La Leocadia, la Pintura negra de Goya que fue vecina de carne y hueso de Desengaño
Se hace difícil pensar en La Leocadia, ese cuadro de Goya de 1823 que nos espera en el Museo del Prado junto al resto de las llamadas Pinturas negras del de Fuendetodos, como en la persona de carne y hueso que fue. Más difícil todavía puede resultar imaginarla en el número 17 de la calle Desengaño, pero allí tuvo su hogar por un tiempo y fue donde murió, siendo enterrada en la cercana parroquia de San Martín, en la plaza de la Luna.
Curiosamente, también en Desengaño, pero en el número 1, vivió durante 20 años el pintor aragonés, del que Leocadia Zorrilla y Galarza (1788-1856) acabó siendo ama de llaves -cuando Goya habitaba ya en la Quinta del Sordo- y amante. Leocadia permaneció junto al artista -viudo desde 1812- hasta el final de sus días, acompañándolo a Burdeos, lugar donde lo encontró la muerte en 1828.
La pareja no llegó a ser vecina de Desengaño al mismo tiempo, pero no deja de ser curioso el hecho de que ambos hubieran vivido en la misma calle a lo largo de sus respectivas vidas.
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