El príncipe Harry lleva más de dos meses combatiendo en Afganistán
El príncipe Harry de Inglaterra está cumpliendo sus deseos de servir al Ejército de Su Majestad sobre el terreno. Frustrado el año pasado de llevar sus aspiraciones militares a Irak por problemas de seguridad, el Ministerio de Defensa británico se vio obligado a confirmar que el tercero en la línea de sucesión al trono lleva diez semanas destinado en Afganistán, después de que se produjese una filtración. Harry, lejos de echar de de menos su cómoda vida en Palacio, está contento con su nueva vida: “Es agradable ser por una vez una persona normal”.
La noticia se mantenía en secreto hasta que “páginas web extranjeras” abrieron la veda y soltaron la noticia, rompiendo el acuerdo tácito existente en el Reino Unido de discreción. Por ello, el jefe del Ejército británico, Sir Richard Dannatt, se mostró muy “decepcionado” por la filtración, que ha obligado al Ministerio de Defensa a salir del paso confirmando que el príncipe Harry, de 23 años, lleva diez semanas sirviendo en la provincia afgana de Helmand.
El hijo de Lady Di y Carlos de Inglaterra dice no echar de menos su cómoda vida a la sombra de Buckingham, según informaciones de la edición digital del diario 'Daily Mail' recogidas por otr/press. “Es raro”, afirmó una entrevista desde la zona de combate, acompañada de fotografías y vídeos de sus trabajos. “No me he dado una ducha en los últimos cuatro días, no he limpiado mi ropa en una semana y todo me parece completamente normal”, declara, aludiendo también al frío o a las limitadas condiciones higiénicas.
En este sentido, dijo no saber siquiera lo que echaba de menos, ya que tenía música, luz, comida y bebida. “Y no, no echo de menos las bebidas alcohólicas, si va a ser la siguiente pregunta”, agrega rápidamente, consciente de su imagen fiestera y díscola mostrada en numerosas ocasiones en los tabloides de Reino Unido. “Es divertido pertenecer a una pandilla de chicos normales, escuchar sus problemas, lo que piensan”, señala un más que feliz Harry, para quien “es agradable ser por una vez una persona normal”, aunque para él la normalidad pase, simplemente, por estar lejos de los focos de las cámaras.
MISIÓN DE TRES MESES
El Ejército británico rehusó enviar al tercero en la línea de sucesión al trono británico alegando problemas de seguridad. El general Dannat así lo señaló en mayo del año pasado, lo que disgustó a Harry hasta tal punto que se planteo abandonar su carrera militar.
Sin embargo, y puesto que la misión del príncipe es de tres meses, aún queda por saber qué decisión adoptará el Ejército en cuanto a si su famoso soldado debe seguir en la misión o por el bien de su integridad y la de sus compañeros regresa a su vida palaciega. En este sentido, el Ejército confía en que los medios jueguen un discreto papel y se abstengan de investigar más de la cuenta respecto a sus próximos movimientos.
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