La mujer disco-ochentera de Cibeles
José Miró ha convertido su pasarela en un auténtico 'after'. Un desfile de modelos vestidas para la ocasión luciendo una colección para el próximo invierno con una clara tendencia disco-ochentera. El diseñador huye de los 'revivals' y crea la colección perfecta para una nueva década en la que las siluetas, los materiales y los cortes predicen un futuro lleno de color, optimismo, buen hacer, luz y mucha belleza. Innovación y funcionalidad son dos de las claves para la colección de la temporada otoño-invierno 2010/2011 para la mujer Miró.
JORNADA DEL SÁBADO
Líneas militares, lentejuelas, tejidos brillantes y una gama de oscuros colores para el otoño-invierno han desfilado con fuerza sobre las pasarelas de Cibeles Madrid Fashion Week en este sábado, día de su ecuador.
ROBERTO TORRETTARoberto Torretta
ha presentado a una mujer dura pero seductora, algo militar, inspirada en los años 40 y con toques de “Blade Runner”. Dobles botonaduras, abrigos estructurados, hombros más anchos, rodilleras y cinturones sobre abrigos, pantalones y vestidos.
El cuero es esencial en la colección del argentino, no sólo para los complementos, sino para pantalones pitillos, camisas y vestidos drapeados.Los tejidos (jersey, satén, lana, astracán, algodón, terciopelo pieles) describen líneas ceñidas que marcan la cintura de una mujer esbelta, sofisticada y femenina que utiliza cortas chaquetas.
Especial relevancia tienen largos trajes negros tan pegados que parecen una segunda piel y otros con siluetas más masculinas pero con el brillo de las lentejuelas.
El negro es predominante, aunque hubo pinceladas caqui, óxido naranja, dorados y rosa palo.
ANTONIO ALVARADO
En otras coordenadas se mueve Antonio Alvarado, cuya colección “Cul de sac” es militar y galáctica: rompe simetrías, crea volúmenes imposibles y pronuncia los hombros con vestidos que parecen una coraza protectora de un mundo, al parecer, hostil.
Crea volúmenes imposibles y pronuncia los hombros con vestidos que parecen una coraza protectora de un mundo
Con una “amalgama de colores totalmente sombría y triste” -beige, marrón, verde, teja-, Alvarado hace prendas que no constriñen y entre las que el abrigo y el vestido corto son esenciales, al igual que las botas y las gafas de sol.
Para el hombre, propuestas menos estrafalarias -de no ser por las minifaldas-: pitillos, pantalones “harlem” y chaquetas.
ÁNGEL SCHLESSER
Ángel Schlesser recupera prendas de inspiración masculina en los tejidos y los cortes, pero combinadas con otras tremendamente femeninas.El contraste cobra fuerza en una colección poblada por líneas militares y mucho pantalón pitillo, abrigos de corte cuadrado de fieltro con charol o pelo de cabra.
El minimalismo se combina con aplicaciones, piel o plumas, y se encuentran delicadas gasas y crepes de seda junto a prendas más duras. Los colores son neutros: beige, azul marino, negro y caqui con licencias para el rojo y el rosa chicle. Para la noche, Schlesser opta por vestidos cortos y cercanos al cuerpo y otros largos cortados al bies y con sabor años 30.
MIGUEL PALACIO
Para cerrar la jornada, Miguel Palacio gira en torno a un “look” cóctel muy urbano que da gran importancia a la espalda, con prendas que recaen en la cadera y recogen la silueta en los hombros para conseguir una figura más estrecha.
El drapeado ha sido la tónica en pantalones, vestidos y faldas, mientras que las camisas y las chaquetas presentan líneas puras. El diseñador ha creado contornos sueltos y desenfadados aprovechando la caída y el volumen de los tejidos. Los colores son oscuros, pero vivos complementos, “pailletes” y “strass” rompen la seriedad en intensos azules y verdes.
Las concesiones coloristas de la colección, que ha incluido joyas diseñadas por Laura Ponte, vienen encarnadas en el estampado arlequín y la seda rosa porcelana.
El drapeado ha sido la tónica en pantalones, vestidos y faldas, mientras que las camisas y las chaquetas presentan líneas puras. Para ponchos, abrigos y capas de corte clásico, piel y lana.
JUANJO OLIVA
Esta mañana, Juanjo Oliva ha desplegado una colección inspirada en la esgrima que tiene cierto aire futurista: el negro es el protagonista en ceñidos vestidos y pantalones llenos de pliegues.Oliva, que no ha ido más allá del verde botella y el teja en lo que a colores se refiere, ha ideado faldas de extraordinarios vuelos y vaporosos vestidos de fiesta con encajes.
Lejos del luto, Duyos se ha atrevido a conjuntar colores como el aguamarina y el oro con magenta y berenjena y a combinar materiales, en los que busca nuevos volúmenes gracias al drapeado y al plisado. Los tejidos naturales como la seda, la muselina y la organza se combinan con la lana y el paño cachemir.
Hannibal Laguna ha deslumbrado con “Granviaswing”, una colección brillante de vestidos de acabados minerales y elementos arquitectónicos que pronuncian la cintura, juegan con seductores escotes y describen cortes al bies.
La piel, la lana, la seda de metal y las lentejuelas han sido los materiales base de Amaya Arzuaga, fiel al negro pero también conquistada por el naranja y el azul cobalto, y que ha utilizado las estructuras de hilos en sus vestidos de fibra y los volúmenes constructivos en sus vestidos nube.
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