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The Guardian en español

La UE advierte a las aerolíneas británicas que pueden perder sus rutas europeas tras el Brexit

Costa Rica recibe el primer vuelo directo de British Airways desde el R.Unido

Daniel Boffey

Bruselas —

Funcionarios de la UE han advertido a aerolíneas como easyJet, Ryanair y British Airways que tendrán que radicarse en el continente y vender acciones a ciudadanos europeos si quieren mantener sus rutas en la UE tras el Brexit.

En reuniones privadas, los ejecutivos europeos recordaron a las principales aerolíneas radicadas en el Reino Unido que para poder seguir operando las rutas dentro del continente, por ejemplo, Milán-París, deberán tener la empresa radicada en territorio de la UE y la mayoría de las acciones deberá estar en manos de ciudadanos de la Unión.

La noticia, que llega a días de que se ponga en marcha el artículo 50, aumenta las posibilidades de que las aerolíneas cambien el lugar de sus oficinas principales, con las consecuencias económicas que eso traería para el Reino Unido, incluyendo la pérdida de empleos.

La aplicación de esta línea dura por parte de la UE podría dar pie al Reino Unido para hacer lo mismo con sus propias normativas nacionales, obligando a las aerolíneas radicadas en la UE a tomar decisiones igual de difíciles, potencialmente disminuyendo la inversión en el Reino Unido a corto plazo, aunque algunas podrían establecer filiales británicas.

Para empresas como easyJet, la posibilidad de operar rutas dentro de la UE ha sido una parte esencial de su modelo de negocio, por lo que puede haber voluntad en las aerolíneas de invertir fuera del Reino Unido para mantener esa cuota del mercado.

Algunas aerolíneas ya han comenzado a mirar dónde radicarse dentro de la UE y cómo asegurarse de que la mayoría de sus acciones quede en manos de accionistas de la Unión, probablemente obligando a los accionistas británicos a vender.

Pero otras empresas conservan, hasta ahora, la esperanza de que la Comisión Europea sea flexible en la aplicación de las reglas del actual acuerdo de aviación.

Sin embargo, los funcionarios de la UE fueron claros en la reunión sobre la rigidez de las normas, expresando la preocupación que tienen altos cargos de la UE de que la mayoría de la industria del transporte aéreo no es consciente de las consecuencias que traerá la decisión del Reino Unido de dejar el bloque.

Representantes de easyJet, IAG –propietaria de British Airways–, Ryanair y Tui Group, cuya cartera de aerolíneas incluye a Thomson, se reunieron la semana pasada con el equipo de la UE asignado a trabajar en el Brexit. Eso fue después de otra reunión la semana anterior entre el equipo de la UE y ejecutivos de Air France-KLM, Finnair, Lufthansa y SAS, como parte de los esfuerzos de la UE para llegar a acuerdos con accionistas.

Thomas van der Wijngaart, experto en transporte aéreo del despacho legal Clyde & Co, señaló a the Guardian que las consecuencias económicas para el Reino Unido podrían ser importantes, si las aerolíneas modifican sus estructuras económicas y operativas y fortalecen su presencia en el continente.

“Podría suceder que las aerolíneas elijan operar sus vuelos domésticos [en el continente] con nuevas licencias europeas, lo cual significaría una reducción de personal en el Reino Unido,” advirtió.

Ryanair critica el “optimismo lunático” de May

Gran Bretaña participa de un acuerdo de transporte aéreo basado en la adhesión a 35 normativas de la UE, la regulación de la Agencia Europea de Seguridad Aérea y un tribunal que actúa como árbitro de la normativa en común: el Tribunal de Justicia de la UE.

Sin embargo, la semana pasada se preguntó a David Davis, el ministro para la Salida de la UE, si Reino Unido seguiría participando en el acuerdo de “cielos abiertos” después del Brexit. Davis respondió: “De ese acuerdo, no. Uno piensa que ya no se aplicaría a nosotros, pero no sabemos si habrá un acuerdo nuevo”.

La industria del transporte aéreo espera que el Reino Unido y la UE lleguen a un acuerdo sobre este tema durante las negociaciones del artículo 50, para que los negocios no se vean muy perjudicados.

Pero un obstáculo en la vía de un nuevo acuerdo es la intención de Theresa May de que el Reino Unido abandone la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE, que actualmente tiene un papel protagonista al mediar entre partes firmantes del acuerdo.

También puede haber países cuyos intereses se enfrenten a los esfuerzos de Reino Unido de llegar a un acuerdo nuevo. Por ejemplo, diplomáticos españoles han advertido que no firmarán ningún acuerdo internacional de transporte aéreo que reconozca un aeropuerto británico en Gibraltar.

El Reino Unido podría responder a la imposición de que las acciones de las aerolíneas estén en manos de empresas o ciudadanos de la UE con reglas propias similares, que impedirían a aerolíneas como Ryanair, radicada en Irlanda, operar rutas internas en el Reino Unido tal como lo hace actualmente.

EasyJet está estableciendo una filial europea, que se anunciará en las próximas semanas, para poder operar libremente en cielos de la UE. Sin embargo, la aerolínea ratifica que sus oficinas principales seguirán estando en el Reino Unido.

Actualmente, un 84% de la empresa está en manos de accionistas de la UE, pero la cifra caería al 49% después del Brexit siempre y cuando las acciones en manos del fundador Stelios Haji-Ioannou, que tiene nacionalidad tanto del Reino Unido como de Chipre, sean clasificadas como europeas.

The Financial Times ha informado que ahora las acciones de Haji-Ioannou están denominadas como británicas para cumplir con las normativas propias de la aerolínea respecto a la propiedad de las acciones.

“Igual que otras aerolíneas europeas, easyJet dialoga constantemente tanto con el Reino Unido como con la UE sobre muchas cuestiones que incluyen el impacto del Brexit en el transporte aéreo”, dice un portavoz de la compañía. “Como la reunión fue privada, no haremos más comentarios sobre lo que se habló en ella”.

Se ha informado que un 60% de las acciones de la irlandesa Ryanair son propiedad de ciudadanos de la UE, pero éstas se reducirían al 40% una vez queden excluidos los accionistas británicos.

Un portavoz de la aerolínea dijo que la empresa se “adaptará”. Sin embargo, el director ejecutivo de la aerolínea, Michael O’Leary, ya ha advertido de los peligros que corre la industria con el Brexit y ha criticado el “optimismo ligeramente lunático” del Gobierno británico.

“Aunque parece que el Brexit será de línea dura, todavía hay bastante incertidumbre respecto a sus consecuencias”, cuenta un portavoz de Ryanair. “Esta incertidumbre será un desafío para nuestro negocio durante lo que queda de 2017 y el año 2018”.

Traducido por Lucía Balducci

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