San Fermín de los Navarros no celebrará el 7 de julio y estudia trasladar su fiesta al 25 de noviembre

Por segundo año consecutivo, los Sanfermines no se celebrarán en Chamberí. La junta directiva de la Real Congregación de San Fermín de los Navarros ha suspendido las celebración y el chupinazo que lleva acogiendo este templo de Madrid desde hace más de treinta años. “Resulta imposible controlar el número de asistentes, la distancia interpersonal y el uso obligatorio de las mascarillas (...) el peligro de contagio de coronavirus es evidente”, explican sus responsables en un comunicado.

De esta forma, este martes no se celebró el tradicional chupinazo del 6 de julio del Paseo Eduardo Dato ni la chistorrada posterior, tampoco la cena de hermandad que hubiera tenido lugar el pasado lunes ni se montará la tienda en el entorno del templo. Este miércoles 7 de julio no habrá verbena ni jotas navarras durante la eucaristía, así como tampoco el habitual ágape a los asistentes.

Sin embargo, sí que se celebrará una misa solemne este 7 de julio, a las 20.00, “en sufragio y recuerdo de las víctimas del coronavirus”, explican desde la parroquia. “Está prevista la presencia de autoridades, Reales Congregaciones, representantes de la vida oficial y civil e integrantes de la congregación de San Fermín de los Navarros”, cumpliendo las medidas de precaución vigentes. Este martes también estaba prevista una “oración por los difuntos de la pandemia” dirigida por el párroco del templo, con un “chupinazo” de oraciones al cielo.

Pese a la suspensión en julio de los Sanfermines, la parroquia abre la puerta al traslado de la fiesta a una fecha en otoño, el 25 de noviembre, cuando se conmemora el Martirio de San Fermín o San Fermín Chiquito. “Todo dependerá de la evolución de aquí a entonces de la pandemia, de las circunstancias que se den en aquellas fechas, y a otros datos diversos, entre ellos la marcha de las vacunaciones y el tiempo atmosférico”, señalan desde el templo.