Granados consigue retrasar su segunda comparecencia en la comisión sobre corrupción de la Asamblea de Madrid
El exconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid Francisco Granados ha conseguido este viernes retrasar su segunda comparecencia en la comisión de la Asamblea que investiga la corrupción en Madrid. Aunque ya había comenzando a comparecer, la mesa de la Comisión ha suspendido la sesión y volverá a examinar la reclamación de Granados, que había pedido posponer la comparecencia hasta su puesta en libertad.
La Asamblea había negado en un primer momento esta posibilidad, tras un escrito del propio Granados dirigido a la presidenta del órgano regional, Paloma Adrados (PP). Sin embargo, y tras las quejas de Granados al iniciar su turno de palabra, la portavoz del PSOE, Esperanza Moya, ha protestado porque su grupo no conocía esta petición, y ha pedido un receso para valorarla, dado que a otros comparecientes se les había eximido de acudir por diversas razones.
Tras un receso de casi una hora, la presidenta de la comisión, Dolores González Pastor (Ciudadanos), ha anunciado que la mesa y portavoces acordaban retrasar la comparecencia, a pesar de su convencimiento de que el proceso de requerimiento había gozado de “todas las garantías”. Así, se volverá a consultar con el juez que aprobó la comparecencia si hay que estimar la reclamación de Granados.
Granados se había quejado al comienzo de la sesión de que no se haya aplazado su comparecencia hasta su puesta en libertad. Ha argumentado que no puede acceder a documentación de un caso hace 12 o 14 años para defenderse, ni puede expresarse con total libertad. “Parece que un viaje a Londres sí que es motivo para no comparecer”, ha dicho en referencia a la excusa con la que Ignacio González evitó su comparecencia.
La petición de Granados evidencia un cambio de opinión respecto a su anterior comparecencia, en la que pidió repetidas veces a varios portavoces que le volviesen a citar lo antes posible para defenderse de las acusaciones que le han llevado a prisión en el marco de la trama Púnica.
Las circunstancias han cambiado desde que hiciese ese ruego a la Asamblea. Hace unos días se conocía la confesión ante el juez de su exsocio David Marjaliza. En ella explicó que Granados se llevaba el 20% de las ganancias de recalificaciones de suelo, adjudicaciones y promociones y venta de viviendas. a través de una sociedad que compartían. Le acusó se haber promovido la creación de esa sociedad.
Granados iba a participar en esta sesión de la comisión por el mismo caso que el pasado 6 de mayo compareció Pedro Gómez de la Serna. La Asamblea de Madrid investiga si la empresa pública Arpegio se montó para favorecer a altos cargos del PP y bajo las instrucciones del propio Granados y la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, de cuyo gobierno regional dependía la fundación.
De la Serna aseguró que conservaba parte de los trabajos que había realizado para Arpegio, aunque no todos. Admitió que a su sueldo mensual había sumado extras por redactar un informe de 30 páginas, que le reportó 12.000 euros. También cobró por asesorar en la creación de la Fundación, aunque admitió que su estructura ya estaba definida cuando él llegó.
Antes que Granados han pasado por la Comisión Carmen Plata, ex directora gerente de la Fundación Arpegio, Beatriz Elorriaga e Isabel Mariño, ambas exdirectoras del patronato de la Fundación. Mariño ha protagonizado encontronazos con los portavoces de Ciudadanos y Podemos cuando estos le han afeado algunos de los proyectos de Arpegio, como los convenios con medios afines a los populares. “Todo se hacía con ética en el PP”, ha exclamado ante las acusaciones de los parlamentarios.
