“El colecho puede desencadenar la muerte súbita en bebés vulnerables”
La muerte de un bebé de menos de un año es un impacto para toda la sociedad, todavía más si muere aparentemente sano y sin causa conocida. Es el síndrome de la muerte súbita en lactantes y, aunque tiene una incidencia baja (0,12 por 1000 nacidos vivos en la Comunidad Valenciana), es la primera causa de muerte en los países desarrollados.
Ana Monzó es una médica forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valencia que forma intervendrá este miércoles en el XIII Congreso internacional de Patología Forense que organiza el Gobierno de La Rioja, que comienza este miércoles 19 de octubre y se extenderá hasta el sábado 22.
En su ponencia hablará de lo resultados de los estudios que realizan desde un grupo multidisciplinar en Valencia en el que participan desde 2006 un equipo de profesionales de medicina forense, cardiología, pediatría, patólogía forense y tecnicos superiores de anotomía patológica y técnicos de laboratorio, microbiología...
¿Qué es una muerte súbita?
La muerte súbita es la muerte que ocurre de forma rápida e inesperada en una persona aparentemente en buen estado de salud.
En los adultos, la mayoría de las muertes son muertes de naturaleza cardiovascular, sobre todo infartos. En mayores de 35 años suelen ser cardiopatia isquémica. En menores de 35 años suelen ser miocardiopatías que son enfermedades del músculo del corazon o arritmias letales y se diagnostican en la autopsia.
“En la franja del primer año de vida, un 55% la causa es inexplicada, no sabemos porque se mueren. Y lo llamamos síndrome de la muerte súbita del lactante que agrupa un serie de caracteristicas comunes, que no tenían patologías al nacimiento, evolucionaban bien y muerren durante el sueño generalmente”, señala la médica forense.
El resto, un 45% la causa es explicada. Dentro de ello, la mitad son causa infecciones de vía respiratoria o sepsis y un 30% de causa cardiaca que se diagnostica en la propia autopsia.
Factores de riesgo ante la muerte súbita
El principal problema al que se enfrentan en los estudios de muerte súbita en lactantes es que no hay biomarcadores genéticos ni diagnósticos al nacimiento que permitan conocer que lactantes son vulnerables. “Como no sabemos la causa, actuamos sobre medidas de prevención”, explica la forense Ana Monzó.
“Intentamos obtener toda la información que podamos para revertirlo en la sociedad y hacer ver que hay riesgos que los padres tienen que saber, conocer y evitar porque no se sabe que el bebé va a ser vulnerable”. Por eso, defiende las campañas de prevención, para que las familias integren las buenas prácticas en su modelo de crianza.
En este sentido, se ha demostrado la importancia de los entornos de sueño, el lugar donde duermen los lactantes. “Aunque es muy habitual y se hace mucho, el colecho, introducir el bebé en la cama de los padres es un factor que puede desencadenar la muerte súbita en bebés vulnerables”, señala Monzó. Consciente de que es una cuestión que provoca controversia, ya que el colecho favorece la lactancia materna, precisa que lo importante que es si se hace las madres no se duerman, “y esto es dificil porque todas lo hemos hecho y te acabas durmiendo”.
“La posición de decúbito prono, es decir, boca abajo, que hace años era lo que se recomendaba y en colchones blancos, no favorece nada. Si tiene esta vulnerabilidad de base, dificulta la respiración y provoca que se desencadene toda una casuistica de acontemientos que termina con el fallo respiratorio y la muerte”, explica la médica forenses.
También relacionado con el sueño, “hay mucha tendencia a abrigar a los bebés, tienen el mismo frío que tú. Esta tendencia a protegerlos a veces es contraproducente”.
Finalmente, Ana Monzó apunta a los ambientes de humo, que la madre fume durante el embarazo y después, que el bebé este en ambientes de tabaquismo: “La nicotina se une a los receptores del lactante del sistema nervioso y disminuye la capacidad de reacción del lactante ante situaciones de hipoxia y cualquier infección banal puede provocar la muerte súbita”.
Factores protectores
Al igual que hay factores de riesgo, la médica forense también destaca los factores protectores ante la muerte súbita del lactante: “la lactancia materna, que trasfiere mucha defensas a los lactantes, los hace más reactivos”.
“El decúbito supino. Hay que poner a los niños a dormir boca arriba solos en una cuna al lado de la cama de los padres”, advierte. “La succión no nutritiva con chupete ayuda a activar mecanismos en el sistema nervioso que hace a los lactantes más reactivos”. Y finalmente, “Y sobre todo la vacunación, es un factor de protección y forma parte de todas las campañas de prevención”.
La principal reivindicación es aumentar la investigación para encontrar la causa de la muerte: “Lo ideal sería a todos los lactantes que fallecen y no se conoce la causa hacer estudios geneticos para intentar relacionar determinados genes con este sindrome e intentar encontrar la causa genética que lo explique”.
Por ahora, se topan con la limitación económica ya que estos estudios son muy caros. “Encontrar la causa permitiría podría prevenir patologías, que la enfermedad avance o que de la cara con una muerte súbita en otros familiares”.
“Estos sindromes pasarian a ser muertes explicadas con causa conocida. Si no tenemos un techo, hacemos loq ue esa en nuestra mano pero sin buscar estos factores genéticos, no podemos avanzar. Queda mucho”.
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