El Gobierno de Ayuso veta símbolos y actividades de apoyo a Palestina en colegios e institutos
La Inspección educativa del Gobierno de Ayuso ha contactado con varios centros escolares de la Comunidad en los que se estaban organizando actividades en apoyo al pueblo de Gaza y ha dado órdenes de cancelarlos y de retirar toda la simbología palestina visible, como banderas o pañuelos, según denuncia la plataforma Marea Palestina: la educación contra el genocidio, protegiendo la identidad de los docentes. Su portavoz, Carlos Díez, confirma que se están produciendo estas llamadas y/o visitas por parte de la Consejería para prohibir actos en solidaridad con las más de 64.000 víctimas en Gaza, casi un tercio de ellos menores de edad. “Vamos a estudiar acciones, incluso legales, contra esta vulneración del derecho de autonomía, libertad de cátedra e, incluso, derechos fundamentales como la libertad de expresión” de los profesores, ha asegurado Díez en conversación con elDiario.es.
Uno de los casos de estas restricciones se produjo en un centro en el que se realizaban actividades de concienciación con la lista de nombres de niños y niñas asesinados desde el inicio de la ofensiva israelí sobre Gaza. Desde la Inspección, se dieron órdenes al equipo directivo de dejar de exponer estas listas en aulas y pasillos por, textualmente, “vulnerar la ley de protección de datos”. Por esa razón, han prohibido la lectura en voz alta de los nombres de niños y niñas asesinados, un acto simbólico de recuerdo y condena por la vulneración de sus derechos fundamentales.
Desde la Consejería, niegan la existencia de esta represión y reconocen únicamente que, “cuando las Direcciones de Área Territorial (DAT) conocen que algún centro quiere organizar actividades que pudieran tener relación con alguna cuestión política, recuerdan a los directores que los centros educativos deben ser absolutamente apolíticos”. Sin embargo, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se ha posicionado desde el principio frontalmente en contra de toda protesta propalestina y aseguró que la ofensiva israelí en Gaza, que acumula casi 65.000 asesinatos de civiles, está “defendiendo” a Europa de la “islamización”.
“Me parece razonable que, dada la controversia política que hay respecto de esta cuestión, dejemos la política fuera de las aulas. Creo que no debe ser objeto de trifulca ni disputa política el interior de las aulas, que están para el aprendizaje de los niños y para que no sea objeto de controversia política que es lo que parece que algunos están buscando”, ha justificado este miércoles el alcalde de Madrid, José Luis Martínez, en declaraciones a los medios de comunicación.
Para los profesores, en cambio, estas acciones y la colocación de banderas palestina responden a una denuncia moralmente obligada del “escolasticidio” que está sucediendo en la Franja de Gaza, con más de 18.500 niños y niñas asesinados por el ejército israelí. “No podemos permanecer pasivas ante esto”, responde Díez, que asegura que no trasladar un mensaje en defensa de los derechos humanos incumpliría, de hecho, con el currículo escolar establecido por la comunidad: “Pensamos que denunciar un genocidio es poner en práctica lo que la ley establece”.
Según su portavoz, Marea Palestina estudiará en su asamblea de esta tarde la respuesta de la plataforma a estas restricciones que, dicen, distan mucho de la postura del Gobierno de Ayuso cuando Ucrania protagonizaba estas actividades en favor de la paz para denunciar la invasión rusa. “Apoyó, respondió y participó”, asegura. El pasado martes, cinco miembros de la plataforma fueron recibidos por la Comisión Internacional de Cooperación al Desarrollo en el Congreso de los Diputados, donde elevaron sus quejas sobre el silenciamiento por parte de la Consejería de Educación madrileña.
Aluvión de críticas
El portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, Eduardo Fernández Rubiño, ha criticado este miércoles en la sede del partido esta prohibición del gobierno regional: “¿Por qué en una escuela no se pueden hacer actos de conmemoración por los niños gazatíes que están bajo las bombas? Pues esa es una pregunta que tiene que contestar la gran abanderada de la libertad, pero que quiere libertad solo para ella y para los que piensan como ella”.
De hecho, desde su partido han anunciado que emprenderán “acciones legales en cuanto esta orden ejecutiva se haga oficial”. Así lo ha adelantado su portavoz en la Asamblea, Manuela Bergerot, en unas declaraciones en las que ha añadido: “Prohibir las banderas de las instituciones públicas es liberticida e inmoral, pero también es ilegal”.
Por su parte, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha arremetido también contra Ayuso, a la que ha llamado “amiga de genocidas”, y ha considerado “extraordinariamente grave” la restricción por tratarse de una “vulneración de la libertad de expresión”. Así lo ha dicho antes de abandonar el Congreso, donde ha acudido a la sesión de control al Gobierno, para reunirse con un grupo de escolares y docentes de la Comunidad de Madrid que están llevando a cabo actividades de apoyo al pueblo gazatí. Además, ha garantizado que su ministerio va a poner a disposición de esos grupos de escolares “que están movilizándose de manera solidaria para reivindicar los Derechos Humanos y el fin del genocidio”, “instalaciones y recursos” para que puedan seguir haciéndolo.
También el secretario de Organización y coportavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha calificado a la presidenta madrileña de “miserable”, “progenocida” y “sinvergüenza”: “La señora Ayuso es una miserable. La señora Ayuso es una progenocida y es una auténtica ignominia”, ha asegurado en una rueda de prensa como procurador en las Cortes de Castilla y León.
A su vez, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha criticado en su perfil en X el veto del Gobierno de la Comunidad de Madrid a símbolos y actividades de apoyo a Palestina en colegios e institutos. “La libertad educativa de Ayuso: financiar con 38 millones a colegios privados que segregan por sexos, dejar a más de 60.000 familias sin saber si tienen beca y prohibir visibilizar el genocidio en Palestina”, ha escrito.
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