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Avance Total War: Arena. Guerra en tiempo real

Total War Arena

Álvaro Alonso

La saga de estrategia bélica y gestión Total War nos ha dado infinidad de buenos momentos desde sus inicios, allá por el año 2000. Creative Assembly nos ha permitido ponernos al frente de nuestro propio imperio, reino o feudo, gestionar sus recursos, construir e invertir, invadir territorios enemigos y defendernos de sus ataques. Pero con el paso del tiempo es vital renovarse, y en ese sentido el estudio parece estar poniéndose las pilas.

Y es que Creative Assembly no sólo está trabajando en Total War: Warhammer, la primera entrega de la saga que abandona la ambientación histórica para ofrecernos el mundo de fantasía de Warhammer, sino que lleva meses volcada en Total War: Arena, su primera propuesta totalmente enfocada en el multijugador online. Además, por supuesto, de ser su primera incursión en el modelo free-to-play, que cada vez gana más adeptos.

A día de hoy, Total War: Arena se encuentra en fase alpha, una fase a la que sólo unos pocos suertudos pueden acceder. Nosotros hemos tenido el placer de ser uno de esos suertudos, y vosotros también podéis serlo gracias a nuestro concurso (permaneced atentos), en el que sortearemos 100 claves para la alpha. Pero no nos desviemos del tema.

Total War: Arena es algo que nunca habíamos visto en la franquicia, algo desconocido y temible, pero también excitante. Y ahora que hemos podido jugar a fondo, es hora de compartir nuestras primeras impresiones. ¿Preparados?

En primer lugar, toca aclarar que Total War: Arena se centra únicamente en las batallas y el control de unidades, por lo que la parte de gestión de las entregas offline, con su gobierno de distintas ciudades, construcción de edificios, etc., está descartada.

En Total War: Arena luchamos en batallas multijugador en tiempo real, en las que dos equipos de diez jugadores se enfrentan entre ellos. Esos jugadores pueden elegirse al azar, mediante el sistema de matchmaking del juego, o bien podemos agregar amigos y combatir con ellos.

El funcionamiento de estas batallas es sencillo. Al arrancar la partida, podemos elegir una posición del mapa para colocar a nuestras tropas. Cuando el tiempo de espera termina, arranca la batalla. Como es en tiempo real no tendremos oportunidad de colocar en formación a nuestras tropas, pero dependiendo de nuestra posición y lo cerca que estén los enemigos podremos organizarlas un poco.

En el mapa hay dos bases, una por cada equipo. El objetivo es conquistar la base del rival, y quien lo haga será el ganador del encuentro. Por ello es imposible saber el tiempo que durará cada batalla, todo depende de cómo nos defendamos y las distintas estrategias que sigan los jugadores. Si somos algo mañosos podemos pasarnos horas combatiendo, en especial cuando subamos de nivel y seamos más fuertes.

Sobre los controles, no hay mucho que podamos decir, ya que, de forma muy acertada, siguen la fórmula vista en el resto de la saga. De este modo los jugadores veteranos no tendrán problemas para familiarizarse con el juego.

En Total War: Arena lo vital será perfeccionar nuestro ejército, lo cual podremos realizar de una forma u otra en función de la facción, comandante y tropas que elijamos. En la versión alpha hay tres facciones: romanos, germanos y griegos. Dentro de cada una de esas facciones, hay distintos comandantes entre los que podemos elegir.

Nada más empezar a jugar, se nos permitirá elegir Julio César, Germánico (romanos), Miltiades y Leónicas (griegos). Como podéis ver, todos comandantes históricos famosos. Además hay otros, como Alejandro Magno (griego), Escipión (romano) o los germanos Arminio y Vercingetorix. Cada uno de estos comandantes tiene un trasfondo histórico que podemos consultar, así como distintas habilidades.

Por ejemplo, Leónicas (el famoso líder de los 300 espartanos) es más defensivo, mientras que el general romano Germánico es más ofensivo. Además, cada uno tiene “movimientos” especiales que podemos emplear en el campo de batalla. Por ejemplo, Germánico puede ordenar a las tropas que alcen sus escudos para desviar los proyectiles, mientras que Leónicas puede ordenar mantener una línea infranqueable. Estas habilidades aparecen inicialmente bloqueadas, pero podremos activarlas ganando puntos de experiencia de comandante, con los que podremos comprar las habilidades que deseemos. Eso sí, para desbloquear algunos antes tendremos que haber adquirido otras.

