Y comieron perdices
En una carambola digna de la mejor jugada, Asegarce ha anunciado que el partido entre Olaizola II y Agirre se disputará finalmente el próximo viernes, en Balmaseda, en lugar del sábado. A priori, sólo otro cambio de última hora más de los varios a los que las empresas de la LEP.M no están acostumbrando. Pero, en realidad, una jugada en toda regla para calmar los tensos ánimos.
Hagamos historia de uno de los culebrones del año en el mundillo de la pelota. En mayo, Asier Olaizola (Olaizola I) comunica a Asegarce que tiene previsto casarse en otoño, pero que podrían contar con él en el Cuatro y medio, puesto que está dispuesto a renunciar al viaje de novios. Le pide a su empresa, además, que no programe a su hermano para el día 27 de octubre, fecha del enlace.
La promotora guarda silencio y da la primera sorpresa en la presentación del torneo, cuando anuncia que Asier no lo jugará por decisión técnica. La segunda llegó esta semana en forma de puntilla: al enlace tampoco podrá acudir Aimar Olaizola, Olaizola II, porque Asegarce le ha programado en Balmaseda el sábado por la tarde, en un partido que nadie retransmite y que, por tanto, podría moverse de día.
La noticia cae como un mazazo en el entorno de los Olaizola. No es que Aimar no pueda acudir al banquete y a la posterior fiesta, sino también que se perderá la misma ceremonia, puesto que el lugar elegido para el partido, Balmaseda, es uno de los más alejados del lugar del enlace.
¿Casualidad o toque de atención de la empresa a sus pelotaris estrella? Fuera lo que fuera, al final, Aimar estará en la boda e incluso en la posterior fiesta, porque ayer Asegarce renunció a la fecha inicial del partido y programó el estelar de Balmaseda el viernes por la noche, en un partido que, ahora sí, será televisado por EITB.
Como explicación oficial, la empresa asegura que “debido a la leve contractura muscular que Bengoetxea VI padece en su hombro derecho, su enfrentamiento a Barriola se retrasa al domingo en el mismo escenario” por lo que el partido del sábado cambia al viernes. El enlace, salvo contratiempo de última hora, será (ahora sí) completamente feliz.
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