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Yanukóvich acuerda una tregua de improviso con la oposición

Varios policías ucranianos se protegen el miércoles frente al Palacio presidencial de Kiev / Efrem Lukatsky (AP)

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El presidente ucraniano, Viktor Yanukóvich, ha anunciado en la noche del miércoles que ha llegado a un acuerdo con los principales partidos de la oposición, precisamente cuando se temía que pudiera estar preparando acabar con la rebelión con la ayuda del Ejército. En un comunicado publicado en la página web de la presidencia, Yanukóvich ha dicho que se ha acordado una tregua, sin dar más detalles de las condiciones. Además, se iniciarán negociaciones para “detener el baño de sangre” y alcanzar la “paz civil”.

Sólo 24 horas antes, el dirigente de la oposición Vitaly Klitschko había abandonado otra reunión con Yanukovich con el argumento de que no podía negociar mientras se estaba derramando sangre en las calles de Kiev.

Las posibilidades de que esta nueva tregua se consolide son desconocidas. El miércoles fue un día menos violento que la sangrienta jornada del martes, en la que murieron 26 muertos, de los que diez eran policías. Los antidisturbios habían ocupando una tercera parte de la Plaza de la Independencia, pero el resto de la zona seguía controlado por los grupos rebeldes.

Las perspectivas empeoraron cuando se supo que Viktor Yanukóvich, había destituido por decreto al jefe de las Fuerzas Armadas en una medida inesperada que despertó todo tipo de especulaciones sobre una posible medida de fuerza del Gobierno para restaurar la seguridad. El Gobierno no dio las razones del relevo.

La medida coincidió con el anuncio por parte del Ejército de una operación por todo el país para recuperar las armas que supuestamente han caído en poder de los grupos de la oposición.

Las fuerzas de seguridad anunciaron que la oposición se había hecho con no menos de 1.500 fusiles. Por eso, el Ministerio de Interior dijo que van a realizar “una operación antiterrorista” por todo el país para recuperar ese armamento.

La novedad fue que el Ministerio de Defensa confirmó que los militares podrían formar parte también de ese operación, y que, según la versión oficial, tendrán el derecho a detener a civiles.

El Gobierno ruso pareció dar luz verde a cualquier medida de fuerza contra los manifestantes con unas declaraciones en las que definió como golpe de Estado la actuación de la oposición. “No podemos definir los sucesos de Ucrania como otra cosa que un intento de golpe de Estado y la búsqueda del poder por la fuerza”, ha dicho el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov. En ese escenario, no hay mucho margen para el diálogo.

Tampoco la oposición mostró el miércoles mucho interés por negociar. En uno de los discursos en la Plaza de la Independencia (o Plaza Maidán), el diputado Oleh Lyashko amenazó directamente al presidente: “¡Yanukóvich, acabarás como Gadafi! Eres un parásito, o dejas de matar a la gente o tendrás el mismo destino. ¡Recuérdalo, dictador!”.

El desafío al Gobierno no se limita a Kiev. La Asamblea regional de Lviv –la quinta mayor región del país– declaró por su cuenta la autonomía y tomó el control de todos los edificios de la Administración central. Grupos de policías se unieron en la protesta a los manifestantes y a las nuevas autoridades, lo que hace dudar sobre el control de la situación por el Gobierno central. La oposición capturó varias instalaciones, incluida la Fiscalía y una unidad militar.

Lviv está situada en la zona occidental del país, donde la población habla ucraniano, no ruso, y predomina la religión católica, y no la ortodoxa. Hace frontera con Polonia y cuenta con 2,5 millones de habitantes.

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