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Crece la presión dentro del gobierno británico para forzar la dimisión de May

El partido conservador aumenta la presión para forzar la dimisión de May.

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Altos cargos del gabinete de la primera ministra británica, Theresa May, han rechazado este miércoles su nueva propuesta de ley para el Brexit, presentada este martes y con la que pretendía ganarse el apoyo de algunos diputados de la oposición. Su objetivo es que la Cámara de los Comunes apruebe el Acuerdo de Retirada negociado entre la primera ministra y Bruselas.

El Comité 1922, formado por miembros del grupo parlamentario de los tories, se ha reunido este miércoles para tratar de cambiar las normas de la formación y poder volver a someter a May a una moción de confianza interna. La líder conservadora salió airosa, por un ajustado nueve contra siete, de una votación en diciembre y la normativa actual establece que debe transcurrir un año hasta que pueda volver a convocarse otra.

Julian Smith, whip conservador (persona encargada de que los parlamentarios de su partido voten conforme a lo indicado por la formación), se ha reunido con el ejecutivo del Comité 1922. El líder del comité, Graham Brady, ha fijado una reunión con May para este viernes, donde según el diario británico The Guardian, le comunicará a la primera ministra el poco apoyo que tiene dentro del partido. El diario The Times asegura que la primera ministra presentará su dimisión tras esa reunión.

El Acuerdo de Retirada negociado por Theresa May en Bruselas ha sido rechazado hasta en tres ocasiones en la Cámara de los Comunes y con las medidas anunciadas el martes, la primera ministra esperaba ganar aire y lograr mayores apoyos. Entre algunas de las promesas estaba el compromiso de que la Cámara de los Comunes votase sobre la posibilidad de convocar un segundo referéndum, así como la posibilidad de una unión aduanera temporal. El Gobierno británico había previsto someter a votación el Acuerdo de Retirada en la Cámara de los Comunes el 7 de junio.

Sin embargo, las medidas propuestas por May han provocado el rechazo de altos cargos de su partido, que piden su renuncia cuando apenas quedan unas horas para el comienzo de las elecciones al Parlamento Europeo, unos comicios en los que las encuestas auguran una caída en picado del Partido Conservador.

En este contexto, Andrea Leadsom, la líder de la Cámara de los Comunes, ha anunciado su dimisión. “Ya no creo que nuestra estrategia vaya a cumplir el resultado del referéndum”, ha señalado en una carta a la primera ministra. “No creo que vayamos a ser un Reino Unido realmente soberano con este acuerdo que se propone ahora”, ha añadido.

Sajid Javid, David Mundell y Penny Mordaun, son algunos de los ministros que han rechazado la propuesta anunciada por May este martes. Otros altos cargos, entre los que se encuentra Michael Gove, han dejado entrever que resultaría imposible lograr una mayoría para aprobar el plan de retirada de May, y han considerado retirar la promesa de someterlo a referéndum.

El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, Tom Tugendhat, ha sido el último diputado en pedir abiertamente la renuncia de May. “El Partido Conservador tiene una última oportunidad para salvar al país de este desastre. La única pregunta que debemos hacernos ahora es qué y quién viene a continuación”, ha escrito en un artículo en Financial Times.

El plan de retirada de May, rechazado por su formación

El paquete de diez medidas anunciado por May incluía, entre las otras propuestas, una unión aduanera “temporal”, resultado de la falta de acuerdo entre tories y laboristas, una ley que asegure los derechos de los trabajadores frente a la UE, la garantía de que no habrá cambios en el nivel de protección medioambiental y la promesa de que los parlamentarios votarán sobre los tratados que establezcan la relación futura con la Unión Europea.

El principal obstáculo para la aprobación del acuerdo negociado por Theresa May con Bruselas es la denominada cláusula del 'backstop' o salvaguarda, que establece que, a falta de un acuerdo comercial futuro entre ambas partes, Reino Unido permanecerá en la unión aduanera. El objetivo de esta medida es impedir el establecimiento de una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte, que quedaría fuera del bloque comunitario.

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