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Metro de Madrid exigió un plan de protección en Canalejas para evitar el corte de la línea 2, cerrada desde enero

Captura de un vídeo de OHL que explica el plan de obras. / OHL

Sofía Pérez Mendoza

Metro de Madrid sabía que la obra del complejo de lujo Canalejas podía afectar a la línea 2 y exigió a OHL, la promotora del macroproyecto propiedad del exministro Juan Miguel Villar Mir, un plan de protección especial para evitar lo que finalmente ha terminado pasando: que el túnel se ha deformado y un tramo del servicio se ha quedado inutilizable durante el último trimestre. Ni el suburbano, ni OHL, ni el Ayuntamiento de Madrid, que concedió la licencia de obra, explican dónde estuvo el error que mantiene cerrado un tramo que utilizan 80.000 viajeros al mes.

Según ha podido saber eldiario.es, Metro de Madrid advirtió en un informe sobre la “proximidad” de las obras al túnel afectado y pidió a la constructora que tuviera “en cuenta las medidas correctoras suficientes” para controlar “la transmisión de ruidos y vibraciones que pudieran producirse”. El proyecto constructivo de OHL para intervenir el parking que dará servicio a la macrourbanizazión de lujo de Canalejas, fruto de un acuerdo con el Ayuntamiento de Manuela Carmena, solo se pudo iniciar con el visto bueno de Metro de Madrid.

El suburbano era el responsable de revisar todas estas medidas preventivas recogidas en un “plan de Auscultación y Control de las infraestructuras afectadas” que sí previeron el cierre puntual del tramo entre Retiro y Sevilla durante el mes de agosto. 

“Pedimos una serie de garantías para que las obras se desarrollaran en condiciones de seguridad, pero otra cosa es cómo otros lo ejecuten. Ha habido un error que nos acaba afectando en lo que no queríamos”, apunta una portavoz de Metro de Madrid, que asegura que las inspecciones incluidas en el citado “plan de Auscultación” han permitido detectar los problemas en el túnel. “Gracias a las exigencias que establece Metro para medir los posibles movimientos del túnel, se detecta el error de cálculo”, añade. 

Metro de Madrid culpa a OHL de lo ocurrido y anuncia que le exigirá una indemnización por “daños y prejuicios” a la promotora cuya cuantía ha evitado concretar de momento. Aparte, OHL asumirá, según el suburbano, el millonario coste de la reparación del túnel y también el desembolso por el servicio sustitutorio de autobuses, de casi un millón de euros, según datos de la EMT. 

La incidencia ha obligado, según fuentes conocedoras de los trabajos que se están llevando a cabo desde febrero, a bajar la cota de las vías, retirando la gravilla que tienen debajo (llamado balasto). Y a cerrar la estación de Sol hasta el 13 de mayo para nivelar las vías de la línea.

Fuentes de OHL precisan que mantienen una “relación cordial” con Metro de Madrid y dicen que este último corte se ha producido por una petición expresa del suburbano. “Han pedido que se refuerce más el túnel, es una actuación regular dentro de los trabajados coordinados con Metro, respetando la seguridad ferroviaria”, apuntan estas fuentes, que defienden que, pese a que el servicio lleva tres meses cortados, se está “actuando de la manera más ágil para minimizar los prejuicios a los ciudadanos”. 

Un vídeo publicado por la promotora en su canal de Youtube en 2017 muestra la cercanía de las obras y las instalaciones de Metro de Madrid. OHL explica que, como parte del proyecto de construcción, se ha instalado un “sistema de control topográfico automatizado” colocado en el túnel para “garantizar que durante el proceso descendente no se producen deformaciones de la pantalla superiores a las admisibles”. Justo lo que ha pasado. Por “proceso descendente” se entiende la operación de vaciado del subsuelo para remodelar y ampliar el parking. Para evitar el daño en Metro, algo que ha fracasado a juzgar por el resultado, OHL habría colocado una barrera de micropilotes, que puede verse en el vídeo, introducidos a gran profundidad. Mucho mayor que por la que circula el suburbano. 

Sin acceso a la licencia de las obras: “Es privado” 

Los trabajos del aparcamiento acordaron con el Ayuntamiento de Madrid y la empresa explotadora del servicio de parking en 2017. El equipo de Manuela Carmena anunció el acuerdo, aprobado en pleno en julio de ese año, de la siguiente manera: “La remodelación de los aparcamientos de Canalejas tendrá coste cero para los madrileños”. El nuevo plan obliga a OHL a asumir el coste de las obras, 25,5 millones de euros, frente a los 3,4 que les exigía la propuesta de la exalcaldesa Ana Botella a cambio de que el Ayuntamiento desembolsara de las arcas públicas 32 millones. 

eldiario.es ha solicitado al Ayuntamiento de Madrid la licencia que permitió poner en marcha las obras de Canalejas, pero el Gobierno municipal se niega a aportar la documentación con el argumento de que es un documento correspondiente a una “obra privada”. Los trabajos que se están desarrollando en el macrocomplejo requieren, como cualquier obra en una casa, de una licencia municipal para llevarse a cabo. Aunque el Consistorio se desentiende de la responsabilidad en “la zona subterránea” porque “actúan sobre la superficie, en lo que tiene que ver con el planeamiento”.

“Lo que hay debajo del suelo corresponde a la Comunidad de Madrid”, una afirmación que desmiente la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. 

Una licencia de obras, y más en en el caso de una macro urbanización de este tipo con tanta afectación, obliga a inspecciones periódicas de técnicos del Ayuntamiento. El equipo de Carmena asegura que estos controles se están realizando pero no concreta cuáles han sido sus actuaciones ni qué han concluido tras analizar el incidente.

La dirección de Metro de Madrid alega igual que el Ayuntamiento que se trata de una “obra privada” para evitar que los sindicatos de trabajadores puedan entrar a visitar los trabajos de reparación. El Comité de Empresa lo ha pedido verbalmente con una respuesta negativa y ahora aguarda una contestación oficial por escrito. Este medio también ha solicitado formalmente el acceso al suburbano y también se le ha denegado.

“Un destrozo estructural” 

Los representantes de los empleados de Metro de Madrid han enviado desde febrero varias cartas a la dirección del suburbano en las que alertan de que el túnel de la línea 2 se ha quedado, por las actuaciones de OHL, en “una situación precaria a nivel estructural”.

Tres meses después no han recibido respuesta y denuncian el “hermetismo” y la “ocultación” con la que su empresa, Metro de Madrid, está gestionando el problema. Su solicitud de un Comité de Expertos en Obra Civil Subterránea para “mantener informado al comité de los posibles daños y actuaciones que se realicen” tampoco ha tenido éxito. Aseguran que no tienen ninguna información de lo califican como un “destrozo estructural” causado por OHL. También exigen que el suburbano denuncie ya a la promotora por los “daños y perjuicios” provocados en el servicio. 

Mientras, los viajeros continúan a oscuras. Una voz por megafonía advierte cada poco de que “por causas ajenas a Metro, permanece interrumpida la circulación de trenes en la línea 2 entre las estaciones de Retiro y Sol”. El aviso ha cambiado este miércoles y añade una parada más al corte. Solo por uno de los andenes de la línea 2 a su paso por Sol transitaron en febrero de 2018 42.000 viajeros. Y una cifra similar en el otro sentido, que ahora, o renuncian a tomar este transporte público o se suben a los autobuses que circulan por la superficie haciendo el mismo recorrido.

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