Semáforos, ruido, suciedad, vivienda y coches: así respondió Carmena a los vecinos de Chamberí
Había ganas de ver a Manuela Carmena en Chamberí. La de este martes era la última visita dentro de la campaña 1 Mes 1 Distrito, que ha llevado a la alcaldesa a conocer los problemas de los vecinos de Madrid, Y el local elegido para hacerla, el gimnasio del colegio público Claudio Moyano, se quedó muy pequeño para la cita: un centenar de personas cupieron en su interior junto a Carmena y más de 110 se quedaron fuera, deseando entrar.
El formato era sencillo: los vecinos formulaban sus quejas, demandas y propuestas a la alcaldesa, que iba contestando una a una o se comprometía a hacerlo, cuando tuviera todos los datos, en los días posteriores. El inicio del encuentro fue bronco, debido a un grupo de unos diez vecinos que pedían la reversión del proyecto Despacio Galileo y la aprobación del proyecto Metropolitan, en las cocheras de Cuatro Caminos.
Sin embargo y a diferencia de los plenos de la Junta de Chamberí en los que estas sonoras protestas también son habituales, los gritos fueron frenados en seco por la alcaldesa, que pidió “silencio” en numerosas ocasiones y de forma vehemente para que se pudieran escuchar las demandas de todos los vecinos. Y finalmente lo consiguió.
Pasado el tumulto llegaron las propuestas vecinales, que fueron muy abundantes y de todo tipo: varias personas de la zona de Hilarión Eslava y del complejo Galaxia se quejaron de “no poder dormir” durante los fines de semana por el ruido de la “juerga nocturna” de la zona, que un vecino achacaba a dos discotecas. Otra pedía la retirada de uno de los nuevos WC públicos que se ha ubicado cerca de su vivienda.
Una de las propuestas más concretas y mejor explicadas la llevó un vecino del número 15 de la calle San Francisco de Sales, que pidió para los 256 coches de sus aparcamientos un cambio en la movilidad de la zona para facilitar la entrada al aparcamiento. Tanto la alcaldesa como Jorge García Castaño, concejal-presidente de Chamberí, calificaron la demanda de “razonable” y prometieron su estudio para aplicarla.
Las respuestas a Metropolitan y a Galileo Reversión
Entre los vecinos asistentes había un grupo -que coincidía en parte con el que protestaba por Despacio Galileo- que pidió información sobre el proyecto Residencial Metropolitan, una cooperativa que lleva años intentando construir varios edificios de viviendas sobre los terrenos de las antiguas cocheras de Metro de Cuatro Caminos. Carmena aseguró que el periplo de los cooperativistas “no puede acabar más que bien, la voluntad del Ayuntamiento es absoluta”, indicó la alcaldesa.
Manuela Carmena calificó de “muy díficil” el proceso de negociación y admitió que “ha habido errores de unos y de otros, pero lo importante es que al final esto salga lo mejor posible, que podáis disfrutar de vuestras casas y que los demás también se sientan satisfechos del entorno”, concluyó.
Los representantes municipales también detallaron a los vecinos su punto de vista del estado actual del proyecto Despacio Galileo. “Lo que hemos entendido como más razonable es abrir el paso al tráfico y seguir manteniendo la sección de la calle como estaba”, explicó Jorge García Castaño. “La intervención actual de Galileo da respuesta a lo que pedía mucha gente, que era habilitar el paso de coches, y a otra parte que quería una intervención más contundente”, detalló antes de anunciar que esta medida servirá “para preconfigurar mejor la intervención final de obra que se hará en la zona”.
El concejal de Chamberí indicó que habrá “ampliación de aceras” en este área del distrito y también en otras, y que su equipo de Gobierno aplica estas políticas porque “vinimos aquí a transformar estas cosas, que es para lo que nos han votado”, dijo. Carmena añadió además una explicación a las razones por las que la Junta de Gobierno no cumplió la votación del pleno que pidió la reversión total del proyecto, explicando que tiene competencias para no hacerlo: “Es como cuando se reprueba a un ministro en el Congreso y luego no es cesado”, añadió.
Un distrito “privilegiado”
Las demandas vecinales se fueron sucediendo y respondiendo: Carmena prometió agilizar las gestiones para que una asociación pudiera celebrar un mercadillo de mujeres en el distrito, estudiar la situación de los perros en el parque Enrique Herreros y facilitar alguna forma de recreo para las mascotas, atender a las reclamaciones de las AMPAS, revisar el proyecto bianual de las aulas de socialización y casos más concretos referentes a farolas en mal estado o semáforos que no da tiempo a cruzar. También pidió perdón por quejas puntuales de limpieza que no se han resuelto en tiempos satisfactorios.
Carmena pudo comprobar in situ cómo las peticiones y problemas de los vecinos -a pesar de ser importantes para ellos- eran de muy distinto grado de gravedad en Chamberí que en otras de las zonas de Madrid que ha visitado, donde ha escuchado narraciones escalofriantes de problemas con drogas en pisos, desahucios y dificultades de subsistencia básica, entre otras. Una de las vecinas presentes en la sala, ya hacia el final del evento, se encargó de poner todos los problemas en contexto: “Chamberí es un lugar privilegiado frente a otros barrios de Madrid”, recordó. E invitó a pensar entre todos los ciudadanos “un modelo de ciudad”, trascendiendo a los problemas puntuales y a no querer solo “lo mío”.
Casi dos horas después de haber llegado al colegio, Manuela Carmena levantó la sesión. Antes prometió intentar volver en un formato similar, pero en un lugar con mayor aforo, para que todos los vecinos que se quedaron fuera y los que quieran acudir por primera vez a un evento como este puedan llegar a hacerlo.
0