La industria del videojuego española creció un 21% en 2014
Según los primeros datos adelantados del Libro blanco del sector, la industria española del videojuego creció un 21 % en 2014, facturando la friolera de 413 millones de euros. Según indica la Asociación española de empresas productoras y desarrolladoras de videojuegos, DEV, este espectacular crecimiento ha sido en gran medida posible gracias a que este colectivo pudo beneficiarse el pasado año del primer plan de ayudas públicas para la realización de nuevos proyectos.
“El diálogo permanente con la SETSI del Ministerio de Industria ha permitido adaptar las ayudas disponibles a las necesidades de las pymes del sector y a la financiación específica de proyectos”, destacan desde DEV. En este sentido, la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) acaba de publicar la Línea Agenda Digital, dirigida especialmente al sector del desarrollo de videojuegos.
DEV ha organizado la mesa ‘Aprovecha la líneas de financiación al videojuego’, en la que expertos de ENISA explicarán con detalle la Línea Agenda Digital y la Línea Emprendedores a estudios desarrolladores y empresas interesadas este viernes 26 a las 11 de la mañana en Gamelab 2015, sin lugar a dudas el evento para desarrolladores más potente a nivel nacional.
Asimismo, el próximo 13 de julio en la Biblioteca Nacional, en un acto que contará con la presencia del secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, DEV presentará el Libro blanco del desarrollo español de videojuegos, que patrocinan U-Tad – Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital, e ICEX, cuyas conclusiones certifican el excelente momento de la industria española.
Se trata sin lugar a dudas de un muy buen dato que casi nos vale para certificar que la industria del videojuego española está pasando por un gran momento gracias en gran medida al boom de los estudios indie, quienes con pasión y talento son capaces de hacer mucho con, en ocasiones, muy muy poco.
Sin embargo es evidente que aún queda muchísimo trabajo por hacer, puesto que a nivel de importancia y reconocimiento no podemos comparar nuestra industria a la de países vecinos, siendo minusvalorada en no pocas ocasiones por ciertas instituciones públicas.