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Prueba del Opel Astra PHEV, campeón de la eficiencia

Opel Astra PHEV.

Pedro Urteaga

La gama del histórico Opel Astra se compone en la actualidad de versiones de gasolina y diésel de 110 y 130 CV junto con una híbrida enchufable (PHEV) de 180 caballos. A la espera de los Astra GSe, enchufable de 225 CV, y 100% eléctrico, hemos conducido en los últimos días el PHEV de 180 CV, del que nos ha sorprendido gratamente su compromiso entre eficiencia y prestaciones.

Hablamos de un vehículo que incorpora un motor de gasolina de 150 CV al que asiste otro eléctrico de 81 kW alimentado a su vez por una batería de 12,4 kWh de capacidad. Con estos mimbres se obtiene un rendimiento notable que es compatible con buenas cifras de autonomía eléctrica: 67 kilómetros en ciclo combinado WLTP (unos cuantos menos en el uso real).

Gracias a ella, quien se decante por esta versión del Astra puede teóricamente realizar casi todos los desplazamientos ordinarios sin consumir combustible ni generar emisiones de CO2. Como siempre nos gusta repetir, esto será así siempre que se tome la molestia de poner el coche a cargar antes de cada utilización o cuando sea menester, como haría con su teléfono móvil.

A diferencia de otros híbridos enchufables mucho más grandes y pesados -a menudo SUV-, este Astra puede considerarse relativamente ligero, una característica de la que se derivan un sinfín de ventajas. Comenzando por lo más vistoso, que es capaz, por ejemplo, de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 7,6 segundos sin disponer de una potencia estratosférica, y que esa rapidez permite además completar los adelantamientos en carretera con gran seguridad.

En segundo lugar, el peso liviano suele ser sinónimo de escaso gasto de combustible. Una vez agotada la carga de la batería con la que puede desplazarse en modo eléctrico, este PHEV se conforma con consumos medios de gasolina de 5,5 litros/100 km. Son prácticamente registros de diésel que explican por qué no pocos usuarios de híbridos enchufables se deciden por esta tecnología para sustituir a sus proscritos modelos de gasoil.

En combinación con un depósito de carburante de 42 litros, la parquedad de consumo del Astra se traduce en una autonomía total (sumadas la eléctrica y la convencional) de muchos cientos de kilómetros, otro equivalente a lo que ofrecen tradicionalmente los vehículos diésel y que aporta tranquilidad y comodidad a los largos viajes por carretera. El conductor podrá (deberá) parar en este caso cada dos horas, como es recomendable, para descansar, pero será algo que decida libremente y no forzado por la necesidad de repostar.

Algunos aspectos mejorables

Como ya te hemos contado aquí en otras ocasiones, el Astra es un modelo relativamente amplio para cuatro -mejor que cinco- personas. La capacidad de carga, eso sí, se resiente un tanto en esta variante PHEV, pues de los 422 litros de maletero de que disponen las versiones de combustión se pasa aquí a 352 litros. Al menos, las formas del compartimento son regulares y dan lugar a transportar un buen número de bultos.

En alguna ocasión hemos mencionado también que lo menos logrado del modelo alemán lo encontramos en el puesto de conducción y en el habitáculo en general, donde algunos de los materiales empleados no están a la altura de lo que espera de un coche de este precio (39.190 euros antes de incentivos) e incluso su ajuste nos plantea algunas dudas.

A nuestro parecer, lo que más afea el interior son las dos piezas correderas que cubren los posavasos de la consola central y el espacio situado un poco más adelante. El pulsador que permite abrir un práctico hueco adicional justo debajo de las salidas de aire, al igual que la ruleta para regular el volumen de sonido, resulta de una inquietante fragilidad.

Por último, el sistema multimedia no se distingue por la rapidez de respuesta. En la unidad que hemos probado días atrás surgieron además fallos de funcionamiento, como el que impedía escuchar la radio debido a que la antena no estaba operativa en ese momento (eso se podía leer en la pantalla central). Como no es la primera vez que nos sucede algo parecido en distintas versiones del Astra, nos atrevemos a extraer la conclusión de que Opel tiene un problema por resolver en este punto.

Estos defectos pendientes de pulir ensombrecen la grata impresión que deja este PHEV por su eficiencia y buen hacer tanto en ciudad como en desplazamientos de más enjundia. De hecho, coches como este nos convencen de las cualidades de los modelos compactos o medianos para aventajar a los omnipresentes SUV en la carrera en la que todos estamos comprometidos para lograr una movilidad más sostenible. 

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