Ioniq 6: por la aerodinámica hacia la máxima eficiencia
La industria del automóvil ha sido pródiga en construir vehículos aerodinámicos en aras de obtener la máxima eficiencia. En la retina de algunos estarán modelos emblemáticos como el General Motors EV1, el VW XL1 o el primer Toyota Prius, criaturas cuya extraña silueta tenía su máxima particularidad en una zaga alargada sobremanera con el fin de ofrecer la menor resistencia posible al avance del coche.
En la era de la electrificación, Hyundai ha realizado su aportación a este catálogo de campeones de la aerodinámica en la forma de un segundo miembro de la familia Ioniq, compuesta por vehículos 100% eléctricos e iniciada por el multipremiado Ioniq 5. Con base en la misma plataforma que este, el Ioniq 6 se presenta con un coeficiente Cx de solo 0,21 en el que se asienta la gran mayoría de sus cualidades como coche propulsado únicamente por baterías.
Una de las más importantes es, sin duda, el cortísimo consumo homologado (desde 13,9 kWh/100 km), que permite a este gigante de 4,85 metros de largo lograr una autonomía de hasta 614 kilómetros en una de sus versiones. El cliente puede escoger entre tres potencias de motor (151, 228 y 325 caballos) y dos baterías, una de 53 y otra de 77,4 kWh.
La versión más potente y con la batería mayor dispone de dos motores que le otorgan tracción a las cuatro ruedas, mientras que el resto son de tracción trasera. Su autonomía alcanza los 519 km, en tanto que la que cuenta con más alcance –los referidos 614 km- es la que monta el motor intermedio y la batería de 77,4 kW. Con la de 53 kW, el coche puede recorrer entre recargas un máximo de 429 km, siempre según los registros de homologación WLTP.
Durante una breve toma de contacto que ha tenido lugar en Madrid, hemos podido comprobar que el Ioniq 6 –en su variante tope de gama, que se identifica como Energy- es un modelo con una pisada excepcional, que resulta tan confortable como preciso en la conducción. En lo tocante el consumo, hemos obtenido cifras por debajo de 19 kWh/100 km (la oficial es 16,9) en un recorrido que transcurrió mayoritariamente por carretera a un ritmo tranquilo. Es lícito suponer que, con más etapas de ciudad, no será difícil rebajar un poco esos guarismos.
Un modelo tan futurista como este se pone a la venta con una carga tecnológica abrumadora. Para empezar, admite recarga tanto de 400 como de 800 voltios, es capaz de recargar a su vez otros dispositivos tecnológicos mediante tecnología V2L (vehicle-to-load) y puede disponer de luces paramétricas matriciales y, tal vez lo más llamativo para un profano, de espejos retrovisores digitales, cuyas imágenes se muestran en sendos monitores ubicados en los extremos del salpicadero.
En un punto de carga ultrarrápida de 350 kW, cualquiera de las baterías del modelo surcoreano recupera del 10% al 80% de su capacidad en 18 minutos, y en 5 minutos recarga energía para recorrer 100 km. En corriente alterna, el cargador embarcado del coche está adaptado para recibir potencia de 7 o de 11 kW.
Funciones activas
Más hits tecnológicos del Ioniq 6. En el modelo de tracción total, el usuario tiene a su disposición pasar a tracción trasera cuando lo estime oportuno y seguro. Por otro lado, puede regular la intensidad del sonido que emite el motor eléctrico. El volante, de tipo interactivo, cuenta con cuatro ledes cuyo color cambia, por ejemplo, en función del modo de conducción escogido por el usuario, del mismo que lo hace la luz ambiente interior, en dos colores, de acuerdo con la velocidad a la que se circula.
El modelo de Hyundai aspira a ser también una referencia en lo que a acabados sostenibles se refiere. Sus asientos están revestidos de piel ecológica, la pintura de la carrocería está hecha de pigmentos reciclados y las alfombrillas proceden de redes de pesca igualmente recicladas.
En el interior ultramoderno destacan la doble pantalla de 12 pulgadas, el interior de las puertas completamente liso y sin botones –los de las ventanillas se emplazan en la consola central-, una guantera deslizante de gran capacidad y un aún mayor espacio de almacenamiento bajo una consola hueca en su parte inferior. Un total de cinco puertos USB, carga inalámbrica, actualizaciones over the air y un equipo de sonido Bose son otros dispositivos que podemos encontrar a bordo del Ioniq 6.
No menos relevante que todos estos gadgets es que la plataforma E-GMP sobre la que está construido hace posible una distancia entre ejes de nada menos que 2,95 metros, fruto de la cual se disfruta en las plazas traseras de un espacio para las piernas que cuesta encontrar en cualquier otro modelo del mercado. Tal vez debido a lo singular de la zaga, el maletero resulta en cambio bastante discreto, además de limitado por una boca de carga estrecha y un paso al habitáculo todavía más angosto. Su volumen oficial es de 401 litros que se complementan con otro pequeño compartimento situado bajo el capó.
La dotación de seguridad, tan extensa que no se puede desgranar completa, tiene como elementos sobresalientes los asistentes para evitar colisiones frontales, traseras y en el ángulo muerto, la advertencia del nivel de atención del conductor, el monitor de visión periférica y la alerta de ocupantes en los asientos traseros, además de siete airbags entre los que se incluye uno central en la parte delantera. Es novedad un sistema que ahora permite de forma remota –mediante el mando a distancia- aparcar el coche en diagonal, y no solo en línea o en batería.
La gama para nuestro mercado se compone de tres versiones. La básica (Light), con motor y batería pequeños, cuesta 49.620 euros y es la única que puede optar a las ayudas del Plan Moves III; la intermedia (Star, con motor de 228 CV y batería de 77 kWh) sale por 58.010, y la Energy sube hasta los 66.360 euros. Hyundai aplica una rebaja de 1.200 euros por financiar la compra y otra del mismo importe específica para modelos eléctricos que, en el caso del Light, se sumarían a los hasta 7.000 del Moves.
