El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha instado este martes a Rusia y Ucrania a desmilitarizar la central nuclear de Zaporiyia debido al riesgo de un accidente y ha recordado la necesidad de “acordar medidas concretas para garantizar la seguridad de la zona”.
“Como primer paso, las fuerzas rusas y ucranianas deben comprometerse a no realizar ninguna actividad militar hacia el emplazamiento de la planta o desde el mismo (...) y, como segundo paso, debe asegurarse un acuerdo sobre un perímetro desmilitarizado”, ha señalado Guterres ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Ese acuerdo, ha precisado, debería incluir “el compromiso de las fuerzas rusas de retirar todo el personal y el equipo militar de ese perímetro y el compromiso de las fuerzas ucranianas de no entrar en él”.
Guterres ha recordado que cualquier daño en la planta, sea intencionado o no, “podría suponer una catástrofe” y no sólo en las inmediaciones de Zaporiyia, “sino en la región y más allá”.
“Hay que tomar todas las medidas necesarias para evitar ese escenario”, ha reclamado, al tiempo que ha destacado que “el sentido común y la cooperación deben guiar el camino a seguir”.
La central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, se ha convertido en el centro de la atención mundial debido a los riesgos de un accidente nuclear. Rusia y Ucrania se culpan mutuamente de los ataques que ha habido en los alrededores de la instalación.
El Organismo Internacional de Energía Atómica, que depende de la ONU, envió un equipo de 14 personas a la planta la semana pasada, incluido su director general, Rafael Grossi. Al menos dos miembros del equipo permanecerán allí de forma permanente con la intención de garantizar la seguridad de la instalación.