Juego de espías
Una nueva crisis se ha desatado entre Venezuela y Colombia. Ayer, el gobierno venezolano de Hugo Chávez anunciaba la detención de varios agentes del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) colombiano por estar estar haciendo labores de espionaje en su territorio.
“No se distraiga lo que significa para nosotros una situación tan seria y tan grave como la captura de elementos de seguridad del DAS colombiano haciendo y realizando acciones de espionaje y con planes [...] de desestabilización contra nuestro gobierno”, declaraba el vicecanciller venezolano para América Latina y el Caribe, Francisco Arias Cárdenas.
Ante estas acusaciones, Bogotá ha negado las acusaciones venezolanas. “No se ha impartido instrucción alguna para que funcionarios del DAS se desplacen a territorio venezolano. Tal como lo establece una directiva interna, tienen expresa prohibición a viajar a territorio de ese país, cualquiera sea el propósito”, subraya el DAS a través de un comunicado emitido después del anuncio de las detenciones.
La central de Inteligencia colombiana ha pedido de nuevo explicaciones en la nota recogida por los medios locales sobre la situación del detective Julio Enrique Tocora Parra, detenido cuando estaba en Maracaibo atendiendo una invitación de un funcionario del Servicio Administrativo de Identificación y Migración de Venezuela (SAIME).
“A la fecha, casi un mes de la detención y a pesar de la solicitud del gobierno de Colombia a través de la cancillería, se desconoce su situación jurídica y las razones de su arresto. Incluso, ha sido negada la posibilidad de que funcionario alguno del Cuerpo Diplomático y Consular pueda visitarlo”, dijo en relación a la situación de Tocora, quien permanece retenido en una instalación militar de Caracas.
El DAS ha defendido que “dentro de su misión, realiza actividades de contrainteligencia exclusivamente en territorio nacional [...], actividades que permiten hacer análisis permanentes, a través de los cuales se identifican fenómenos como: terrorismo, narcotráfico y cualquier otro que ponga en riesgo la seguridad nacional”.
Por si esto fuera poco, el último cruce de declaraciones entre Colombia y Venezuela ha tensado aún más la relación entre ambos países. El pasado fin de semana, el ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, ha denunciado que la mayoría de vuelos de narcotráfico hacia Estados Unidos y Europa salía de Venezuela, lo que provocó que el presidente Hugo Chávez le calificara como un “retrasado mental”.
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