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Magic Leap, ¿demasiado bonito para ser cierto?

Magic Leap

Jaime Pérez

Muchas de las propuestas más innovadoras e impactantes para los próximos años en la industria del videojuego pasan por dejar de lado los tradicionales gamepads e invitar a los usuarios a experimentar nuevas formas de control. No son pocas las compañías que se suben al carro de la inminente y deseada realidad virtual, en la que a través de gafas especiales, podremos conseguir una sensación de inmersión nunca vista hasta la fecha.

Pero la realidad virtual no es la única tecnología en desarrollo, y algunos fabricantes buscan dar un paso más con dispositivos de realidad aumentada en los que a través de la proyección de hologramas, podremos entremezclar realidad y ficción en cualquier rincón de nuestro entorno.

Microsoft fue la primera en desmarcarse con Hololens, y ahora Magic Leap busca crear una experiencia similar propia de cualquier película de ciencia ficción.

El vídeo presentado nos permite comprobar las posibilidades de este nuevo dispositivo a la hora de  realizar acciones tan cotidianas como leer nuestros emails o navegar por sus menús proyectando imágenes delante de nuestras narices mientras manipulamos imágenes a través de sencillos gestos corporales.

Por supuesto, entre las múltiples aplicaciones que podría ofrecer este tipo de tecnología están los propios videojuegos, y la idea de poder disparar armas futuristas y colocar torretas defensivas en el salón de nuestra casa mientras contenemos oleadas de enemigos virtuales es a todas luces prometedora, pero… ¿es realmente creíble?

Las experiencias previas con otros anuncios del estilo invitan a moderar el nivel de entusiasmo, no hay más que recordar las atractivas campañas promocionales de Kinect, un dispositivo que bajo el lema “el mando eres tú” nos proponía usar nuestros propios cuerpos como forma de control. Sin embargo, la realidad fue muy diferente a lo que nos mostraban los anuncios, y muchos usuarios no pudieron evitar sentirse engañados al comprobar que no todo era tan bonito y preciso como nos lo pintaban.

Hololens y el proyecto de Magic Leap nos recuerdan inevitablemente lo fácil que puede resultar seducir al usuario a través de espectaculares puestas en escena, y aunque todos merecen un voto de credibilidad, una vez más, nos encontramos ante una tecnología que parece demasiado bonita para ser cierta.

Sólo el tiempo dirá.

 

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