Mil caras de una mujer trabajadora
ANA JACINTA SÁENZ, GESTORA COMERCIAL
“Como trabajadora y madre creo que una asignatura pendiente que tienen muchas empresas españolas, es la conciliación de la vida familiar y laboral”.
MARÍA BUEYO DÍEZ, DEFENSORA DEL PUEBLO RIOJANO
“Impulsar y promover el acceso y desarrollo de las mujeres a todos los ámbitos, públicos y privados, y la participación en la toma de decisiones en condiciones no tanto de paridad sino de profesionalidad y cualificación técnica”.
CONCHA ARRIBAS, CONCEJAL DE IGUALDAD AYTO. LOGROÑO
“Todos los días son 8 de marzo”.
BEATRIZ ARRÁIZ, CONCEJAL JUVENTUD AYTO. LOGROÑO
“Lo que nos hace falta aprender a las mujeres es que los derechos que nos hacen iguales a los hombres no nos los da nadie, sino que hay que luchar por ellos”.
Mª MAR SAGASTI, EMPRESARIA AGRÍCOLA
“Es necesario que no nos pongamos limitaciones nosotras mismas. En mi profesión me han llegado a decir que no podía desempeñar mi trabajo igual que un hombre. Las mujeres tenemos que demostrar el doble”.
MAITE PORRO ARAICO, ÁRBITRO
En pleno siglo XXI creo que se sigue intentando hacer esfuerzos para que la mujer destaque en el mundo laboral pero todavía queda mucho por hacer, sobre todo en el ámbito futbolístico.
Más que un problema promocional, que no me quejo de la labor de los Comités, hay un problema social. La gente, cuando sales al campo de fútbol, aún no te mira como un árbitro sino como una mujer, eres más una chica que una profesional arbitrando. Por eso creo que muchas compañeras no han aguntado la presión y se han quedado en el camino, abandonando su sueño. De hecho yo soy la única mujer árbitro que hay en La Rioja.
En este día de la mujer trabajadora, me gustaría lanzar un mensaje claro a la sociedad para que nos vean como profesionales del fútbol y nos respeten por igual, sin distinción de sexo. Respeto e igualdad es lo único que pido.
MERCEDES GALILEA, GUARDIA CIVIL
En los seis años que llevo en este trabajo, notas diferencia cada vez que cambias de destino porque de nuevo tienes que volver a ganarte la confianza de los compañeros.
En lo que más se ha mejorado es en el esfuerzo por conciliar la vida laboral y la familiar con las reducciones de jornada, la flexibilidad de horarios, turnos fijos... Cada vez somos más las mujeres que trabajamos en este colectivo por ello se asume con mayor normalidad. De cara al futuro no soy muy optimista a que mejoren las cosas. Vamos a seguir igual y nunca nos van a ver de la misma manera sobre todo en trabajos que requieran mayor esfuerzo físico. Nos seguirán llamando el sexo débil.
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