Todo parecía concretado. Por lo menos quedó por escrito. Y en entrevistas personales y periodísticas. Centelles, el fotoperiodista catalán de la Guerra Civil española, tendría una sala para su trabajo en el Centro Documental para la Memoria Histórica con sede en Salamanca. Eso fue lo que se pactó cuando se produjo la venta de su fondo fotográfico al Ministerio de Cultura.
Incluso uno de los hijos, Sergi, así lo confirmó en agosto del pasado año, en una entrevista con La Meseta, cuando dijo que 2014 habría una gran exposición de su padre, Agustí Centelles, en Salamanca.
En 2009, la venta del Archivo Centelles al Ministerio de Cultura se hizo pagando en torno a 700.000 euros, a cambio del compromiso del Ministerio de depositarlo “de manera única y exclusiva, sin posibilidad alguna de cesión a ninguna otra administración, sea local, provincial o autonómica, a museos o archivos dependientes de entidades locales, provinciales y autonómicas, de manera provisional o transitoria”, según el acta notarial a la que ha tenido acceso La Meseta.
Ahora, fuentes cercanas a los hijos de Centelles han asegurado que tienen pendiente la visita a la futura sala Centelles, en la sede del Centro Documental para la Memoria Histórica en la capital salmantina, que está próxima a inaugurarse en la Plaza de Bandos. Sin embargo, las mismas fuentes han indicado que no hay noticias sobre la futura exposición en Salamanca y no se cuenta con la investigación de los últimos dos años en más de 150 hemerotecas de todo el mundo.
Los hijos de Agustí Centelles protocolizaron notarialmente hace pocos días el reparto de copias de exposiciones anteriores al año 2009 y la custodia de los documentos profesionales, indispensables para conocer al fotógrafo español que llevó las fotos de la guerra de España, desde su ámbito urbano y limitado a los 300 kilómetros desde Barcelona, a las portadas de los periódicos europeos, a dejar testimonio gráfico de la guerra de España desde Francia, Argentina, Mëxico, los periódicos locales de Estados Unidos y en los periódicos de Oceanía.
Es más, se sigue alimentando la versión de “la polémica compra” del fondo documental por parte del Ministerio de Cultura, sin explicar la decisión que tomaron los herederos de Centelles, que percibían los derechos de la venta de sus imágenes durante muchos años.
La operación económica que ofreció el entonces Ministerio de Cultura fue de 700.000 euros por la compra más dos años extras de derechos en la agencia Vegap, correspondientes a los ejercicios 2010 y 2011, más la compra del fondo de negativos y derechos de reproducción del llamado “fondo publicitario e industrial del Estudio Centelles”. En total, la suma alcanzó los 850.000 euros frente a los 300.000 euros que ofrecía la Consejería de Cultura por la totalidad de negativos, copias de autor y mobiliario. Un importante lote de copias de autor fue vendido por los herederos de Agustí Centelles a la Fundació Vila Casas, en una operación con clausula de confidencialidad pero que representó para cada uno de los vendedores una cifra muy importante.
Veinte días antes de la firma del contrato de compraventa, a finales de diciembre del año 2009, en la capital salmantina, los dos hijos de Agustí Centelles, protocolizaron un documento notarial que indicaba que la venta estaba sujeta a la permanencia única y exclusiva en las instalaciones en Salamanca, del Centro Documental de la Memoria Histórica.
El Ministerio de Cultura evitó la subasta del archivo en Christies, frente a las amenazas de la consejería de Cultura del gobierno de la Generalitat de Cataluña. Hizo una operación de compra de patrimonio y cumplió con el espíritu de los acuerdos, que permitieron a los herederos percibir los derechos de reproducción durante los año 2010 y 2011, a partir de esta fecha todos los derechos de reproducción son exclusivos del propietario Archivos Estatales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
La Secretaría de Estado de Cultura ya ha comprado un tercio del fondo publicitario del Estudio Centelles, quedando los dos siguientes lotes para comprar durante el ejercicio 2014 y 2015.
Pero, ¿llegará de verdad el momento en el que se pueda ver el fondo documental de Centelles en el Centro Documental para la Memoria Histórica? ¿Las relaciones personales entre los hermanos lo harán posible? ¿El Ministerio de Cultura tiene claro qué va hacer en ese Centro? ¿Sabe el Ministerio qué va a poner en la Sala Centelles?
Si durante el verano del año 2011 se produjeron contactos y presiones por parte del nuevo consejero de Cultura en el entorno de uno de los vendedores, que provocó una respuesta educada y contundente de otro de los vendedores.
Se han cumplido los acuerdos económicos, pero quedan pendientes los aspectos de la comunicación formal y visita a la sala de Exposiciones Agustí Centelles y la exposición varias veces aplazada en Salamanca, ¿depurará la nueva exposición los errores de anteriores muestras dedicadas a Centelles?
La Meseta ha intentado contactar con el asesor que medió en la operación de compra-venta, pero ha manifestado que está dedicado a completar la investigación para la exposición '[todo] Centelles' y que no hará declaraciones al respecto.
