La historia aguarda a los Patriots en el circo de la Superbowl

Tom Brady vs. Eli Manning. Patriotas contra Gigantes. El mejor equipo del milenio (y quizás de la historia de la NFL junto con los Pittsburgh Steelers que comandaron el decenio de los 70 y los San Francisco de Joe Montana en los 80) ante la revelación de la postemporada. Boston frente a Nueva York en la final de la XLII Superbowl que tendrá esta noche (2 a.m. hora española) su desenlace en Phoenix, Arizona.

Superados los tiempos en los que el béisbol era el pasatiempo de América, ningún deporte estadounidense concentra tanta atención mediática como el football, el único con denominación de origen americana y que se rige por unas pautas de explotación cabales (en Phoenix se echa el cierre a cinco meses de competición, con un encuentro por semana, con márgenes de recuperación suficientes para sus protagonistas y audiencias millonarias para sus gestores).

Así esta madrugada Estados Unidos asistirá al desenlace de una temporada que puede coronar a los New England Patriots como el mejor equipo de la historia si derrotan a los Giants. Más allá de la efeméride aguardan tres horas de mucho espectáculo y poco football, no en vano las grandes marcas han convertido este evento en un mero acto promocional en el que los anuncios y las actuaciones reciben más atención en sí que el propio partido (algo, por otro lado, comprensible en un deporte regido por el dictado de la pizarra y falto de improvisación). La grandeza deportiva frente a la mercantilización hasta la náusea; las dos caras de América en un espectáculo harto indigestible para el paladar europeo.

Desde 1972 en el que los Miami Dolphin de Dan Marino cerraron la temporada con 17 triunfos consecutivos (14 en liga regular y tres en postemporada) ninguna franquicia se había manejado con tanta exultancia como la mostrada por los huéspedes del Foxboro Stadium. Los Patriots han destrozado todas las estadísticas en una campaña que, de inicio, fue adversa al ser sancionados por espiar a sus rivales en pretemporada. Huyendo de toda polémica, los de Boston han construido una escuadra imbatible que presenta los mejores números de la historia de la NFL. Acabaron la temporada invictos (en esas siguen tras derrotar en play off a Jacksonville y San Diego), nunca un equipo había sumado tantos puntos (cerraron la liga regular con 598, pulverizando el anterior récord de 556 de los Minnesota Vikings establecido en 1998) ni un quaterback (Tom Brady) había dado tantos pases de touchdown (50, superando a Peyton Manning, de los Colt y hermano mayor del actual mariscal neoyorkino) en una sola campaña. La pareja sentimental de Giselle Bundchen, junto con Randy Moss, autor de 23 intercepciones (la marca anterior estaba en manos de Jerry Rice), completa un ataque demoledor, para un equipo sin debilidades.

En este camino hacia la perfección emprendido en agosto, los Patriots han encontrado la colaboración interesada de los Giants, su rival esta noche. Los neoyorkinos están completando un play off devastador después de derrotar a los , Dallas Cowboys (tercer cabeza de serie) y los Gren Bay Packers (cuartos) para convertirse en sorprendentes campeones de la Conferencia Americana.

Mientras que los Patriots tratan de sumar su cuarto anillo de campeones desde 2001 (lo que permitiría a Tom Brady unirse al club de Joe Montana y Terry Bradshaw, únicos quarterbacks con cuatro títulos en su haber), los Giants persiguen un cetro esquivo desde 1986 (los neoyorkinos acumulan cuatro títulos de la extinda NFL a los que hay que agregar la Superbowl conquistada en 1984 y 1986). Llos Giants esperan seguir alimentando su capacidad de outsider ante unos Patriots que el pasado 29 de diciembre ya vencieron en el Giant Stadium (29-33). Sin embargo ahora está en juego la historia en este circo mediático, que año a año, representa la Superbowl.