Golpe de efecto del BM Logroño

El duelo entre Bada Huesca y Ademar León que debió disputarse el pasado miércoles no se disputó por un positivo por Covid de un jugador de los leoneses. Por ese motivo, ateniendo a la salud, la plantilla del BM Logroño mostró su disconformidad con la celebración del enfrentamiento de este viernes en la ciudad leonesa ante el bloque entrenado por Manolo Cadenas. Pese a considerar que no tenía ningún sentido la disputa del choque porque el riesgo estaba ahí (veremos si no pasa factura en próximos días), el conjunto franjivino viajó, hizo un espectacular trabajo, venció por 25-27, se llevó los dos puntos y dio un golpe de efecto en lo deportivo y en lo moral.

Un triunfo de prestigio, hacía seis años que no se ganaba en esa pista, que vuelve a colocar a los riojanos en la zona noble y recupera la autoestima en pensar que este equipo sí que puede estar codeándose con los mejores, al menos, peleando. Y eso que ni Ceretta ni David Cadarso ni Ortiz fueron de la partida. Dio igual. La concentración y la regularidad -aspectos en los que ha mejorado ostensiblemente- durante la hora de encuentro resultaron fundamentales para derrotar a un Ademar que sólo se dejó ir al final, después de un 22-27 inalcanzable con poco más de tres minutos para la conclusión.

Si el aspecto defensivo fue importante, así como Rangel en momentos claves, Balenciaga puso esa magia que solo él sabe desarrollar para desquiciar las trampas defensivas del cuadro de Manolo Cadenas. Por si acaso, estuvo perfectamente secundado por Moreira, un dolor de muelas desde los 6 metros, un Sánchez-Migallón incombustible (5 goles) y un Oswaldo que le va cogiendo el gusto a lo de asumir responsabilidades ofensivas.

Hubo un pero que no es nuevo, los lanzamientos de 7 metros. Tras los 30 minutos iniciales; 4 lanzamientos, 4 fallos. A la conclusión de la contienda, Balenciaga, que ya había desperdiciado uno, metió dos para un total de 7 intentos (fallaron Hackbarth, Edu Cadarso, en dos ocasiones, y Oswaldo). Un aspecto mejorable, pero que realza aún más la gesta lograda en León. Todo se cimentó en el arranque, ya que Moreira y Oswaldo animaban a los suyos con el 1-3 a los 3 minutos. Ademar reaccionó con celeridad, 4-4, y pareció crecer gracias al acierto en la portería de Slavic. No en vano, los anfitriones se colocaron 7-5 provocando que Miguel Ángel Velasco pidiera un tiempo muerto, que surtió efecto ya que en poco más de 5 minutos se pasó al 8-10 con dos tercios del primer tiempo disputado.

León empujaba y empataba a diez, pero los franjivinos, con trabajo y esfuerzo colectivo, además de pinceladas individuales, generaron desconcierto en el bando local cuando Edu Cadarso, sobre la bocina, hacía el 11-14 en el intermedio. Un marcador que hizo dudar a los anfitriones. Intentaron resarcirse en el arranque de la segunda mitad, pero Balenciaga estaba empeñado en que su equipo se llevara el triunfo. El 15-21 en el minuto 43 hacía pupa a Ademar. Tanto que Manolo Cadenas ya había agotado sus tiempos muertos. El parcial de 4-0, con Gonzalo Pérez como estandarte, daban esperanzas.

Era el momento de la verdad y al BM Logroño le podía entrar el miedo a vencer. El 22-23 era una realidad a 7 minutos de la conclusión. Aparecieron entonces Oswaldo, Moreira y Rangel, bajo palos, para confirmar que los logroñeses no se iban a ir de vacío. Parcial de 0-4 para sentenciar la victoria, 22-27, y llegar a un final de partido tranquilo, 25-27. Dos auténticos puntazos. Habrá que confiar que no tienen consecuencias en un par de semanas y que no se haya puesto en riesgo la salud de los protagonistas.

Foto: BM Logroño