“La labor educativa de Patio Maravillas es cerveza y alcohol”, dijo la ex presidenta de la Comunidad y ex candidata a la alcaldía de Madrid Esperanza Aguirre el pasado 8 de agosto, en una inesperada rueda de prensa ofrecida ante la entonces recién desalojada última sede 'patiera' de la calle Divino Pastor. Aquel día Aguirre faltó descaradamente a la verdad pero fueron pocos los medios de comunicación -Somos Malasaña entre ellos-que decidieron no hacerse eco de las falsas palabras de la representante del PP regional.
Desde entonces, según afirman desde El Patio Maravillas, los ataques y desinformaciones sobre lo que verdaderamente hace y significa esta plataforma no han parado de sucederse por parte tanto del Partido Popular como de sus “medios afines”, obligándole -en plena negociación con el Ayuntamiento para establecer un marco legal mediante el cual se puedan ceder edificios y espacios públicos en desuso a organizaciones que desarrollan un proyecto social y cultural beneficioso para la ciudad- a dar un paso al frente y a defenderse con hechos y cifras de las acusaciones que viene soportando.
Según creen, la inclusión de varias personas afines al Patio en el actual Gobierno municipal de Manuela Carmena tiene mucho que ver con el incremento de descalificaciones que viene sufriendo el colectivo por parte de quienes estarían tratando de sacar rédito político a los claros nexos que unen a algunos de sus miembros con Ahora Madrid. En las últimas semanas, denuncian que Ciudadanos se ha sumado a ese ataque, lo mismo que una televisión pública como Telemadrid.
Demostración de fuerza
Demostración de fuerza
Este miércoles el Patio ha lanzado una campaña reinvindicativa de lo que su labor ha significado para el barrio de Universidad y para la ciudad de Madrid: '8 años buscando un lugar donde alunizar'. Con ella saca pecho de años de trabajo con unos números incontestables que hablan de más de 650 personas a la semana participando de las actividades gratuitas y reuniones que se han venido desarrollando bajo el paraguas de su marca; de cerca de un centenar de eventos culturales, políticos y sociales que cada año se han celebrado en alguna de sus sucesivas sedes (presentaciones de libros, conciertos, debates, proyecciones, charlas y mesas redondas, poesía...); de dar cobijo semanalmente a más de 15 colectivos políticos metropolitanos, así como de forma puntual a decenas más dedicados a la lucha por los derechos humanos, la precariedad, la cultura libre, un barrio digno, la vivienda, feminismos y la economía social y solidaria; en definitiva, de ofrecer a la ciudadanía dotaciones necesarias “en un territorio arrasado”.
“No somos cuatro amiguetes pidiendo que se nos dé un espacio público gratis en el que celebrar nuestras fiestas”, afirma una portavoz de El Patio negando, números en mano, los machacones mantras con los que se les ha venido atacando.
El Patio está en guerra: “No vamos a permitir que nos caricaturicen, criminalicen e instrumentalicen. Y queremos pedir ayuda a los madrileños y madrileñas. Ayuda para demostrar que queremos, necesitamos y que tenemos el derecho a espacios públicos donde autoorganizarnos”.
Será en las redes sociales, principalmente, donde El Patio dé la batalla. La etiqueta (hashtag) propuesta para recibir públicamente apoyos es #ElPatioHace“ y en las próximas semanas veremos muchas caras conocidas y desconocidas que en vídeo y en fotografía les darán su apoyo. De momento, la red se ha inundado de imágenes con ejemplos de lo que hace, algunas de las cuales reproducimos a continuación (míralas todas aquí):
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