Todos contra Trump

Una vez más Donald Trump ha sido el verdadero protagonista del debate de precandidatos republicanos, organizado esta vez por la CNN. Antes de empezar el programa, el millonario ya criticaba el formato del mismo, especialmente su duración. “Me dirigiré al debate pronto ¿Podéis creer que CNN 'lo ordeñará' durante tres horas? Demasiado largo. Demasiada gente en el escenario”, publicó en un tweet.

Y así lo hizo saber en una de sus primeras intervenciones: “En primer lugar Rand Paul no debería estar en el escenario. Es el número once y tiene un 1% en las encuestas”. “Seremos respetados fuera de este país. No somos respetados ahora”, senenció. Las tres horas prometían y dejaron muchos momentos para recordar.

Como era de esperar, no faltó la referencia a México y a la inmigración. Trump acusó a Jeb Bush de ser “débil” con la inmigración porque su mujer es de origen mexicano. Bush le pidió disculparse publicamente. “No lo haré porque no he dicho nada incorrecto”, contestó el multimillonario. “Jeb ha dicho que [los inmigrantes] vienen como un acto de amor, con todos los problemas que tenemos”, añadió.

El candidaro favorito en las encuestas también criticó a Bush por hablar en español durante su campaña. “Este es un país donde hablamos inglés, no español”, afirmó.

Otro de los puntos calientes: Trump y las mujeres. En una reciente entrevista Trump hizo unas polémicas declaraciones sobre la candidata Carly Fiorina. “Mirad su cara ¿Votaría alguien por eso?”, afirmó. Esta vez el moderador le dio la oportunidad a Fiorina de responder: “Todas las mujeres de este país escucharon claramente lo que dijo Trump”. Tras los aplausos y gritos de apoyo a Fiorina, Trump intentó arreglaro: “Creo que tiene una cara preciosa y que es una mujer preciosa”. Apenas cuatro personas le aplaudieron.

El polémico candidato cuestionó su liderazgo en la empresa Hewlett-Packard que “llevó a la destrucción de la empresa”. “Ella no puede dirigir ninguna de mis empresas, te lo puedo asegurar”, sentenció.

Otro de los momentos álgidos del debate llegó a la hora de hablar sobre vacunas, una cuestión con la que Trump había tropezado en anteriores ocasiones. A pesar de la polémica, Trump volvió a relacioniar el uso de vacunas con el autismo y afirmó: “El autismo es ahora una epidemia”. La Organización Mundial de la Salud ya desmintió ese dato, surgido de un estudio con “graves irregularidades”.

Pero Trump no fue el único en protagonizar momentos polémicos. El candidato y senador de Florida, Marco Rubio, hizo una broma que no gustó demasiado a los californianos. “Soy consciente de que California tiene una sequía, por eso me he asegurado de traer mi propia botella de agua”.

Jeb Bush no perdió la ocasión para hacer referencia a su hermano, el expresidente George W. Bush: “En relación a mi hermano hay una cosa que sé seguro: nos mantuvo seguros”. Trump rápidamente le preguntó: “¿Tú te sientes seguro? Yo no me siento seguro”

El debate continuaba y cuando llegaron las drogas Bush se sinceró: “Yo fumé marihuana hace 40 años, y lo admito. Estoy seguro que otros también lo han hecho [mirando a sus compañeros] y no quieren admitirlo delante de 25 millones de personas”.

Por su parte, Lindsey Graham aseguró qué sería lo primero que haría como presidente de Estados Unidos: “Beber más”

Donald Trump y sus caras ya se conocen en todo el mundo. No podía faltar el resumen de CNN sobre sus reacciones a las intervenciones de sus colegas republicanos.