El Rincón del Buen Decir: “una china pa´l canuto de hachís”

Rioja2

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Las estadísticas demuestran que la edad a la que comienzan a tomarse drogas ha descendido considerablemente, muchos de los jóvenes no sabrán ni siquiera qué están tomando, pero seguro que conocen más de un término para llamar a determinadas sustancias. Desde el Rincón queremos conocer algunos de esos términos, para dar a conocer los diversos sinónimos que muchas de esas sustancias estupefacientes suelen recibir.

El Diccionario de la Real Academia define la droga como 'sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno', en su segunda acepción. Luis Barahona de Soto, en 1586, ya recogía esta palabra en su obra 'Las lágrimas de Angélica', por lo que podemos comprobar que desde antaño estas sustancias alucinógenas ya existían. El DRAE la recoge como proveniente del árabe hispánico *hatrúka, literalmente 'charlatanería'. Otras fuentes atribuyen la procedencia al término holandés droge-vate 'barril seco', que era donde transportaban las hierbas que servían de medicinas.

La prueba de la multitud de sinónimos que existen para llamar, por ejemplo a la droga más común entre los jóvenes, se demuestra con creces en determinadas canciones, himnos de masas que muchos cantan probablemente sin ningún conocimiento de lo que están diciendo. Ska-p cantaba a voz en grito “Saco un papelillo, me preparo un cigarrillo y una china pa´l canuto de hachís...”, dando instrucciones marcadas de cómo preparar un porro. Pero nuestra meta no es defender, criticar o instruir a nadie, sino estudiar los sustantivos que se utilizan para este mundo del “trapicheo”.

La palabra marihuana aparece definida el DRAE como 'cáñamo índico, cuyas hojas, fumadas como tabaco, producen trastornos físicos y mentales'; etimológicamente procede del náhuatl *malli, 'hierba que se enrosca o hierba para tejer' y *huana, que se asocia a *tlahuani, 'borracho, alterado en mente, cuerpo o percepción'. Cuando el consumidor considera que la calidad de la susodicha planta no es buena la llama 'alfalfa'. Si lo que quiere es ponerle un nombre propio, nada mejor que llamarla 'maría', término también recogido por nuestro Diccionario. La palabra 'grifa' también está presente en nuestro libro de cabecera, en una de sus múltiples acepciones como 'cáñamo índico'. Por supuesto, fumar hierba no quiere decir que nos estemos fumando el alimento de las vacas, sino la planta mágica que dejará nuestro cuerpo relajado y pesado.

El cannabis, el cáñamo, el hachís, el chocolate o el costo, son diferentes sinónimos con los que hacemos referencia a esta hierba cuando ya ha sido tratada y mezclada con diversas sustancias azucaradas o aromáticas, pero que en general produce los mismos efectos estupefacientes. Cuando la porción es pequeña recibe el nombre de china, cuando las dimensiones aumentan puede ser una barra, si es de forma alargada, o una tableta, como si de turrón se tratase.

La forma en la que se consume este tipo de droga también recibe multitud de nombres. El más común de todos ellos es porro, cuyo origen es atribuido por el DRAE al inca y definido como 'cigarrillo liado, de marihuana, o de hachís mezclado con tabaco'. La palabra canuto, utilizada por el citado grupo musical, proviene del mozárabe qannût, y éste del latín hispánico *cannutus, semejante a la caña, derivado del latín canna, 'caña', probablemente por la forma alargada, en forma de caña, que presenta el supuesto cigarrillo. La palabra rular hace referencia a pasar, dentro de un grupo de amigos, un peta, petardo o trompeta, es decir un porro, para que fumen de él todos cuantos quieran. Y dependiendo de la forma, también puede llamarse “ele” aquel cigarro dotado de maría.

En cuanto al estado físico de la persona que toma este tipo de droga, se dice que cuando ha consumido demasiado está fumada; si se pasa de la cuenta y le da un bajón se dice que le ha dado “un blancazo” o un “amarillo”. Aquella persona que está bajo los efectos de la droga puede estar colgado, colocado o ciego, además de flipado. Si en determinado momento la droga falta y la dependencia hace mella en el organismo, se dice que alguien “está con el mono”, que no significa necesariamente que esté con un chimpacé, aunque sus movimientos se asemejen bastante.

En el mundo de las pastillas tenemos palabras como anfetaminas, que hace referencia al nombre de la pastilla en cuestión, tripi, estrella, cuando el LSD es distribuido con esta forma, o pirula, entre otros. Aquel que consume habitual u ocasionalmente pastillas será denominado pastillero o atrapado, por aquello de estar enganchado a dicha sustancia. El “speed” es una anfetamina, normalmente prensada y hecha polvo, que recibe su nombre por los rápidos efectos que tiene en la alteración del comportamiento de aquel que la toma.

Si continuamos con las drogas en polvo que se consumen hoy en día, podemos hablar de la cocaína, un alcaloide que se obtiene de la hoja de coca, por lo que recibe también éste último nombre. Comúnmente se conoce como “farlopa”. Según la página http://www.etimologías.dechile.net/, una hipótesis sitúa su procedencia en el italiano faloppa, que significa 'capullo de seda huero que se malogra', con la variante falloppa, que podría haber dado el español farlopa por disimilación de la doble ele. Una dosis de esta sustancia recibe el nombre de papelina, por ir envuelta en papel, anchoa o loncha, y si es de buenísima calidad se dirá que es “canela fina” o “lady pura”.

La forma en la que se consume este tipo de droga es esnifándola, del inglés “sniff”, 'aspirar por la nariz', después de haberla “cortado” y haber hecho con ella una “raya”, forma en la que se distribuye para su consumo, presumiendo después de “haberse metido un tiro”, que debe ser por zapatazo que recibe el cerebro al entrar en contacto con la droga. Otra forma de consumir esta sustancia es impregnando un cigarro con ella, y de esta forma recibirá nombres como “nevadito” o “chino”.

Si la cocaína se mezcla con heroína, el resultado es un francés, que nada tiene que ver con el país vecino ni con la connotación erótica que este término aporta. Coloquialmente, la heroína recibe el nombre de caballo, aceptado por la Real Academia como tal. La manola es la jeringuilla que administra la dosis, y la acción de drogarse con este tipo de sustancia es “meterse un pico”. Todo aquel que está totalmente enganchado a esta droga recibe el apelativo de yonqui, aunque perfectamente podría llamarse así a todo aquel dependiente de cualquier tipo de estupefaciente.

Estos son sólo algunos de los términos que en el argot de la droga podemos encontrar. Animamos a nuestros lectores a que envíen sus comentarios añadiendo algún otro término que conozcan o comentando alguno de los que Rioja2 le propone.

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