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Polestar 4, un eléctrico de altos vuelos

El techo panorámico enlaza con la pieza que remplaza a la luneta trasera.

Pedro Urteaga

La firma de vehículos eléctricos Polestar acaba de dejar de ser una marca mono-modelo e inicia de hecho en estos momentos una ampliación de gama que le llevará a disponer de cinco coches distintos para el año 2026. Tras haber debutado en el mercado español, en 2022, con el Polestar 2, ahora le llega el turno a una avanzadilla compuesta por dos SUV que lucen los guarismos 3 y 4 y se comercializan ya en este 2024, la berlina deportiva Polestar 5, prevista para 2025, y el roadster eléctrico Polestar 6, que llegará al año siguiente.

Por el momento hemos podido ponernos al volante del Polestar 4, un elegante SUV cupé de 4,84 metros de longitud que sale a la venta en dos variantes. La primera incorpora un único motor eléctrico de 272 caballos que envía su fuerza a las ruedas traseras y le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos. La segunda dobla esa potencia (544 CV) gracias a dos motores que, emplazados uno en cada eje, le otorgan tracción total, además de facultarlo para alcanzar los 100 km/h desde parado en solo 3,8 segundos.

La batería, de 100 kW en ambos casos, concede 610 kilómetros de autonomía a la versión menos potente y 590 km a la Dual Motor, según registros de la homologación WLTP.

Si algo permitirá distinguir al nuevo modelo de la marca sueca perteneciente al grupo chino Geely tanto de la competencia como de sus hermanos de gama será, además de su bella silueta, la ausencia de luna trasera, sustituida aquí por una pieza opaca que entronca con un techo panorámico de grandes dimensiones. Polestar explica que, con esta solución, el habitáculo goza de mayor luminosidad y de más altura para los pasajeros traseros, dado que la caída más pronunciada del techo comienza por detrás de sus cabezas.

Como no puede ser de otra manera, la visibilidad hacia atrás del conductor se confía a una cámara que proyecta la imagen en el retrovisor interior, algo que ya ofrecen algunos fabricantes como alternativa al espejo convencional, pero que en este caso resulta obligado. En total, el Polestar 4 cuenta de serie con 12 cámaras de entorno.

Dos elementos diferenciadores de su diseño son los tiradores de puertas retráctiles y las ventanillas sin marco que asociamos tradicionalmente a los vehículos deportivos. La tapa del puerto de carga equipada con accionamiento eléctrico es otro signo de distinción del modelo.

La atmósfera premium es igualmente indiscutible en el interior, abundante en materiales no solo sólidos, al menos en apariencia, sino también muy atractivos a la vista e inspirados en el mundo de la moda, al decir de la marca. Para la tapicería se ha recurrido a materiales sostenibles, y el cuero de los clientes que lo solicitan está acreditado como proveniente de instalaciones donde se garantiza el bienestar animal, indica también Polestar.

Merecen una mención aparte los asientos traseros, que como opción pueden ser reclinables hasta 34 grados para un confort total de sus ocupantes. A esto se añade la sobresaliente amplitud que proporciona la destacable distancia entre ejes, de casi tres metros, distintiva de este modelo.

Por supuesto, la firma escandinava hace de la carga tecnológica uno de los estandartes del vehículo. Prácticamente todas las funciones están agrupadas en una pantalla central de 15,4 pulgadas, esta colocada en posición horizontal -a diferencia de otros Polestar-, que se rige por el sistema operativo Android Automotive. El coche puede llevar además un head-up display del equivalente a 14,7“ y una pantalla multifunción para los pasajeros de las plazas posteriores.

El maletero tiene una capacidad de 526 litros (1.536 con los asientos traseros plegados), a los que se suman los 15 litros que encontramos en el cofre situado en el vano delantero, donde lo habitual será transportar los cables de carga.

Hasta 200 kW de potencia de recarga

El Polestar 4 dispone de bomba de calor de serie y, si bien su arquitectura eléctrica es de 400 voltios, permite recargas rápidas de hasta 200 kW, con la que el paso del 10% al 80% de la capacidad de la batería de 100 kW se completa en media hora. En corriente alterna, la potencia máxima es de 11 kW, o de 22 kW si se opta por el Plus Pack a disposición del usuario. En el primer caso, la carga completa lleva 11 horas, por 5,5 horas en el segundo.

La versión Dual Motor mejora su rendimiento en carretera merced a unos amortiguadores activos adaptables, desarrollados por ZF, que utilizan sensores para detectar y suavizar los cabeceos y vibraciones de la carrocería. Su software permite seleccionar una configuración “estándar”, “ágil” o “firme” desde el panel central.

Como ya adelantamos en su día, el coche está disponible desde 65.900 euros en versión Single Motor y a partir de 72.900 en la de dos motores y tracción a las cuatro ruedas. Polestar ofrece los paquetes Pilot, Plus, Pro y Performance, además de la opción de montar cuero Nappa y unas contadas opciones sueltas entre las que encontramos un techo de cristal electroquímico, los revestimientos inferiores del color de la carrocería, las ventanillas traseras tintadas y el enganche de remolque eléctrico.

A este respecto, conviene resaltar que el modelo Dual Motor es capaz de remolcar un máximo de 2.000 kilos y que el de un solo motor puede con 1.500.

Las llantas que se sirven de serie son de 20 pulgadas, en tanto que como opción cabe solicitar unas de 21 pulgadas Pro y otras Sport forjadas de la misma medida. El pack Performance las lleva de 22 pulgadas, también forjadas.  

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