Más lluvias, más vegetación... y más garrapatas este verano
Este jueves comienza oficialmente el verano y con él aumentan también las garrapatas. Este año hemos tenido una primavera bastante húmeda, al menos más que la del pasado, lo que provoca que haya más vegetación, más animales y, en consecuencia, más parásitos. Podríamos encontrar, por tanto, más garrapatas, por lo que habrá que estar atentos.
El biólogo Luis Martínez-Zaporta añade que este año, además, ha sido más frío, lo que puede haber ralentizado el desarrollo de los huevos y el hecho de que hayan eclosionado, ahora, “todos a la vez”. En cualquier caso, subraya que, aunque haya más garrapatas, “no existe un mayor riesgo que el de otros años”.
Como han detallado desde Rioja Salud, cada año se registran, durante los meses de verano, unas 15 o 20 urgencias por picaduras de garrapata, si bien las cifras pueden ser superiores, ya que los afectados muchas veces no acuden a Urgencias o buscan asistencia en su centro de salud.
Las garrapatas son parásitos que se alimentan de sangre de mamíferos, aves y reptiles, principalmente. Existen más de 900 especies de garrapatas, de las que al menos 37 se han descrito en España. Las especies que mayoritariamente pican al hombre en nuestro medio son aquellas de buscan su hospedador de forma pasiva, es decir, las garrapatas buscan un lugar adecuado en la vegetación y esperan hasta que pase un posible hospedador al que acceden por contacto directo. Una vez en el hospedador, buscan una zona adecuada para picar y alimentarse.
Prevenir picaduras
Como detalla Rioja Salud, la prevención de picaduras es la medida más eficaz para evitar estas enfermedades. Principalmente hay que evitar el contacto con las garrapatas y, si no es posible evitar las zonas en las que habitan, hacerlo con las medidas de protección adecuadas (vestir prendas largas que cubran la mayor parte del cuerpo y de colores claros, zapato cerrado, camisa dentro de pantalones, calcetines sobre éstos, gorro, etc.) y uso de repelentes. Al final de la jornada hay que revisar las zonas del cuerpo en busca de posibles garrapatas y en caso de haber sido picados, hay que retirarlas lo antes posible.
Forma de extraerlas
La forma de quitar una garrapata es usando pinzas de borde romo, con la que se sujeta la garrapata lo más cerca posible de la piel. Se coloca la garrapata perpendicular y con una tracción suave, firme y mantenida se extrae. La zona de picadura debe de ser desinfectada. Hay que guardar la garrapata al menos 3 semanas hasta estar seguros de no tener ningún signo o síntoma que pueda indicar que se sufre una ETG. En caso de duda hay que acudir al entorno sanitario e informar de que ha podido ser picado por una.
Los riesgos para la salud
Estos artrópodos tienen gran importancia en salud humana, ya que se han convertido en los principales vectores de enfermedades infecciosas en los países industrializados, sólo superados en zonas tropicales por los mosquitos. Además, tienen gran importancia desde el punto de vista veterinario, dadas las graves pérdidas económicas que pueden ocasionar en el ganado.
La mayoría de las veces que nos pique una garrapata no vamos a desarrollar una enfermedad, pero el riesgo existe.
Son muchas las enfermedades transmitidas por garrapatas (ETG) conocidas hasta la actualidad. El número y tipo varía mucho en función de la zona geográfica y de las garrapatas que circulan en dicha zona. No todas las ETGs están presentes en todas las partes del mundo, ni todas las garrapatas son capaces de originar una enfermedad. Para que aparezca una ETG deben darse varios factores, que se encuentre el agente infeccioso y la especie de garrapata que lo transmite, que pique un ejemplar infectado y que la persona/animal sea susceptible a la infección. La mayoría de las veces que nos pique una garrapata no vamos a desarrollar una enfermedad, pero el riesgo existe.
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