El 39,9% de los riojanos pone freno al ruido en su entorno
El 39,9 por ciento de los riojanos que padecen problemas de ruido en su entorno, han emprendido medidas contra ello. Según ha recordado este lunes la asociación 'Clave', con datos de 2008 del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Asimismo, 'Clave' subraya que un 31 por ciento de los ciudadanos ha decidido en algún momento emprender medidas contra el ruido. En este sentido, destacan además de los riojanos, los aragoneses, con un 38,4 por ciento.
Además, han señalado que la media nacional de personas que padecen problemas de ruido se ubica en el 25,1 por ciento, y hasta un 31 por ciento ha denunciado su situación en algún momento, datos que señalan que la comunidad más tranquila es Asturias (11,8 por ciento), mientras que las más ruidosas son Andalucía (31,4 por ciento), Baleares (29,8 por ciento) y la Comunidad Valenciana (29 por ciento).
Con el objetivo de prevenir los problemas de audición, la organización recomienda “en verano más que nunca” alejarse de la fuente sonora, aislarla si es posible, y utilizar cascos de protección en las obras en la vía pública.
Igualmente, la asociación incide en que la música “afecta a los usuarios de la generación Ipod” (unos 10 millones de ciudadanos en Europa) que están en peligro de sufrir pérdidas auditivas, a los que recomienda fijar el volumen máximo de cualquier reproductor a la mitad, ajustar el volumen en una habitación tranquila y no en un entorno ruidoso y utilizar auriculares que anulen el ruido de fondo.
AUMENTO DE LA INCIDENCIA EN VERANO
Así, la organización explica que el verano suele ser el “periodo más convulso del año” en la lucha contra el ruido porque se dispara el nivel de denuncias“ y porque se acucian ”los síntomas inseparables“ de la contaminación acústica, como el insomnio, estrés y dificultades auditivas.
Además, señala que aunque aparentemente disminuye la actividad en las grandes ciudades, durante las vacaciones surgen otras fuentes generadoras de ruido como obras en la vía pública, terrazas, motocicletas, motos de agua, conversaciones en la vía publica, botellones o vecinos que ponen a prueba el volumen de sus aparatos de televisión o de música.
Por este motivo, la asociación, dedicada a la atención de la deficiencia auditiva, reclama un “mayor compromiso de las administraciones públicas y también de los propios afectados para ”cambiar el mapa de ruidos“.
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