Vuelta a las andadas
Dos saques de banda y dos goles. Adán y Jesús. Suficiente para lastrar a una UDL que volvió a encontrarse con su versión débil en la faceta defensiva. Si después del 2-0 el equipo empuja, recorta distancias y hasta cree en poder neutralizar la renta es que algo falla. Si la solidez atrás no aparece y en ataque, a tenor de los últimos duelos cuesta un mundo hacer ocasiones, es dar demasiada ventaja en una categoría que condena el error. En esta caso la falta de concentración por permitir dos remates francos por desajustes.
El orgullo exhibido en los veinte minutos finales con defensa de tres y con el ímpetu e intensidad puesta por los cambios realizados por Carlos Pouso ahondan en la duda. ¿Por qué no antes? El fútbol va de estados de ánimos. Con la UDL volcada, percutiendo por los costados y metiendo balones al área es más fácil que puedan ocurrir cosas. Si no hay continuidad, si desde atrás hay titubeos, si algunos futbolistas -por falta de confianza o por otras cuestiones- no dan su mejor versión lo más probable es que el abismo esté cerca.
REVOLUCIÓN EN EL ONCE
El técnico vasco, tras los pitos sufridos en Las Gaunas, comenzó su particular revolución. Luca Ferrone, Amelibia, Muneta, Reguilón, Espina y Thaylor -titulares ante el San Sebastián de los Reyes- veían el duelo desde el banquillo. Muchos cambios (¿excesivos?) en aras de buscar aire fresco y dar un giro al juego de los blanquirrojo -este domingo de azul-. Parecía que el efecto era positivo porque la UDL entraba al partido con ganas. Dispuesta, decidida, ambiciosa. Con empuje fue metiendo al conjunto madrileño.
No hacía falta combinar, no era necesario. Mendi, bullicioso, peinaba y ayudaba a los suyos para dominar territorialmente. Faltaba, para variar, el remate. Y cuando lo hubo, la fortuna no estuvo del lado blanquirrojo. Con el paso de los minutos, el Navalcarnero iba ajustando sus piezas, Joaquín bajaba el cuero al piso y lo domaba con criterio.
Un tiro del jugador con más clase de los locales cambió el discurso de los visitantes. Ahora a los de Pouso les costaba pisar área ajena. Es más, el control de las segundas jugadas favorecía a los locales que gozaban de una doble oportunidad después de que Joaquín le hiciera el lío a Julio Rico y que Miguel despejara y que Adán, en su primera intervención tras la lesión de Fran, cogiera el rechace para rematar, desde el punto de penalti, desviado. Un aviso de que el equipo riojano no se podía permitir ni el más mínimo despiste.
Mendi daba aire a los blanquirrojos con un preciso control, un sombrero y un trallazo que impactó en el larguero. El '9' ejercía de tal y transmitía peligro en cada acción. Pero en un campo de las dimensiones del Mariano González cualquier despeje podía generar una ocasión. Sin hilvanar tres pases seguidos, el Navalcarnero se encontró con un gol cuando Adán remataba dentro del área después de un despeje defectuoso de la zaga blanquirroja tras un saque de banda. Un despiste, un error, un tanto en contra pasada la media hora de juego.
La UDL reaccionaba y lo hacía, otra vez, gracias a Mendi, fundamental para entender el juego ofensivo de los logroñeses en tierras madrileñas. Chevi ponía el esférico desde la izquierda, Pazó prolongaba y el ariete vasco obligaba a que Olmedo se estirara para evitar el empate. Sin embargo, fue algo aislado ya que el descanso se echaba encima sin que algunos de los blanquirrojos hubieran aprovechado su oportunidad, caso de Sergio García o Salvador que, como extremos, apenas gozaron de profundidad. O de Javi Rey o Chevi, con poca presencia en la elaboración ofensivas.
LOS LOCALES, MEJORES
Arrancaba la segunda mitad y parecía que la UDL no era consciente de lo que estaba en juego. Al menos, eso transmitía con una cantidad de despropósitos defensivos que por fortuna no fueron a mayores. Nada más reanudarse el choque, Chevi cometió un error que propició que Joaquín, tras gran acción individual, cruzara ante Miguel. A renglón seguido, tras una buena internada de Manu desde el lateral fue Adán el que remató en el área pequeña y después José Antonio el que envío alto su tiro.
Carlos Pouso debía empezar a mover ficha. Lo hizo después de que Chevi no llegara a embocar en un amago de ocasión visitante. Espina salía al campo por un desdibujado Sergio García que demostró los motivos por los que ha tenido tan pocos minutos en estas trece jornadas. El Navalcarnero se encontraba a gusto con un Joaquín excelso que estaba contagiando a los madrileños. La consecuencia, lógica, fue que los de Juanjo Granero se encontraron con el segundo de la tarde.
Saque de banda de Manu, peinada y en el segundo palo irrumpía Jesús. Un tanto clavado al de la primera mitad. Para hacérselo mirar. Reguilón aparecía para meter velocidad en detrimento de un Javi Rey desubicado, sin chispa y sin juego, mientras que Thaylor, por Caneda, permitía un cambio de dibujo para los últimos veinte minutos. Independientemente de si por la variante táctica, si porque las prisas obligaban a un esfuerzo extra o porque el Navalcarnero había reculado, el caso es que los riojanos vivían en campo madrileño.
Mendi y Salvador, con dos buenos tiros, parecían intimidar a Olmedo. Balas de fogueo, para variar., aunque sí se intuía un paso adelante. No quedaba otras. Paredes enganchó un latigazo desde la frontal que superó al meta local y que daba vida a los suyos. Restaban 11 minutos después de comprobar que Reguilón le había dado un puntito más por la izquierda, igual que el desborde de Thaylor o la calidad de Espina. Pero claro ya era demasiado tarde. Quizá el larguero de Mendi, instantes antes del tanto de Adán, habría variado el rumbo de un choque que se le puso de cara al Navalcarnero ante la fragilidad defensiva de una UD Logroñés que parece desengancharse de la zona alta de la tabla.
FICHA TÉCNICA
Navalcarnero: Olmedo; Manu, Catena, Jesús, José Antonio; Alonso, Gonzalo (Joya, min. 62); Cifo, Joaquín, Fran (Adán, min. 22); y Nacho Buil (Jaume, min. 75).
UD Logroñés: Miguel; Julio Rico, Caneda (Thaylor, min. 69), Pazó, Paredes; Adrián León; Salvador, Javi Rey (Reguilón, min. 60), Chevi, Sergio García (Espina, min. 55); y Mendi.
Goles: 1-0, min. 32: Adán. 2-0, min. 60: Jesús. 2-1, min. 79: Paredes.
Árbitro: Víctor Rives Leal (Comité valenciano). Amonestó a los locales Cifo (min. 44), Joya (min. 72), Adán (min. 74) y José Antonio (min. 87) y a los visitantes Sergio García (min. 36), Caneda (min. 45), Adrián León (min. 55) y Mendi (min. 83).
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