El jefe del Ejército de Netanyahu asegura que la línea amarilla de Gaza es una nueva “frontera” para Israel
La “línea amarilla” que divide Gaza según el plan de alto el fuego de Donald Trump es una “nueva frontera” para Israel, según ha declarado el jefe militar del país a los soldados desplegados en el territorio.
El jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, ha afirmado que Israel mantendrá sus posiciones militares actuales. Estas le otorgan el control de más de la mitad de Gaza, incluida la mayor parte de las tierras agrícolas y el paso fronterizo con Egipto.
“La 'línea amarilla' es una nueva línea fronteriza, que sirve como línea defensiva avanzada para nuestras comunidades y línea de actividad operativa”, dijo Zamir el lunes durante una visita para reunirse con reservistas israelíes en el norte de Gaza, donde también visitó las ruinas de las ciudades palestinas de Beit Hanoun y Jabaliya.
“Tenemos control operativo sobre amplias zonas de la Franja de Gaza y permaneceremos en esas líneas de defensa”, afirmó Zamir, según una transcripción en inglés de sus declaraciones proporcionada por un portavoz militar.
Los palestinos se vieron obligados a abandonar esta parte oriental de Gaza por los ataques israelíes y las órdenes de evacuación. Casi toda la población superviviente, más de dos millones de personas, se encuentra ahora hacinada en una estrecha zona de dunas costeras más pequeña que Washington D.C.
El compromiso de Zamir de mantener las tropas en Gaza parece contradecir el acuerdo de alto el fuego firmado en octubre, que especifica que “Israel no ocupará ni anexionará Gaza”.
El plan de 20 puntos de Trump compromete al Ejército israelí a “entregar progresivamente” el territorio palestino a una fuerza de seguridad internacional (ISF) hasta que se haya “retirado completamente de Gaza”, salvo un pequeño perímetro de seguridad en la frontera.
El Gobierno israelí se ha negado a comentar si la declaración de Zamir refleja la política oficial. Un funcionario dijo que las fuerzas israelíes están “desplegadas en Gaza de acuerdo con el esquema del alto el fuego” y acusó a Hamás de violar el alto el fuego.
El acuerdo de alto el fuego vincula la salida de las fuerzas israelíes a la desmilitarización de Hamás, sin establecer un mecanismo o un plazo para que eso ocurra.
Una resolución de la ONU aprobada el mes pasado autorizó la creación de la ISF, pero ningún país ha comprometido aún tropas para ponerla en marcha. Algunos han expresado su interés en unirse a una fuerza de mantenimiento de la paz, pero ninguno quiere arriesgarse a que sus soldados reciban la orden de luchar contra Hamás, a pesar de la presión de la Administración Trump.
El Ejército israelí ha construido nuevos puestos avanzados de hormigón a lo largo de la línea amarilla para fortificar sus posiciones y la ha declarado frontera letal, a pesar de que no siempre está claramente marcada y de que existe un alto el fuego. Los soldados han matado repetidamente a palestinos a los que acusan de cruzarla, incluidos niños pequeños.
Los bloques de hormigón colocados para marcar algunos tramos de la línea también se han utilizado para ampliar la ocupación militar de Gaza por parte de Israel. Las imágenes de satélite muestran que algunos marcadores se han colocado a cientos de metros más allá de la frontera acordada en los mapas del alto el fuego.
El ejército estadounidense también ha estado planificando la partición a largo plazo de Gaza con la línea amarilla como referencia y un funcionario estadounidense ha descrito la reunificación como “una aspiración”.
Los documentos a los que ha tenido acceso The Guardian prevén la división del territorio en una “zona verde” bajo control militar israelí e internacional, donde se iniciaría la reconstrucción, y una “zona roja” que quedaría indefinidamente en ruinas.
0