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Prueba del Kia Niro Plug-in, un híbrido enchufable ‘top’

Kia Niro Plug-in.

Pedro Urteaga

El Kia Niro es uno de esos coches que llegan al mercado discretamente, sin llamar apenas la atención, y poco a poco derivan en un superventas y un motivo de alborozo para la marca. Es el paso del tiempo lo que los decanta como vehículos que, sin ser quizá demasiado atractivos estéticamente, se imponen por su equilibrio entre tamaño, espacio interior y de carga, peso, prestaciones y, por supuesto, precio relativamente asequible. Llega el entonces el clic que los presenta al público bajo una luz nueva con la que sus encantos resultan más visibles.

El éxito del modelo coreano reside también en la opción de adquirirlo en versiones 100% eléctrica, híbrida convencional e híbrida enchufable, que es la que hemos podido probar en los días previos al temporal que nos ha azotado. La combinación de un motor de gasolina 1.6 y otro eléctrico proporciona al Niro Plug-in 141 CV de potencia, y su batería de 8,9 kWh recargable en la red hace posible recorrer unos 50 kilómetros en modo puramente eléctrico, además de obtener el codiciado distintivo Cero emisiones de la DGT.

En el momento de recoger el coche para iniciar la prueba, nos encontramos con 58 kilómetros de autonomía eléctrica en el panel de instrumentos. Después de hora y media al volante por ciudad, en varias sesiones, habíamos realizado 55 km antes de agotar la batería, y ello con un consumo de gasolina medio de 1,2 litros/100 km, prácticamente el del dato oficial en el vigente ciclo de homologación WLTP (1,4 litros/100 km).

Lo mejor es que en los 313 adicionales que recorrimos con el Niro ya sin que la batería tuviera la capacidad de impulsar por sí sola al coche -se mantuvo siempre en alrededor del 10% de su capacidad total- el gasto de combustible se situó en 5,4 litros/100 km, una cifra digna de ser realzada pero obtenida, eso sí, en uso fundamentalmente urbano.

Peso moderado

Una de las claves para conseguir registros tan mesurados guarda relación estrecha con el moderado peso del vehículo para tratarse de un híbrido enchufable: apenas 1.600 kilos que se antojan el límite razonable que no conviene traspasar si se pretende aspirar a un buen equilibrio entre prestaciones y eficiencia. Aquellos modelos más pesados tienden a tener más dificultades para alcanzar la autonomía que homologan, así como el consumo contenido y las emisiones que se le suponen a un vehículo de los considerados respetuosos con el medio ambiente.

El Niro Plug-in ofrece varias herramientas que permiten subrayar su cara más sostenible. En primer lugar, un modo de conducción híbrido que controla por sí solo la interacción del motor eléctrico y el de combustión. También unas levas en el volante que regulan la recuperación de energía con destino a la batería y que, en el modo Sport -que se selecciona al colocar la palanca del cambio automático en función manual-, sirven además para subir y bajar marchas con las pulsaciones de nuestros dedos. La de la derecha engrana una más larga y la de la izquierda, una más corta.

Repasemos ahora el resto de las virtudes comunes a toda la gama Niro. Para empezar, un habitáculo muy espacioso para cuatro o cinco ocupantes cuando la longitud total del coche es de solo 4,35 metros. El maletero, en el caso del híbrido enchufable, mengua hasta los 324 litros (86 menos que en el Niro híbrido) debido a la presencia de las baterías de alto voltaje, pero sigue dando bastante juego especialmente si se aprovecha la altura disponible hasta el techo.

Sensación de solidez y materiales de buena apariencia

El acabado del interior da sensación de solidez y los materiales presentan buena apariencia. Nos agrada menos el aspecto brillante de la pieza que recubre la parte superior del salpicadero, pero, como casi todo, esto puede ser una cuestión de gustos.

El Niro híbrido enchufable está a la venta desde poco más de 29.000 euros en acabado Concept y por 32.200 en el más equipado acabado Drive. Pese a que el precio es abultado, el primero es el SUV equipado con esta tecnología más asequible hoy por hoy en el mercado español.

Para los más exigentes queda la versión Emotion (desde 34.000 euros), que se puede completar con un Pack Luxury en el que, por 2.300 euros, se incluyen el asiento del conductor con ajuste eléctrico (ocho posiciones), ajuste lumbar y memorias, asientos delanteros con calefacción y ventilación y traseros con calefacción, tapicería de cuero, volante calefactado, cuadro de instrumentos Supervision de 7 pulgadas y equipo de sonido JBL.

La dotación de seguridad comprende, según versiones, alerta de vehículos en el ángulo muerto, sistema de frenada de emergencia (reconoce vehículos y peatones), sistema de lectura de señales de limitación de velocidad, alerta por tráfico trasero cruzado, asistente de mantenimiento en el carril y programador de velocidad activo. Este último presenta una novedad, y es que ahora puede detener el coche, si es necesario, y reemprender la marcha automáticamente.

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