La Iglesia devuelve la 'Casa del Cura' del Dos de Mayo a los vecinos de Malasaña
Los habitantes de Malasaña podrán contar en breve con un nuevo espacio público, que servirá para paliar -en parte- las graves carencias de dotaciones municipales en este barrio. Será en la Casa del Cura de la Iglesia de las Maravillas, justo en la Plaza del Dos de Mayo, gracias al acuerdo llegado por el Arzobispado de Madrid y el Ayuntamiento, por el que el primero devuelve al segundo un edificio de titularidad municipal, que hasta ahora tenía un uso eclesiástico.
La reordenación de la actividad parroquial en Malasaña está detrás de este cambio: como contó este periódico, el Arzobispado cerró en verano la Parroquia de las Maravillas y trasladó toda su actividad a San Ildefonso. Esto dejó sin uso la citada Casa del Cura, un edificio de cuatro plantas y sótano, de varios cientos de metros cuadrados que acogía a los sacerdotes que ejercían su labor eclesiástica en la iglesia anexa.
Mientras los seglares se marchaban, el Consistorio negociaba con el Arzobispado la devolución de estas viviendas, con el objetivo de dedicarlas a usos vecinales. Numerosos colectivos del barrio reclaman desde hace meses la apertura de espacios para asociaciones o jóvenes, después de años de ventas de edificios públicos durante la última etapa del PP en la alcaldía, que han dejado a Malasaña sin ni siquiera una sala de reuniones abierta a los vecinos, o un salón de actos en el que programar actividades. La propia alcaldesa Manuela Carmena prometió buscar estos espacios vecinales durante su visita a la zona, el pasado mes de febrero.
Una iglesia propiedad del Ayuntamiento
Una iglesia propiedad del Ayuntamiento
La Iglesia de las Maravillas y sus dependencias, que daba nombre a esta céntrica zona de Madrid -los mayores del lugar aún lo conocen como barrio de las Maravillas en lugar de Malasaña– tiene una curiosa peculiaridad que la diferencia del resto de templos de la capital: su titularidad es municipal y no del Arzobispado de Madrid. Es el Ayuntamiento el que costeó las recientes obras de remodelación y el actual propietario del edificio, que mantiene cedido para usos eucarísticos a la Iglesia Católica.
Pese a la devolución de las viviendas, el Arzobispado mantiene la actividad y el cuidado del templo católico, que ha encomendado recientemente a la Comunidad de Sant'Egidio, un grupo de cristianos laicos que apuestan por convertir esta iglesia “en un lugar amigo”.
Esta comunidad conoce el acuerdo de devolución al Ayuntamiento y ve con buenos ojos los nuevos usos vecinales de este edificio. Incluso se ofrece para colaborar en las actividades en las que pudiera ayudar a sus nuevos ocupantes.
Todavía no se han definido los usos concretos que tendrán los cuatro pisos de la Casa del Cura. El Ayuntamiento de Madrid espera poder ejecutar en breve unas pequeñas obras para ponerlo en uso de forma rápida y que los vecinos puedan empezar a utilizarlo cuanto antes. Tampoco está definido el método de gestión de este espacio, aunque los colectivos sociales de la zona esperan que se ceda a una asociación que represente a vecinos, comerciantes e instituciones de la zona, con capacidad para dotarlo de actividades.
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