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Análisis Space Hulk Ascension, la faceta más claustrofóbica de Warhammer 40K

Space Hulk Ascension

Jaime Pérez

Si tuviéramos que repasar los universos de ciencia-ficción más elaborados y ricos en detalles, sin duda Warhammer aparecería en la lista. La obra de la editorial británica lleva dando guerra desde la creación de su marca estrella a principios de los 80 y la consiguiente aparición de su primer juego de mesa. El éxito fue tal que aquel universo de fantasía y batallas entre humanos, enanos, orcos y elfos, no tardó en proliferar hacia otras modalidades como Blood Bowl, una peculiar variante del “football” americano, o Warhammer 40.000, la versión futurista de la licencia original.

El éxito de éste último, fue también incontestable, lo que le permitió crecer y ampliarse por su cuenta hasta formar una marca tan popular como la versión fantástico-medieval, llegando a disponer de sus propias variantes como Space Hulk, el juego que nos ocupa.

Space Hulk Ascension es la reedición del juego lanzado en 2013 que a su vez fue la adaptación a PC del juego de mesa que vio la luz por primera vez en 1989. Se trata de un juego de estrategia por turnos, pausado, pero con un importante componente táctico que nos obliga a planificar cada pequeño movimiento, desde girar una unidad, a mover un número de casillas determinado, disparar, cubrir una zona, o utilizar alguna habilidad espacial.

El objetivo se basa en una sencilla premisa: ponerse al mando de un puñado de unidades de élite de los Marines Espaciales y cumplir determinadas misiones por los estrechos pasillos de una nave espacial abandonada.

El principal matiz a un planteamiento que puede resultar familiar en el género, es que el espacio disponible para maniobrar siempre es un problema y a diferencia de otros juegos donde podemos posicionar o hacer formar a nuestras unidades libremente, en Space Hulk nos moveremos por entornos completamente claustrofóbicos donde nos veremos obligados a avanzar literalmente en fila india por oscuros y estrechos pasillos.

Antes de desplegar a nuestras unidades en las tenebrosas salas y corredores de estas naves abandonadas, tendremos a nuestra disposición una serie de características que personalizar en cada uno de los integrantes de nuestro escuadrón de Exterminadores, la infantería pesada de los Marines Espaciales. Aparte del aspecto estético, basado en los diseños de las figuras originales, tendremos distintas opciones a la hora de configurar el armamento y atributos, pudiendo incluso seleccionar distintos tipos de Exterminadores que compondrán nuestro grupo.

Estas decisiones, aunque básicas, nos permiten cambiar el curso de cada misión haciendo buen uso de las distintas habilidades y armas para por ejemplo, bloquear conductos de ventilación con el lanzallamas o cubrir posibles puntos de acceso con dos expertos en combate a distancia.

Cada pequeña decisión cuenta para salir con vida de los continuos ataques de los Genestealers, unos organismos alienígenas especialmente agresivos de la familia de los Tiránidos que no dejarán de acecharnos desde todos los frentes.

Una vez desplegamos a nuestras unidades, la forma en la que vamos gastando los puntos de acción disponibles también es crítica, y el más mínimo error nos puede hacer perder uno de nuestros Exterminadores y complicar mucho la vida a los supervivientes. En Space Hulk hay que tomarse las cosas con calma, porque simplemente hace falta moverse una casilla más de la cuenta y quedarnos sin puntos para poner a una unidad concreta en pose de alerta, y la carnicería está servida.

Aun así, los Exterminadores son duros de roer y no se los derriba fácilmente salvo por descuidos en los que dejemos un flanco sin cubrir. Pero los Genestealers son en líneas generales más poderosos en el cuerpo a cuerpo por lo que conviene mantenerlos a distancia el máximo tiempo posible. En el momento en el que una de nuestros rifles Bolter se sobrecalienta y dejamos que un enemigo se acerque más de la cuenta, el sistema de azar propio del juego, que sirve para emular los dados del juego de mesa original, cobra un peso mucho mayor y perdemos cierto control sobre el desenlace de ese tipo de enfrentamientos.

Pero a pesar de todo, y aunque el azar siempre está presente, si planificamos bien cada paso o cada pequeña acción, tendremos distintas formas de inclinar la balanza a nuestro favor para mantener a los alienígenas a raya.

Uno de los principales problemas del juego es que a medida que avanzamos, el desarrollo se puede volver extremadamente repetitivo y nos veremos repitiendo las acciones más habituales y eficaces sin asumir grandes riesgos. Es cierto que a medida que progresamos, desbloqueamos nuevas armas y habilidades que ayudan a romper la monotonía, pero el diseño de los niveles, no permite grandes innovaciones ni formas muy diferentes de afrontar los distintos retos que se nos plantean.

Gráficamente el juego cumple con creces al recrear los angustiosos pasillos de Space Hulk, incluso dispondremos de una cámara en primera persona en una esquina de la pantalla para seguir de primera mano el campo visual de cada Exterminador. Desde luego gana muchos enteros a la hora de conseguir una mayor sensación de inmersión, recordemos que el juego original era un tablero modular, por lo que una cierta dosis de imaginación era requisito indispensable para disfrutar de la experiencia en condiciones.

Contaremos además con distintos efectos de iluminación bastante vistosos y un sonido ambiente completamente opresivo, dos aspectos que también ayudan a mejorar una ambientación donde predomina la más absoluta oscuridad.

Lo que sí llama la atención son las escasas posibilidades de personalización de nuestras unidades, sobre todo teniendo en cuenta la indecente cantidad de diseños y ornamentos disponibles en las figuras de Games Workshop, y resulta especialmente chocante que no se haya aprovechado el gigantesco potencial que ofrecen para los amantes de los pequeños detalles.

Space Hulk Ascension Edition amplía significativamente la cantidad de contenido de su predecesor, con 103 nuevas misiones, nuevas armas (algunas de ellas combinaciones de dos tipos), nuevas variantes de Genestealers, y algunas modificaciones en las mecánicas de juego, que sin cambiar la experiencia de fondo, depuran la forma de ejecutar las distintas acciones.

Se trata de un juego que resultará apasionante a los seguidores del juego de mesa y a los amantes de la estrategia por turnos que no quieran hacer el esfuerzo de tener que estudiar tediosos manuales o un reglamento especialmente complejo. Para el público menos específico, puede resultar un juego entretenido, aunque sin una introducción previa al universo Warhammer puede perder el interés rápidamente por su desarrollo repetitivo y un planteamiento demasiado lento que puede llegar a espantar a los que busquen altas dosis de acción.

Lo mejor:

Lo mejor:

  • Una fiel y muy digna adaptación del juego de mesa original.
  • Cuando disponemos de suficientes opciones en nuestro arsenal, se dan situaciones muy satisfactorias desde el punto de vista táctico.
  • La ambientación y la sensación de claustrofobia está muy bien conseguida.
  • Se ha mejorado el sistema de juego y el diseño de los niveles respecto al juego anterior.

Lo peor:

Lo peor:

  • Escasas posibilidades de personalización… algo muy chocante tratándose de una licencia Warhammer 40K.
  • El desarrollo se puede volver tremendamente repetitivo y falto de opciones.
  • El azar propio del juego puede jugar muy malas pasadas que escapan por completo a las habilidades del jugador.
  • Un juego enfocado a un público específico e íntegramente en inglés.
  • ¿A nadie se le ha ocurrido incluir un modo multijugador?.
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