La mayor parte las alteraciones son leves y curables
Tanto la disminución de crecimiento como el retraso psicomotor son directamente proporcionales al tiempo de estancia en el orfanato e inversamente a la edad en la que entró en custodia residencial.
El ser humano necesita de un cuidado individualizado intenso, recíproco y a ser posible con una relación fija no intercambiable. Estos niños no han creado el vínculo afectivo necesario para su desarrollo y hay que estar atentos. Sin embargo la alteración debe de ser muy profunda y crónica para dejar secuelas. La resiliencia o capacidad de superación de los niños es enorme, por lo cual la inmensa mayoría se adaptan bien a su nueva familia, colegio y sociedad.
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