Ikaragarria en Nájera
Xabier Euskitze, bertsolari y presentador de los partidos de la ETB, suele exclamar esta palabra cuando un pelotazo o un remate son realmente sorprendentes. Preguntado “Pablito” Berasaluze por el significado concreto de este término del euskera, respondió que “ikaragarria” viene a querer decir algo tremendo, terrible. Pues así puede calificarse el partido jugado por Víctor Esteban en Nájera.
No es para menos, porque el de Ezcaray, muy bien respaldado por el local “Alvarito” Untoria, vencieron a Bengoetxea VI y Aretxabaleta por 22 a 18, tras un partido espectacular del delantero riojalteño, que fue capaz de rematar 16 tantos, más un saque.
Ganaban de inicio los colorados Oinatz y Andoni por 5 a 3 y 11 a 6, ofreciendo mejor bagaje ofensivo que la pareja riojana, hasta que el pequeño de los Estaban encadenó una racha prodigiosa en la que finiquitó 10 tantos seguidos, a cuál más precioso y/o potente, colocando el marcador en 17 a 12 para los azules. En medio de este vendaval de arte y potencia, solo un tanto pudieron conseguir los colorados: una carambola de Arechabaleta, enredado adelante con el delantero riojano (12-12).
Pasara lo que pasara a partir de entonces, la crónica estaba hecha: Víctor Esteban había pasado por encima de todo un campeón de primera, como es Oinatz Bengoetxea, reclamando estelares más allá de la gracia concedida en la feria matea.
En cambio, el partido tuvo aún historia, dado el pundonor mostrado por los colorados, que lograron empatar el encuentro a 17. Pero una dejada de zurda de Untoria a placer (gracias a un gran punto jugado por Víctor), devolvió la iniciativa a los riojanos, que se escaparon de nuevo hasta el 21 a 17 que parecía definitivo.
Salva de aplausos, niños preparados para saltar a por las muñequeras sudadas de sus ídolos, pero fallo clamoroso de Vítor en el saque-gancho. Sacó Oinatz, voleón dos paredes del ezcarayense con el que recuperaba el dominio del tanto, y final del partido merced a un tremendo pelotazo de Untoria que pasó por encima a sus rivales. 22 a 18 y éxtasis en la grada tras la exhibición del gran Víctor Esteban, uno de los pelotaris profesionales que más orgasmos provoca en la grada.
Estadísticas
Bengoetxea VI: 8 remates, un saque y 1 fallo.
Aretxabaleta: 1 fallo y dos tantos conseguidos (uno de pelotazo cruzado y otro de carambola, enredado en las cercanías del frontis).
Víctor: 16 tantos (una dejada, 4 paraditas de gancho a la pared, 3 pelotazos atrás, una paradita de volea, 3 ganchos a la punta, un saque, dos cortadas de zurda, un voleón y un rebotazo), y 6 fallos (uno al fallar un resto de saque de volea).
Untoria: Un fallo y dos tantos (pelotazo a la zaga y dejada).
Detalles
Media entrada en el precioso frontón najerino, escasa para la entidad del festival y para el prestigio que se le supone a la afición del Najerilla.
El material sigue ofreciendo dudas: Por un lado, y aspecto fundamental, porque parece que castiga más las manos de los pelotaris. Y por otro, porque muchas de las pelotas acaban fastidiándose tras unos pelotazos (circunstancia que se evidencia más en los frontones ásperos, donde la fricción de la esfera con el suelo es más rasposa). En Nájera hubo una pelota puesta en juego por Bengoetxea que acabó sin apenas sonido, y haciendo “raros” durante el peloteo. Lo mismo que ha pasado recientemente en las canchas de Baños de Río Tobía y de Villar de Torre. Parece que en los nuevos materiales de la composición interna de la pelota está la respuesta a esta circunstancia.
Éxito del pseudo profesional Adrián Prado en el prolegómeno
A punto estuvo la penúltima joya de la cantera najerina de dar la campanada ante su público: Sin debutar oficialmente en profesionales (aunque ya entrena con ellos en el Centro Titín III), Asegarce (Gorostiza más bien), le programó en un festival profesional, y a punto estuvo de ganar.
Bien respaldado por Ladis Galarza, el joven zurdo najerino tenía enfrente a dos toritos, Tainta y Larumbe, cuyo prestigio peligraba si perdían o no apabullaban a un joven que ni siquiera debutaba oficialmente en profesionales.
Durante la primera parte del partido el najerino anduvo desencanchado y flojo, entregando una y otra vez la pelota para el plácido remate de Tainta. Así, los colorados se adelantaban cómodamente 7 a 3 y 13 a 5.
Falló por fin Tainta, y Prado, entró a vestuarios para aminorar un tirón en el cuello. Salió más encorajinado el riojano, y poco a poco fue haciendo daño con sus continuas entradas de aire (más ajustadas y bien dirigidas, que potentes). Con sus aciertos más dos errores de Larumbe, los azules recortaron la diferencia a solo dos puntos (11 a 13).
De nuevo se impuso el oficio de Tainta y Larumbe (15-11, 16-12, 17-14, 19-15 y 20-16), pero una gran reacción de Prado y Galarza logró empatar el encuentro a 20, para paroxismo de la afición najerina.
Despertando de cierto letargo, Tainta fue consciente del ridículo que estaba a punto de protagonizar, y sacando su genio, finiquitó el partido con un gancho y un pelotazo a la zaga (22 a 20).
Por tanto, si en un partido pleno de nervios ante su parroquia Adrián Prado mantuvo el tipo con solvencia, buenas perspectivas de futuro se abren para el joven zurdo najerino.
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