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Avalancha de todocaminos de formato pequeño

Hyundai Kona.

Pedro Umbert

Si alguien tenía dudas o incluso la esperanza de que la moda de los vehículos todocamino o SUV fuera un fenómeno pasajero, existen bastantes indicios de que no será así. Como toda tendencia que llega para quedarse, esta ha demostrado a estas alturas una cierta longevidad, lo que es ya un primer indicio de cómo están las cosas.

Tras asentarse, el propio segmento ha comenzado a diversificarse para dar lugar a diferentes subgrupos que, en su variedad, han barrido o menoscabado la relevancia de categorías tradicionales de coches como los monovolúmenes y las berlinas. Una prueba muy palpable de ello es la avalancha que ha traído y va a traer este 2017 únicamente de novedades pequeñas y medianas, pongamos por debajo de los 4,40 metros.

En los últimos meses se han lanzado actualizaciones de los Mini Countryman, SsangYong Korando, Mitsubishi ASX, Mercedes GLA y Jeep Compass, además de desvelarse la versión off road del Infiniti Q30, que –en un recurso habitual de utilizar la X para evocar campo– se denomina QX30, y el todocamino más pequeño de Audi, el Q2.

En fechas muy recientes ha recibido un lavado de cara y novedades de equipamiento otro modelo de gran éxito, el Renault Captur, fabricado en Valladolid, que tantas alegrías ha dado en los últimos años a la firma del rombo.

Pero lo mejor queda para la segunda mitad del año y llega procedente de dos polos: Corea y el centro de Europa. Por empezar con los asiáticos, Hyundai prepara el lanzamiento en septiembre u octubre del Kona, un modelo de 4,17 metros que completa por abajo una gama en la que reina el Tucson.

La otra parte del grupo automovilístico coreano, Kia, anuncia también para el segundo semestre el Stonic, del que no se conoce longitud exacta pero sí que pertenece al mismo segmento, llamado B-SUV, donde militan el Captur, el Ford EcoSport y el Nissan Juke, a quien cabe el honor de haberlo inaugurado, del mismo modo que su hermano el Qashqai hizo prender en el mundo la fiebre SUV

Desde el Viejo Continente trabajan en el desembarco de otros modelos importantes. Skoda lanzará en octubre el Karoq, que comparte plataforma con el Ateca de Seat y sustituye al Yeti, además de ser el hermano pequeño del Kodiaq. La marca española, perteneciente como la checa al Grupo Volkswagen, ultima a su vez el Arona, de tamaño inferior al Ateca, al tiempo que ha emprendido una imaginativa campaña de marketing para buscar nombre a su futuro SUV grande.

Al segmento de moda de los todocaminos pequeños acaba de unirse además el Opel Crossland X, que con sus 4,21 metros se sitúa por debajo del Mokka X y que reemplaza al Meriva, en otro ejemplo más de fagocitación de un monovolumen por parte de un SUV.

Hace apenas dos días conocíamos, por último, la llegada del Citroën C3 Aircross, que compartirá numerosos elementos mecánicos y estructurales con el Grandland X al ser fruto ya de la integración de la marca alemana en el Grupo PSA. Cómo no, con este nuevo modelo desaparecerá otro monovolumen, el C3 Picasso, y con él nos acercaremos a un 2018 que, seguro, traerá muchas más novedades en el segmento (o los segmentos) SUV.

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