Stories Matritenses es un blog del grupo de periódicos hiperlocales Somos Madrid escrito por Pedro Bravo.
Pedro Bravo escribe ensayo y ficción. Su último libro es Cabo Norte (Menguantes, 2020). Además, ha publicado Exceso de equipaje (Debate, 2018), Biciosos (Debate, 2014) y La opción B (Temas de Hoy, 2012). Es socio de Soulandia, una empresa que aplica la narrativa a estrategias de comunicación, y del coworking malasañero Espíritu23. Habita en la linde occidental del barrio.
Sobre el único plan posible para que todo se solucione
La sexta ola ha vaciado las discotecas y probablemente el tinder y durante dos o tres semanas la gente nos hemos ido autoadministrando el miedo y el cansancio y las medicinas para curarlos. A solas, qué remedio
Pasear un sábado por el centro de Madrid a las siete de la mañana es unir con una línea invisible los puntos que marcan las parejas que se despiden de la noche comiéndose a besos. Parejas que se besan a la puerta de estaciones de metro, en paradas de autobús, en esquinas, en bancos o en el capó de algún coche que amanecerá abollado por el amor. Parejas que se besan con la promesa de que aquello continuará, aunque saben que no tienen ni idea de lo que vendrá cuando dejen de acariciarse y cojan el tren. Parejas que se besan y notan un postgusto a cerveza, tabaco, marihuana y el lejano aliento de un pangolín chino.
En esta Navidad que acabó hace un par de días, los paseos tempranos de los sábados han ido perdiendo de vista esos hitos de la pasión, extrañando besos que no han sido, separando parejas que aún no se habían encontrado. La sexta ola ha vaciado las discotecas y probablemente el tinder y durante dos o tres semanas la gente nos hemos ido autoadministrando el miedo y el cansancio y las medicinas para curarlos. A solas, qué remedio.
Porque también nos hemos dado cuenta de que los capitanes, ellos y ellas, han hecho justo lo que no se les supone, han abandonado al barco. Este año, muchos hemos pasado la navidad mal porque no ha sido en familia y con la sensación de despedirnos de un sistema que, definitivamente, ya no se ocupa de nosotros. Una sensación que hemos tenido al esperar los síntomas del virus pero no la llamada de nuestro centro de salud. Una impresión recurrente al meternos en la nariz por quinta vez ese palito que cambia de precio tanto como la criptomoneda más oscura. Una emoción que es la que viene después del cabreo: la del alivio de saber que se acaba algo que en verdad no estaba funcionando.
Puede que no todos pero algunos ya no nos indignamos cuando la presidenta regional presume de que Madrid tiene la mejor sanidad pública de España o no sé si del mundo. Tampoco nos enfadamos cuando el presidente del gobierno decide que sólo dos cosas son necesarias y por eso obligatorias para pasar esta crisis: la mascarilla cuando no hace falta y las cabalgatas de reyes. Ni siquiera entramos en el juego del alcalde cuando luce cinismo sobre la tumba de una escritora que parece que no le gusta.
Además de estos y otros titulares de opereta, el comentario general de estas semanas ha sido en torno a una película cómica protagonizada por un meteorito. Quizá el mejor chiste sea que una historia que habla, entre otras cosas, del sesgo de confirmación ha confirmado que tenemos este sesgo tan desarrollado como para convertir nuestro debate social al respecto en parte de los gags que aparecen entre los títulos de crédito. A los que nos venimos sintiendo como he explicado en los párrafos anteriores nos ha animado a seguir así. Ajenos al ruido constante y atentos para no olvidarnos de que corremos el peligro de vivir para defender nuestras opiniones en vez de mirando, escuchando, oliendo y tocando.
Hace años, paseando por otra ciudad llena también de personas bonitas, vi una pintada que se me quedó. En El Poblado de Medellín, alguien había dejado un mensaje en letras negras sobre un muro blanco: “Mi plan es bailar hasta que todo se solucione”. En estos días de paseo extraño por el centro de Madrid cuando acaba la madrugada, se me ocurre una forma de evolución para ese graffiti y para esto que llamamos sociedad. Que nuestro plan sea bailar para que todo se solucione. O, mejor, que nuestro plan sea besarnos para que todo se solucione.
Sobre este blog
Stories Matritenses es un blog del grupo de periódicos hiperlocales Somos Madrid escrito por Pedro Bravo.
Pedro Bravo escribe ensayo y ficción. Su último libro es Cabo Norte (Menguantes, 2020). Además, ha publicado Exceso de equipaje (Debate, 2018), Biciosos (Debate, 2014) y La opción B (Temas de Hoy, 2012). Es socio de Soulandia, una empresa que aplica la narrativa a estrategias de comunicación, y del coworking malasañero Espíritu23. Habita en la linde occidental del barrio.
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