Los comandantes pueden subir de nivel, y eso lo conseguiremos cuando hayamos desbloqueado las cuatro habilidades dentro del nivel. Subir de nivel supone la aparición de nuevos “movimientos” en la batalla, así como la posibilidad de desbloquear distintos tipos de unidades.

Al empezar, cada comandante cuenta con un número de unidades reducidas, concretamente tres equipos. Siguiendo con los ejemplos, Leónidas cuenta con dos grupos de lanceros hoplitas y uno de arqueros. Germánico, por otro lado, tiene un grupo de arqueros y dos de infantería con espada.

A medida que participemos en batallas (o gastemos dinero real; recordemos que estamos en un free-to-play) ganaremos oro y experiencia, esta última dividida en dos tipos. La primera es la ya mencionada experiencia de comandante, que servirá para mejorar a nuestro general elegido y subirlo de nivel. Cada vez que lo hagamos podremos desbloquear un tipo de unidad del árbol de unidades, que podéis ver en la siguiente imagen.

Siguiendo con Leónicas como ejemplo, al subir al nivel 2 podemos elegir entre convertir a nuestros lanceros en hoplitas ligeros, o bien en mirmidones. Cuando alcancemos el nivel 4, podemos decidir otra vez qué tipo de soldados queremos, escogiendo una de las tres ramas disponibles, etc. En ocasiones, al elegir un tipo de unidad haremos que sea imposible desbloquear otra en el siguiente nivel, así que tenemos que decidir con cautela.

Por supuesto, con desbloquear unidades no sirve. Para comprarlas, pertrecharlas y hacer que se recuperen tras las batallas necesitaremos oro, precisamente el que ganaremos durante los combates.

El segundo tipo de experiencia que podemos ganar es la experiencia de unidades, ¿Y esta para qué sirve? Pues para desbloquear mejoras dentro de las propias unidades. Por ejemplo, si seleccionamos a los lanceros hoplitas, vemos que vienen sin armadura y armas decentes. La experiencia de unidades nos permite desbloquear, por ejemplo, cascos que aumentarán su resistencia a los golpes. Una vez desbloqueados, tendremos que gastar algo de oro en equiparlos. Podéis ver un ejemplo de esto a continuación.

En general, parece que la preparación previa va a ser vital para afrontar las batallas. Para empezar lo mejor será llevar un ejército diverso, con lanceros, arqueros, caballería, etc. ¿El por qué? Pues porque cada tipo de unidades tiene ventaja y desventaja contra otras (vamos, lo típico en Total War), y tenemos que estar preparados para cualquier clase de enemigo.

Otra opción es elaborar una estrategia más arriesgada, como por ejemplo formar un ejército solo de arqueros y colocarlos en zonas elevadas, donde puedan tender emboscadas a la caballería enemiga. Repetimos, es algo arriesgado, porque como un grupo de infantería nos alcance estamos perdidos.

Es lo bueno de la saga Total War, que podemos actuar con total libertad durante la batalla e idear la estrategia que mejor nos convenga. Se trata de una característica que está muy presente en los juegos offline, y que han implementado perfectamente en Total War: Arena.

Gráficamente hay que decir que de momento el juego nos ha sorprendido mucho. A falta de probar la versión final, toca decir que técnicamente es muy potente, con unas batallas detalladas y fluidas que no tienen nada que envidiar a las entregas offline de la saga.

En general, el juego es bastante prometedor, y muy divertido a pesar de estar en fase alpha. La variedad de unidades es brutal, y que podamos personalizar a los distintos comandantes a nuestra disposición es un punto a favor.

¿El único problema? Que por el momento sólo hay un tipo de batallas: 10 contra 10, en un escenario al azar, donde el objetivo es capturar la base enemiga. Algo que puede cansar si no añaden otros tipos de batallas o enfrentamientos. Sin embargo, creemos que es algo obvio que Creative Assembly sabe y que, sin duda, implementará antes o después.

Tan sólo nos queda decir que el equipo desarrollador está haciendo un gran trabajo, logrando transmitir la esencia de la saga en esta nueva entrega. Si sois fans de Total War no tenéis excusa para no probarlo, y si os gusta la estrategia y los títulos multijugador en general, éste puede convertirse en uno de vuestros juegos predilectos.

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