Júbilo merecido en Las Gaunas

Júbilo merecido en Las Gaunas

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Era el día. Y fue. Porque la Unión Deportiva Logroñés alcanza un hito en sus seis años de historia, llegar a una fase de ascenso a Segunda división. Algo que muchas veces se había marcado como objetivo en las pretemporadas, pero que nunca hasta esta campaña había sido algo realizable. Que Carlos Pouso liderara el barco riojano invitaba al optimismo, a la ilusión en verano, pero ahora, en mayo, es una realidad. Un sueño posible. Sin embargo, viene lo más difícil, completar la faena, hacer que lo inimaginable pueda ser cierto. Complicado, mucho, pero después de estar aquí no se puede desfallecer. Hay que empujar.

Todo gracias a una victoria sufrida ante el Lealtad (2-1). Y eso que la afición respondió con la mejor entrada de la temporada, casi cinco mil almas entregadas por un equipo. Se notaron y los once jabatos, más los tres que salieron después, que puso en liza Carlos Pouso respondieron como merecía la ocasión: buscando la meta de un conjunto asturiano que pudo encajar el primero a los 3 minutos de haber llegado Menudo en el segundo palo. La UDL quería marcar, no especulaba, no le convenía. Todo lo contrario que un Lealtad ordenado y consciente de que tenía que cubrir el expediente en los primeros instantes. Lo hizo e incluso se saltó el guión. Quien sabe si ahí comenzó su particular pesadilla.

Lombán, tras apoyarse en un compañero, se presentó ante Miguel para batirlo antes del cuarto de hora. Prisas, agobios. Para nada. Con un público entregado, el UD Logroñés siguió a los suyos. Faltaba claridad, dar el último pase, coger un poco de confianza, pero la intención era buena. El Lealtad, con el marcador a favor, se dejó querer. Logico. Entró en escena Muneta para inventarse un gol de esos que se repiten mil y una veces y uno no se cansa de ver. Espectacular. De bandera. De los que te dan un 'play off'.

Un empate que dio hambre a los riojanos. Tanta que quiso resolver por la vía rápida, dar la vuelta ya. Abaroa no acabó de creérselo e Íker Alegre ya lo vislumbraba, el gol, pero un defensor le dejó con las ganas. El Lealtad, moribundo, quería llegar al descanso, la UDL, no. Pero el árbitro pitó el camino de los vestuario. Unos minutos que sirvieron para que los locales decrecieran su ímpetu. Los asturianos, a su vez, se recompusieron, se oxigenaron. El dominio continúa siendo local, pero sin la insistencia anterior.

Vuelta al marcador

Pero este UD Logroñés es lo que tiene, que parece que no hace nada y cuando menos te lo esperas, te fulmina. Titi conectó con Menudo para que el sevillano marcara antes de llegar a la hora de partido. 2-1. Y sin prisas, sin ansiedades, sin abismos. Con saber estar, con cautela y con precisión. El público, magistral, coreó a los suyos, los llevó en volandas. El Lealtad debía ir arriba, pero sus opciones fueron mínimas. No acaba de creer en que podía empatar. Mucho mejor.

El tiempo pasaba sin que Miguel tuviera sobresaltos. Magnífica noticia. Era ese momento crítico de decidir. Ir a por el tercero o mantener lo que tienes. Inconscientemente, los blanquirrojos fueron virando por la segunda opción. El Lealtad lo atisbó y quiso pisar campo ajeno. Ambos conjuntos eran presos de sus nervios, ya que les podía más el corazón que la cabeza. Los unos porque querían empatar, pero lo hacían de manera abrupta; los otros porque deseaban mantener la renta, pero no terminaban de controlar el choque.

Entonces apreció Lombán para centrar desde la banda y permitir que Stevens, poco antes de que se avisara del tiempo de prolongación, rematara ante Miguel. Silencio. Después alivio. Silencio. Y, finalmente, ánimos. La UDL le había visto las orejas al lobo y había muchos nervios. El Lealtad hasta creía en empatar. Segundos interminables hasta que el colegiado dio por concluido el choque. Explosión de júbilo y alegría desbordada. Tres puntos que permiten al UD Logroñés medirse en la última jornada al Langreo con una remota opción de acabar en segunda posición. Para ello deben perder Murcia (como anfitrón ante el Valladolid B) y Racing de Ferrol (como visitante ante el Lealtad), aunque asumiendo que lo más probable es acabar como cuartos. Lo cual es algo que hay que celebrar.

UD Logroñés: Miguel; Julio Rico, Moisés, Álex Santelices, Sergio Martínez; Abaroa (Jacobo Trigo, min. 46), Chevi; Titi (Miguel Santos, min. 67), Muneta, Íker Alegre (Joel Valencia, min. 78); y Menudo.

Lealtad: Porrón; Dani, Mikel, Pantiga, Turégano (Peláez, min. 84); Piniella, Josu; Keko (Villanueva, min. 60), Espina, Lombán; y Matías (Stevens, min. 69).

Goles: 0-1, min. 14: Lombán. 1-1, min. 28: Muneta. 2-1, min. 55: Menudo.

Árbitro: Iosu Galech Apeztegia (Comité Navarro). Amonestó a Abaroa, Chevi, Miguel y Sergio Martínez; y a los visitantes Matías.

Incidencias: 4.835 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador. El Natruhouse La Rioja de voleibol realizó el saque de honor después de que la semana pasada ganaran la liga.

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