Igea recupera dos trozos del fósil y el ayuntamiento anima a entregar más
El “tronco fósil de Igea” se descubrió y excavó en el año 1985. Inicialmente tenía 11 metros de longitud y pertenece a la especie Dadoxylon riojense. El descubrimiento supuesto la catalogación de una nueva especie de conífera emparentada con las actuales Araucarias. Recién descubierto, el tronco sufrió numerosos expolios y perdió varios metros de longitud.
La pasada semana, a raíz de una entrevista radiofónica la guía del Centro Mª Pilar García, se devolvió una pieza del fósil de forma anónima y a principios de esta semana, ha ocurrido algo similar y se ha devuelto un nuevo trozo.
“No hay mejor lugar para albergar piezas que conforman el pasado de nuestro planeta que en un centro donde estará bien custodiado y se podrá estudiar y divulgar con ellas”, ha animado el Ayuntamiento de Igea a que se devuelvan más trozos de este fósil, al tiempo que ha agradecido la labor de los medios de comunicación.
Han destacado asimismo que “queda de manifiesto el cambio de mentalidad de la sociedad respecto a los valores culturales y a la necesidad de conservar el patrimonio”. “Esta actitud constituye una seña de identidad y favorece la cohesión del interés general. Nos hemos dado cuenta, como sociedad, de su importancia desde el punto de vista de beneficios sociales, turísticos”.
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