Cebos envenenados en La Rioja: un zorro y un mirlo muertos y restos de gallina en El Cortijo
Una persona ha sido detenida por utilizar cebos envenenados en el medio natural. Se trata del mismo que fue investigado por la misma causa en abril de 2018. En el Barrio del Cortijo (Logroño) fueron hallados un zorro muerto, los restos de una gallina de corral y el cadáver de un mirlo. También se localizaron unos envases con una sustancia denominada aldicarb (prohibida en toda la Unión Europea desde 2007 por su alta toxicidad).
El servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil e La Rioja, con el apoyo especializado de un Guía canino y un perro detector de cebos envenenados de la Guardia civil en Madrid, colaborando en los rastreos Agentes Forestales del Gobierno de La Rioja.
Se hallaron rodenticidas en 2 parcelas agrícolas del término municipal de Cenicero (La Rioja) y en 4 parcelas agrícolas del término municipal de Murillo de Río Leza (La Rioja).
También se rastrearon los montes de los términos municipales de Canales de la Sierra, Viniegras de Arriba y Abajo, Mansilla de la Sierra y Villavelayo; todos ellos de La Rioja, en prevención de envenenamiento de especies silvestres y/o cinegéticas, especialmente
Quebrantahuesos, Buitre negro y Lobo.
Operación ANTITOX
Se trata del resultado de la Operación Antitox que se ha desarrollado por todo el país durante todo el año y que se ha saldado con 28 personas investigadas por el uso ilegal de cebos envenenados y ha localizado 1.628 métodos de caza prohibidos.
Se han realizado 289 inspecciones llevadas a cabo en fincas cinegéticas, explotaciones ganaderas y establecimientos fitosanitarios, también se encontraron 120 animales envenenados. Entre los cadáveres de los animales, se hallaron algunos de lince ibérico, de águila imperial y de milanos reales.
Además, la Guardia Civil ha incautados 47 cebos envenenados y un total de 66 kilos de productos tóxicos. Asimismo, ha interpuesto 175 infracciones a la normativa de sanidad vegetal, la ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodeversidad y legislación cinegética de diferentes comunidades autónomas.
La investigación de este tipo de delitos resulta muy compleja por tres motivos: la ausencia de testigos, la ocurrencia en zonas aisladas y el conocimiento del medio por parte de los autores.
Además, la propia naturaleza de estos delitos requiere una formación policial cada vez más especializada, en la que se conjugan aspectos tan diversos como inspección ocular de los escenarios, análisis de ADN, cotejo balístico o métodos de investigación propios de la delincuencia.
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