblo en una economía capitalista. Es importante combatir la economía capitalista, la producción capitalista y a los propietarios capitalistas. El asunto crucial es quién posee los medios de producción, las empresas, las fábricas, y ese es el factor fundamental para que el pueblo, si posee esas fábricas y medios de producción, se pueda salir de la UE. Si no, si cambias la sólo la moneda, por ejemplo, y hay partidos que defienden que sólo por cambiar la moneda la economía estará al servicio de la gente, nada cambia. Incluso con euro o dracma, si la economía es capitalista, el pueblo seguirá sufriendo y los capitalistas seguirán enriqueciéndose.

¿El último memorándum que aceptó el Gobierno de Tsipras evidencia que no hay espacio para una alternativa en Europa?

El hecho es que mucha gente se ha sentido decepcionada porque se habían creído el cuento de Syriza, que puede haber una solución fácil, un voto fácil, basado en que la gente crea que es difícil cambiar la realidad por completo. Creyeron que al menos alguna cosa podía hacerse, alguna medida... Como partido hemos luchado contra esta tesis del llamado Gobierno de izquierdas. Hemos dicho que no hay soluciones fáciles para problemas difíciles y profundos, con grandes enemigos, que necesitan cambios fundamentales. No podemos defraudar ni engañar, no es fácil. El Gobierno de Syriza ha llevado a una bancarrota total, y lo que ha sido confirmado es que no hay soluciones fáciles. El voto sólo no cambia la vida. Decimos que la vida de la gente tiene que cambiar, hay que participar en el movimiento social, en el movimiento obrero, en los sindicatos... Porque el resto, los gobiernos y los oligarcas, están trabajando día y noche para enriquecerse cada día más y explotar a los trabajadores y las clases populares. Hay mucha distancia entre el nivel del ataque de los oligarcas y la respuesta de la gente, y esa distancia tiene que reducirse. El pueblo debe reforzarse porque lo importante es que la gente confíe en el único partido que ha sido sincero.

Syriza ha sido un gobierno contra el pueblo y Unidad Popular, la escisión de Syriza, es un remake de la primera película que ya han visto los trabajadores. Especialmente las figuras de Unidad Popular, fueron ministros de primera línea que aprobaron el segundo memorándum. Los memorándum no se han ido de vacaciones en los siete meses de gobierno de Syriza. Han estado aquí. Y estos ministros han sido responsables porque han intentado calmar a la gente, porque, decían, era un gobierno de izquierdas que estaba negociando para aprobar leyes. No tumbaron el gobierno entonces, se mantuvieron en los ministerios hasta el final, se mantuvieron hasta la votación del memorándum y, cuando dimitió el Gobierno fue cuando se marcharon. Son muy responsables de esta situación y promovieron la teoría de la solución del dracma, pero no hay solución con dracma en una Grecia capitalista. Este partido representa intereses de capitalistas griegos a favor de la idea del dracma por beneficio propio.

Si la solución no pasa por el euro ni el dracma, ¿cuál es la alternativa?

Lo crucial es quién tiene en sus manos la economía, las fábricas, los monopolios... Luchamos por la socialización de los medios de producción, la socialización de la economía y su planificación, por la distribución de la propiedad, para que los trabajadores se desenganchen de la UE y de la deuda, que no es suya y que ha sido creada por los monopolios, los fondos, la OTAN y contra los trabajadores. Decimos al pueblo que con un KKE fuerte lucharemos contra los memorándum, las políticas reaccionarias que sirven a la UE y la oligarquía. La gente debe decidir, organizar la lucha y su economía. El KKE está en esa misión, no queremos administrar el capitalismo ni tomar partido en gobiernos capitalistas; rechazamos el capitalismo para construir nuestra propia economía. Hay mucha gente que dice que aunque no tenga el voto decidido apoya al KKE porque tenía razón, en el movimiento obrero y en sus luchas.

¿Los poderes económicos y políticos permitirán que Grecia pueda seguir un camino alternativo?

Lo importante es tener un pueblo decidido detrás.

Tsipras lo tuvo tras el referéndum...

El referéndum fue una gran trampa. Lo que pasó es que había una pregunta sobre unas propuestas europeas, pero no sobre las propuestas del Gobierno, que estaban sobre la mesa. Así, no había compromisos para el día siguiente. El pueblo votó en contra de esas propuestas, pero se abría la puerta a otras propuestas o propuestas del Gobierno, y el NO se convirtió en SÍ y llegó el nuevo memorándum. Nuestro partido dijo que no aceptaba las propuestas de la troika ni de las del Gobierno, y ahora mucha gente nos da la razón. 

Lo importante es tomar tus decisiones, organizar la lucha y en el momento crucial socializar las fábricas y la economía. Cuando tomas las fábricas desde el principio para el pueblo, recibes los beneficios que ahora están en los bolsillos de los oligarcas, y esto dará un respiro cuando la presión fuera mayor. 

Podemos buscar puntos de encuentro para el intercambio comercial con otros países porque ahora el problema es que Grecia está rechazando a países por sus compromisos con la UE.

¿Rusia?

Puedes ver que durante muchos meses no pudimos desarrollar una cooperación provechosa con Irán y nos obligaron a comprar energía en otros sitios más caros. Tampoco es que Rusia o China nos fueran a dar dinero obligatoriamente, y menos por nada. Cada uno tiene sus intereses, como la UE y otras economías. Pero nos relacionaríamos con otros países con los que ahora no podemos, de Oriente Próximo, África, América Latina, con los que podemos organizar nuestro comercio.

Creemos que hay paralelismos con otros países y los pueblos deben confiar en su propio camino, y lo importante es que el pueblo crea en su fuerza para desarrollar el movimiento obrero y que el KKE tenga fuerza suficiente para alimentar la lucha del pueblo desde el primer día.

¿Qué resultados esperan?

Esperamos mejorar, no sabemos cuánto, es importante que los neonazis de Amanecer Dorado pierdan apoyo, y algunos dicen que podemos ser terceros [en enero lograron 15 escaños y un 5,47% de los votos]. ¿Por qué no? Pero lo importante es reforzar el KKE y mandar el mensaje claro de que el pueblo está más concienciado y concentrado en rechazar la explotación capitalista.

¿No apoyarán ningún gobierno de Syriza y Unidad Popular?

No lo hicimos cuando no había hechos concretos, ahora después del tercer memorándum no lo haremos. Pero el criterio no es lo que dicen qué harán, es que en este contexto de explotación capitalista en la UE no puede haber ningún gobierno a favor del pueblo. Syriza dijo en enero que tocarían la música y los mercados bailarán a su ritmo. Pero las reglas de la economía capitalista las conocemos y no es que queramos que los mercados bailen a nuestro son, sino derribar esta economía, es la única solución. Es difícil, pero es la única perspectiva real. Lo fácil, nos lo ha enseñado la historia, nos ha llevado a la bancarrota.

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